"La contabilidad te permite aplicar la técnica a cualquier área de la empresa"

La relación de Florencia Pelaez (29) con la UAI es muy cercana. Egresó del Colegio General Belgrano de Ituzaingó en 2011 y luego realizó la Tecnicatura Superior en Administración General, también en el colegio universitario de la UAI. Allí se recibió en el 2014 y, al año siguiente, homologó materias para comenzar la carrera de Contador Público, de la cual se recibió con honores en agosto de 2018. Además, trabajó un tiempo en ese colegio en la parte de Informes. Tiene varias diplomaturas como la de Comercio Exterior y otra de Liderazgo, coaching y manejo de personal, ambas en la UTN a distancia.

Desde noviembre de 2015 trabaja en la empresa de desarrollo e innovación científica, una Pyme de su Ituzaingó natal llamada ADOX SA, donde comenzó por medio de una pasantía de Bienestar Universitario, y llegó a ser la jefa de toda el área. "Mi deseo de ser contadora nació de chica, cuando siempre dije que quería trabajar en la administración de una empresa", recordó Florencia, quien detalló que, al realizarse un test vocacional durante el secundario, le salió una inclinación por la ingeniería o la administración.

"Primero empecé con la tecnicatura como para que me diera un pantallazo general de lo que era la administración de una empresa, y después me di cuenta de que siempre me gustaron las materias de contabilidad. Arranqué la carrera como una necesidad para trabajar en el área contable. Me terminó de cerrar y gustar. Creo que la carrera de contadora tiene una técnica que te permite aplicarla a cualquier área de la empresa", relató.

"Cuando realicé la entrevista en ADOX por la pasantía pensé que no me iban a llamar nunca más, porque no había tenido muchas experiencias previas. De la empresa no me llamaron como por un mes y después me dijeron que había quedado. Ahí firmé el primer contrato, que fue por seis meses, y ese se renovó por otros seis", detalló Florencia. La efectivizaron en noviembre del 2016, y al poco tiempo ya era la encargada del área contable. "Luego me pusieron como encargada de Compras y Comercio Exterior, y ahora todavía estoy en el proceso de transición a encargada de toda la administración de la empresa", celebró.

Florencia les mandó un especial reconocimiento a sus jefes Javier, Liliana y Gonzalo Viqueira, ya que "fueron ellos quienes fomentaron que termine de estudiar, que haga la carrera, me ayudaron y capacitaron desde cero". "Apostaron a que yo sea la profesional que soy hoy por hoy", detalló, no sin antes agradecerle también a su familia: a su mamá Claudia, a su abuela Alicia y a su tío Hernán, que la acompañaron durante toda la carrera.

- ¿Cuál es tu trabajo?
- Mis fuertes siguen siendo supervisar todo lo que es el área contable y la parte del Comercio Exterior, ya sea la parte aduanera como la financiera que involucra una actualización permanente en la normativa cambiaria. Tengo una especialización en esa materia realizada con el estudio de Carmen Carballeiro, una eminencia en la materia. Me encargo no solamente de lo que respecta a la parte aduanera sino que también de la parte financiera, girar los dólares al exterior, hacer el seguimiento, el cumplimiento, de ingresar la mercadería, y otros.

- ¿Dirías que es fácil o complicado vivir como contadora en este país?
- Nunca me pensé como una contadora de estudio. Realmente le tengo un poco de fobia al tema del estudio. Si bien soy muy sociable, nunca me pensé como la típica contadora sentada atrás de un escritorio liquidando impuestos. La idea mía siempre fue hacer un poco más de gestión, el manejo de gente y de recursos. La parte financiera de una empresa, de cómo invertir, costear, ahorrar, sacar un crédito, etc. En un país tan cambiante como la Argentina es desafiante ser contadora y creo que el desafío actual de todos los contadores es poder dar esa vuelta de tuerca, ese valor agregado de no solo liquidar impuestos, sino también asesorar cómo invertir, ahorrar, pagar menos, como acceder a algún beneficio fiscal, etc. Es difícil porque primero que cambian mucho las normativas y muy rápidamente, por lo que requiere estar actualizado permanentemente. Contadores hay muchos pero lo importante está el darle tu impronta.

- ¿Qué es lo más difícil de la contabilidad?
- Creo que no es complicada ni difícil, simplemente es una disciplina y una técnica que, como dije antes, se puede aplicar a un montón de cosas. Uno cuando aprende a liquidar impuestos es como una gimnasia: sabés que las cosas se hacen así.

- ¿Qué consejos podés darles a quienes quieren estudiar lo mismo que vos?
- Primero la constancia. Hay que tener perseverancia, no limitarse a ser el alumno normal, sino siempre dar el máximo. Y cuando llegás al máximo, dar más. No frustrarse. Hay momentos de la carrera, entre segundo y tercero o tercero y cuarto año que se hace un poco "chicle", porque estás en el medio. No hay que bajar los brazos. Yo fui una afortunada porque me considero capaz y pude no recursar ninguna materia. Yo iba a la facultad todos los días, los fines de semana pasaba apuntes, repasaba, no dejaba todo al final y, entonces, cuando llegaba al parcial lo hacía de manera distinta. También hay que valorar mucho el esfuerzo de los profesores, la paciencia al explicar e incentivar.

- ¿Recomendarías la UAI a otras personas?
- Por supuesto. Es una experiencia muy linda, la viví en secundario, en el terciario y en la facultad. Para mí lo mejor de todo fue el terciario porque era como seguir en el colegio, yo estaba pasando un momento complicado de mi vida y sentí el apoyo de los profesores, del director y mis compañeros. Cuando estaba en la carrera era distinto, pero mi vida también ya era distinta. La UAI tiene una propuesta pedagógica muy buena. Creo que en muchas cosas soluciona y facilita al alumno.