Ser y Saber

En la visita pastoral del Papa Francisco a Pietrelcina y San Giovanni Rotondo, el sumo Pontífice habló en la homilía sobre la “verdadera sabiduría”, y sostuvo: “Dios dice: «No se alabe el sabio por su sabiduría, ni se alabe el valiente por su valentía» (Jeremías 9, 22). La verdadera sabiduría no estriba en tener grandes cualidades y la verdadera fuerza no está en la potencia. Los que se muestran fuertes y los que responden al mal con el mal no son sabios. La única arma sabia e invencible es la caridad animada por la fe, porque tiene el poder de desarmar a las fuerzas del mal”.

Esto nos remite directamente a la distinción que hace siempre el Dr. De Vincenzi cuando afirma que no hay que confundir el “saber” con el “ser”. Para ser personas educadas no basta con saber sino que se debe “ser”. Él dice: “Educarse consiste en un proceso permanente de vida caracterizado por las valoraciones que emergen de las acciones del hombre, que se pueden manifestar a través del comportamiento, las actitudes y las aptitudes y del medio”.

La sabiduría no se demuestra por la cantidad de conocimiento que podemos llegar a tener sino por nuestras actitudes basadas en valores que nos permitan ser mejores personas cada día. En el primer encuentro de la cátedra Francisco de 2018, hemos reflexionado sobre ello.