El amor como motor

“¡El amor es el motor que mantiene en marcha nuestra esperanza!” Así comenzó el Papa Francisco una de las Audiencias generales en la Santa Sede. Para seguir: “Poco a poco descubrimos que la manera de vivir vencedora es la de la semilla, la del amor humilde. No hay otra manera de superar el mal y de dar esperanza al mundo (…) El que ama pierde poder, se despoja de algo; amar es un don (…) El que acepta, el que es disponible y sirve, vive a la manera de Dios: entonces es vencedor, se salva y salva a los demás; se convierte en semilla de la esperanza para el mundo”.

También el Dr. De Vincenzi en su libro “El hombre como promedio” sostiene: “El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el propio ser. Se puede sentir amor por el país de origen, por un propósito apreciado, por la verdad, por la justicia, la ética, por las personas, la naturaleza, el servicio a los demás, por Dios. El amor es el valor que nos proveerá de la fuerza necesaria para emprender proyectos”.

En la cátedra Francisco nos pareció importante hoy debatir sobre estas nociones del amor como único motor válido para vivir.