Un profesional de la UAI en el foro rosarino

 

El Colegio de Abogados de Rosario llevó a cabo las elecciones internas para renovar sus autoridades por los próximos dos años. Ingresando por la lista ganadora el Dr. Hernán Finos, graduado de la carrera de Abogacía, formará parte como vocal del Directorio recientemente conformado para regir los destinos de la institución. Asimismo, el Dr. Benito Aphalo (Profesor de Derecho Constitucional y Derecho Constitucional II) integrará también dicho cuerpo, como representante de la primera minoría.

La participación de docentes y graduados en el foro rosarino es un aliciente y un compromiso para continuar con la tarea formativa que se desarrolla desde la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.

 

- Hernán, como vocal en este nuevo Directorio, ¿cuáles serán tus funciones?

- Puntualmente me voy a ocupar de la biblioteca, y además vamos a crear una comisión dentro del Colegio para canalizar toda la política social que se desarrolla. Más allá de estas cuestiones puntuales las funciones de los directores son muy amplias, tanto administrativas -matrícula profesional, el colegio tiene 30 empleados aproximadamente-, académicas -todo lo referente a comisiones e institutos-, de servicios -informática, biblioteca o sala de máquinas-, así como también político gremiales -defensa de las incumbencias profesionales-.

 

- ¿Cuáles son tus objetivos como profesional del derecho?

- La verdad que en esta profesión es difícil fijarse objetivos. No es como otras donde el panorama es mucho más claro, como es el caso de los médicos que se reciben y después eligen una especialidad para trabajar de eso. Nosotros nos graduamos y trabajamos dentro de lo que los clientes nos piden. En mi caso hago mucho derecho laboral y asesoro empresas, pero es para donde la profesión me fue llevando, ya que estamos muy condicionados por las relaciones y contactos que uno tenga. Estos te determinan en muchas ocasiones la especialidad. El mío no fue un camino 100 % elegido, pero me gusta mucho lo que hago.

 

- ¿Por qué decidiste estudiar Abogacía?

- Creo que elegí esta profesión un poco por vocación y otro poco por tradición familiar. Mi bisabuelo, el Dr. Francisco B. Caminos, era abogado y se recibió en el año 1901. Fue un renombrado abogado penalista y se destaco en la política provincial, fue concejal, diputado provincial, senador provincial y ministro de educación, entre otras funciones. En tanto que mi abuelo, el Dr. Francisco A. Caminos, se recibió en 1935, fue camarista civil y ministro de la Corte Suprema de Santa Fe, falleciendo con 90 años; o sea que tuve mucho tiempo para disfrutarlo y hablar con él. Fue quien nos transmitió a mí y a mi hermano, que también es abogado, el amor por esta profesión.

 

- ¿Cómo evaluás tu paso por la UAI?

- Considero que fue altamente positivo mi paso por la Universidad. Para mi la UAI fue una solución, ya que yo arranque mis estudios en la UNR. Viví la desorganización en forma directa, cursé materias en auditorios con 200 compañeros. A los 18 años necesitaba otra cosa, una educación más organizada y con un seguimiento más personalizado, que fue lo que encontré en la UAI.

 

- ¿Cuál es la principal fortaleza que podes destacar en esa formación?

- Creo que la mayor virtud que tiene al UAI es su sistema VANEDUC de enseñanza, el cual es muy dinámico. Genera una química especial entre alumnos y docentes.

 

 - ¿De qué manera contribuyó esto a tu inserción laboral?

- El perfil de abogado que prepara la UAI es, para mí, el del abogado actual. En la estatal forman abogados litigantes, en cambio en nuestra Universidad se forman conciliadores. Es la única universidad que tiene en su programa la Mediación como materia curricular y no optativa, y hoy en día es lo que esta reclamando el sistema judicial. Creo que esta formación, me ayudó mucho para insertarme profesionalmente.

  

- ¿Cuál fue la influencia de los docentes en este proceso?

- Infinita, creo que en la vida profesional los docentes generosos, o sea, esos que no solo te transmiten cuestiones teóricas, sino que te dan ese plus, su opinión, su experiencia personal, fueron las personas más importantes en mi formación, y de estos docentes tuve muchos en la UAI.