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Cómo piensan las máquinas

Fredi Vivas es graduado de la carrera de Ingeniería en Sistemas Informáticos de la UAI y realizó estudios de posgrado sobre inteligencia artificial, robótica, biotecnología, neurociencia y nanotecnología junto a renombrados científicos y emprendedores del mundo en la Singularity University, ubicada en una sede de la NASA en Silicon Valley, donde representó a Argentina en el Global Solutions Program.

Además, es fundador y CEO de la empresa RockingData, una startup pionera y referente en Latinoamérica en el uso de machine learning, inteligencia artificial y big data. También es coordinador académico del programa Big Data de la Universidad de San Andrés y hace poco escribió el libro "¿Cómo piensan las máquinas?".

Es por esta última y nueva aventura que lo contactamos, luego de que una entrevista a él en el medio nacional Infobae tuvo una amplia repercusión. El prólogo del libro tiene la originalidad y distinción de ser uno de los primeros en el mundo en estar escrito íntegramente por una inteligencia artificial.



- Leí que lo que te terminó de convencer a escribir el libro '¿Cómo piensan las máquinas?' fue un sueño. ¿Cómo fue eso?
- Hacía mucho tiempo tenía ganas de escribir un libro, pero no quería que sea el típico libro al estilo de “Manual sobre ciencia de datos”. Eso no me terminaba de convencer porque no iba en línea con mi forma de comunicar. Quería algo más innovador, disruptivo. Y un día, en plena pandemia, tuve un sueño donde la humanidad se encontraba ante una especie de apocalipsis tecnológico, y a mí me convocaban desde la “Resistencia Humana” porque yo podía ayudarlos entender “Cómo piensan las máquinas”. Eso no solo me dio un muy buen título, sino una excusa para relacionar el libro con otra de mis pasiones: la ciencia ficción.

- ¿Podrás resumir de qué trata el libro en pocas palabras?
- Es un libro que busca contarle a la gente qué es la ciencia de datos y la inteligencia artificial de una forma descontracturada, relajada y amigable, pero no por eso con menos rigurosidad científica.

- Un robot escribió el prólogo. ¿Cómo llega a eso? ¿Se le da una orden o "le viene sola"?
- En realidad usamos una tecnología que se llama GPT3, y que la desarrolló la organización OpenIA. GPT3 está alimentado con miles de millones de datos, y por eso, sus respuestas son tan precisas y, por decirlo de alguna forma no tan exacta, “humanas”. Concretamente le pedimos a la inteligencia artificial que escriba un ensayo sobre la relación entre humanos y máquinas primero, y luego tuvimos una conversación de preguntas y respuestas. Todo eso está plasmado en el prólogo con total fidelidad. Sin alterar nada.

- ¿Cómo resultó la experiencia de escribir el libro?
- Muy desafiante. Durante todo el proceso organicé distintas reuniones con miembros del equipo de RockingData y personas a las que admiro. Colegas que vienen de distintas disciplinas pero que trabajan estos temas. Y creo que en el proceso aprendí mucho.

- En base a esa experiencia: ¿Disfrutás más de escribir o dedicarte a lo que hacés como profesional?
- Creo que ambas cosas van de la mano. O al menos muchas veces se da de esa forma. Cuando uno trabaja en una disciplina tan novedosa, uno de nuestros grandes desafíos es mejorar al máximo nuestra capacidad de comunicación de lo que estamos ofreciendo. Siempre disfrute mucho dar clases y conferencias porque me permitía contar sobre algo que me apasiona, y contagiar esa pasión al resto de la audiencia.



- ¿Cómo evolucionó RockingData desde que la fundaste hasta ahora?
- Empezamos siendo tres socios con un patrimonio total de tres computadoras. Hoy tenemos más de 45 personas en el equipo, trabajamos con clientes globales, generamos vínculos con organizaciones internacionales, y nos estamos expandiendo en otros mercados. Fue una evolución muy rápida que hoy nos pone ante otros desafíos que estamos encarando con mucho entusiasmo.

- Alguien que no estudió sistemas ni nada parecido... ¿Puede meterse en el mundo del Big Data?
- Si y no. Nosotros en nuestro equipo tenemos licenciados en marketing y filósofos, por ejemplo. No estudiaron algo relacionado a sistemas, pero fueron aprendiendo como autodidáctas y tomando cursos online. Siempre ese conocimiento es necesario. Y, por otro lado, el mundo de la ciencia de datos también necesita perfiles que sepan vender los proyectos, comunicarlos, calcular el rendimiento económico que generan, muchas otras cosas. Esos perfiles no necesariamente van a ser personas que estudiaron una carrera afín, sino personas que, desde su especialidad, comprendan cómo funciona esta industria.

- Argentina necesita más estudiantes de Sistemas. ¿Cómo creés que se puede motivar a quienes salen de secundaria para que se vuelquen allí?
- Es un tema de información y comunicación. Todos sabemos más o menos que hace un médico y un abogado. No sé si todo el mundo sabe qué hace un data analyst o un data scientist. Y es normal: son profesiones relativamente nuevas. ¿Cómo piensan las máquinas? Tiene el objetivo de mostrar que este mundo tiene muchas oportunidades laborales.

- Tuviste experiencia en la NASA y debés tener clientes internacionalas: ¿Cómo ves a la Argentina posicionada en el mundo del IA?
- Argentina definitivamente está muy bien posicionada. Tenemos muy buenos profesionales, bien capacitados, y hasta buen huso horario para trabajar con mercados como el de Estados Unidos. Pero tampoco podemos quedarnos en estas ventajas: El mundo avanza muy rápido, y si no hacemos un esfuerzo por avanzar nosotros igual de rápido, vamos a perder oportunidades.