Carolina Subirá, una voz experta en salud

Las imágenes de la doctora Carolina Subirá recorrieron las pantallas de los medios de comunicación de la región durante de la pandemia, convirtiéndose en una verdadera referente en temas vinculados al ámbito de la salud. Graduada de la carrera de Medicina en la Sede Rosario, Carolina participó activamente del Comité de Prevención y Control de Infecciones del Sanatorio Parque, donde además coordina el Departamento de Seguridad y Calidad del Paciente.

“Durante la pandemia mi función fue la de coordinar la respuesta de las distintas instituciones que conforman el Grupo Oroño (holding de salud), llevando adelante reuniones con líderes y tomadores de decisión, redactando políticas y procedimientos operativos, capacitando recursos humanos, gestionando riesgos y participando en reuniones del Comité Técnico Operativo, conformado por diversos profesionales de la provincia de Santa Fe, para dar soporte de decisión al Gobernador y la Ministra de Salud”, explica Subirá, quien también se desempeñó como asesora de la Asociación de Clínicas y Sanatorio Privados de Rosario, y comunicadora frente a medios audiovisuales y prensa escrita.

 

- ¿Cómo describirías la experiencia que te tocó afrontar durante la pandemia?

- Durante años me preparé para la hipotética situación de una epidemia, o una pandemia. Cursé mi formación de grado en Medicina, para luego hacer mi residencia en Clínica Médica, Infectología, y posteriormente continuar con Epidemiología, Medicina Tropical y del Viajero, Control y Prevención de infecciones, y Calidad y seguridad del paciente.

Todos esos elementos me brindaron las herramientas necesarias para poder gestionar la respuesta coordinada de los servicios, mediante un trabajo en equipo descomunal, y hacer frente como institución a uno de los desafíos más grandes de nuestra época. La realidad parecía salida de un libro de ciencia ficción, más que de la cotidianeidad.

Anteriormente se habían vivido otras pandemias, pero ninguna de esta magnitud, o en esta era digital, con los avances tecnológicos de la medicina moderna, las telecomunicaciones y los viajes internacionales de fácil acceso. Ciertamente no esperábamos encontrarnos con un virus con la capacidad de alienarnos como sociedad y como individuos, haciendo tambalear a los países más desarrollados, con las economías más potentes y los sistemas de salud más robustos. Ha sido y continúa siendo un desafío, desde lo humano y lo profesional.

 

- ¿Cuáles fueron para vos los momentos más álgidos en este año y medio?

- Los momentos más intensos para mí se sucedieron al comienzo de la pandemia, y estuvieron marcados por la fuerte incertidumbre generada por la carencia de información y datos precisos referidos a la enfermedad, al diagnóstico y su terapéutica. El no disponer de elementos de probada eficacia para el tratamiento de los enfermos, el aislamiento al que estos eran sometidos, el temor y angustia del personal de salud se sumaba al de los familiares.

Otro momento de gran tensión lo vivimos como institución y como comunidad, en los picos de las dos olas. Momentos en los cuales no había camas disponibles, las manos y los recursos nunca parecían ser suficientes, y tuvimos que lamentar pérdidas de vidas humanas, aun entre nuestros propios compañeros y amigos.

 

- Aún en medio de esta compleja situación sanitaria, ¿te tocó atravesar alguna experiencia esperanzadora con un paciente?

- El dialogar con un paciente en consultorio, que había atravesado un cuadro de COVID grave. Requirió internación prolongada en la unidad de terapia intensiva con respirador artificial y ECMO (técnica de soporte cardíaco y respiratorio). Recordaba que, al despertar, lo rodeaba el personal de la terapia, aplaudiéndolo porque volvía a estar consciente y a respirar por sí mismo. Aún meses después de ese episodio continúa este paciente recuperándose, pero lo vive como una segunda oportunidad.

El escuchar esas historias, de personas que pasaron lo peor de esta enfermedad y han sobrevivido, siempre es esperanzador.

 

 - ¿Cómo se encuentra ahora el caudal de consultas e internaciones por COVID en el sistema de salud santafesino?

- Al momento de responder, la situación epidemiológica muestra un leve incremento en la cantidad diaria de casos, con franco predominio de circulación de la variante delta en nuestra región, desplazando las otras variantes de interés y/o de preocupación que preponderaban previamente. A la fecha esto no se ha traducido en un incremento franco de las internaciones ni de la mortalidad.

 Preocupa si la cuarto o quinta ola que atraviesa Europa, con la apertura de viajes a Estados Unidos, el periodo de invierno del hemisferio norte y fiestas de fin de año, y como esto se traducirá para nosotros en los meses venideros.

 

 - ¿Existe la posibilidad de un rebrote?

- Si, existe la posibilidad, como ya se ha demostrado que aconteció en otros países, con un porcentaje de vacunados totales del 50%.

Distintos artículos de opinión se han publicado desde el inicio de la pandemia. Inicialmente muy optimistas, se veía al virus como una forma de influenza, que incluso podría llegar a agotarse como el MERS CoV, que las mutaciones le harían perder fuerza o que las vacunas lo harían desaparecer. Los papers más recientes presentan una óptica más cercana al “real world”: las vacunas ayudan, y mucho, pero por si solas ya habón demostrado no ser suficientes. Las medidas de prevención las deberán seguir acompañando, si queremos lograr el objetivo de disminuir las infecciones, las internaciones y las muertes asociadas a la infección por SARS CoV 2

 

- En este contexto, ¿cuán importante la vacunación a menores de 12 años?

- La vacunación de los menores de 12 años ha demostrado ser de gran importancia para contener la circulación viral, prevenir el contagio de los adultos convivientes con los niños y evitar las formas graves en inmunosuprimidos. Hasta ahora, las vacunas aprobadas para su uso en este rango etario han demostrado ser eficaces y seguras.

Podemos ver el claro impacto de la no vacunación de los menores de 15 años en Europa y el Reino Unido, como esto fue uno de los elementos que están sosteniendo la transmisión y la perpetuación de nuevas olas, que luego se trasladan a los adultos no vacunados, los inmunosuprimidos y aquellos en los cuales ya se produjo el declive de la inmunidad.

 

- ¿Por qué te decantaste por la medicina?

- Desde la edad de 7 años que deseo ser médico. He sentido el deseo y la necesidad de aprender o tener las herramientas necesarias para poder asistir a una persona en situación de dolor o enfermedad, de ayudar. El momento clave en mi vida aconteció cuando mi hermana tuvo un accidente doméstico, que requirió asistencia médica y una sutura. Recuerdo estar parada en la sala de urgencias acompañándola, y mientras el medico la revisaba yo le dije a mi madre: cuando crezca quiero hacer lo que ellos hacen, quiero curar. Jamás cambie de opinión.

 

- ¿Cuál fue tu experiencia como alumna de la UAI?

- Mi experiencia durante los 6 años de la carrera fue muy satisfactoria. Los docentes me trasmitieron dia a dia el amor y la pasión por su profesión, su vocación de servicio, por la investigación y el desarrollo de nuevo conocimiento. Lo apasionante que puede ser Enfermedades Infecciosas, y la Epidemiologia como herramienta para la salud pública. De mi paso por las aulas me llevo hermosos y gratos recuerdos, y mi mejor amigo.