“Más que una profesión, es un modo de vida”

Barcelona es considerada una de las ciudades más cosmopolita y modernas del mundo. Entre el Mediterráneo y los Pirineos, combina la tradición con la avant-garde, siendo reconocida como una ciudad global por su importancia cultural, financiera, comercial y turística. Allí, se encuentra la Clínica Sagrada Familia que desde 1970 se ha convertido en un centro sanitario de referencia, agrupando todas las especialidades médicas y quirúrgicas, con la incorporación de la última tecnología y profesionales altamente cualificados. Integrando ese cuerpo médico se encuentra Trinidad Albornoz, graduada de la carrera de Medicina de la Sede Rosario y cardióloga la formada en el Sanatorio Plaza.

“Soy cardióloga. La elección de la especialidad no fue muy complicada en mí, desde el paso por la Universidad me di cuenta de que me gustaban mucho la urgencia y los cuidados críticos, y la cardiología tiene esa posibilidad de, por un lado, hacer seguimiento de pacientes en consulta, utilizar mucho las imágenes, y por el otro atender pacientes críticos”, asegura Trinidad.

El periplo europeo comenzó en 2016, cuando llegó por primera vez a España para concretar una estancia formativa en el Hospital Clínico de Madrid, durante el último año de la especialidad. “Luego volví a Argentina, rendí la especialidad en la Federación Argentina de Cardiología y me quedé un año como jefa de residentes. En ese momento hice el paso a Buenos Aires, al Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, para hacer un posgrado en imágenes”, rememora.

Finalmente, en 2017 regresó al Viejo Continente para vacacionar, oportunidad que le permitió visitar Barcelona, y tomar la decisión de comenzar a estudiar allí. “A partir de esta decisión comencé con los trámites para homologar el título de médica, que en mi caso demoró 9 meses”, recuerda y comenta que mientras aguardaba la concreción del trámite pudo, gracias a una visa de estudio, hacer un posgrado en cardiopatías congénitas en el Hospital Vall D´Hebron. Concluida su formación, finalmente llegó la homologación definitiva de su título y la posibilidad de solicitar un permiso de trabajo con el visado de estudiante, del cual pidió su renovación para completar durante 2 años un Máster en Gestión y Dirección Hospitalaria.

“Fui creciendo en la profesión dentro de la clínica y del servicio de cardiología. Estuve a cargo de una de las plantas de pacientes COVID durante el 2020, realizando tareas de organización de equipos y asistencia de pacientes”, relata mientras reside en España con una visa de estudios de “profesional altamente cualificado” que le fue otorgada hace un año.

Trinidad no olvida su paso por la UAI, y califica su experiencia como “increíble”. “Aún conservo grandes amigos de esa etapa maravillosa, que creo fue una de las más lindas. Tengo muy gratos recuerdos de los profesores que siempre tuvieron un trato muy cercano, que creo es fundamental a la hora de formarnos”, recuerdo y agrega: “En mi caso, fui dos veces ayudante de cátedra de las asignaturas de Medicina Interna I y II, por lo que he tenido la posibilidad de crecer en el ámbito de la docencia”.

“La verdad es que el tiempo ha pasado rápido. Cumplo 4 años en España y si bien el camino ha sido largo me ha dado muchas satisfacciones”, confiesa Trinidad, esperando en los próximos años poder obtener la nacionalidad española a partir de su trabajo y concluye: “Deseo continuar con mi formación en una carrera que más que una profesión, es un modo de vida”.