Cada uno de nosotros estamos hechos de historias

Claudio De Gasperi es un reconocido guionista de cine y televisión. Además, es docente de la Tecnicatura Universitaria de Guión Audiovisual de la Universidad Abierta Interamericana.

En la siguiente nota nos cuenta su experiencia en la UAI, su opinión sobre la implementación de la TV Digital, y detalles de la Tecnicatura de Guión Audiovisual. 

¿Hace cuánto ejerce la docencia y por qué eligió a la UAI para brindar su conocimiento?

Comencé con la docencia a principios de los noventa en la Universidad de Buenos Aires, cuando varios profesionales de la industria cinematográfica y televisiva comenzaron a proyectar Carreras como la de Diseño de Imagen y Sonido, de la cual fui profesor de Guión, además de ejercer como Subdirector. Después dicté seminarios en Argentina y en el extranjero, incluso fui profesor en la Universidad Abierta Interamericana durante los primeros años de la Carrera de Realización Audiovisual. Podría decir que desde ese entonces hubo una elección mutua. La UAI es una institución que se alzó fuertemente como una de las más prestigiosas del país.

Esta segunda etapa en la Universidad es como volver a mi casa, porque llevo guardados momentos, encuentros, amigos, el recuerdo de muchos colegas que todavía siguen estando en la carrera y de ex alumnos que hoy son profesionales del medio audiovisual o han encontrado muy buenos caminos alternativos. Además, por supuesto, porque me interesé de inmediato con la apertura de la primer Tecnicatura Universitaria de Guión Audiovisual en el país, una propuesta a mí entender realmente superadora. Y no es casual, porque siempre me reflejé en este espacio, porque al conocimiento no lo concibo de otra manera que no sea un intercambio, de la misma manera que para mí es imposible separar la tarea docente de mi labor como guionista. Las dos se retroalimentan mutuamente. En cuanto a lo pedagógico claramente está presente la experiencia que yo puedo tener en mi carrera profesional, pero la experiencia muchas veces es una linterna que se lleva en la espalda donde sólo se ilumina lo que pasó. Queda en uno, y para que esto no ocurra, si yo no logro dar en el aquí y ahora, tampoco voy a recibir nada, no hay experiencia transformadora. Por eso trato de articular y fundir mi experiencia con un presente generacional importantísimo que tiene mucho para expresar con el que siempre me encuentro en cada clase.

Cuentenos un poco de su experiencia como guionista.

Cada uno de nosotros estamos hechos de historias, me gusta pensarlo así. Estamos cruzados por tramas, desde relatos sociales, individuales o colectivos. Escribir historias a partir de guiones cinematográficos o televisivos, como en mi caso, se convirtió en una búsqueda, que como antes decía en relación a mi profesión y la pedagogía, se retroalimenta con la experiencia de vida. Durante estos casi veinte años escribí guiones de cine para Patagonik, Buena Vista Internacional, para el extranjero, y sobre todo televisión, aquí en el país, casi diez años interrumpidos en Pol-Ka, en la franja horaria de Prime Time, en España, en otras productoras como RGB produciendo también series, y para Televisa en México. En algunos casos eran ideas originales propias o compartidas con un grupo de autores, en otros casos me tocó desarrollar ideas o historias que partían desde una productora. Pero la única manera que encontré para poder escribirlas era haciéndolas mías. A partir de preguntarme y relacionar fuertemente cuanto de esas historias que tenía para desarrollar tenían que ver profundamente con hechos, reales o imaginarios, y experiencias propias. A veces pude hacerlo y a veces no. Yo soy un convencido de que las historias no terminan, a lo sumo se abandonan, y se reescriben solas a medida que pasa el tiempo. Por suerte si hay algo que comprendí durante todo este tiempo es que en las historias, como en la vida, no hay un cierre. De hecho estoy otra vez en la Universidad Abierta Interamericana, después de muchos años, posiblemente para reescribir una segunda versión, espero que mejorada.

¿Qué aporta la implementación de la TV Digital en su trabajo?

La implementación de la Televisión Digital abre decididamente un nuevo espectro en el panorama audiovisual en el país. Junto con la Ley de Medios se abren nuevos espacios de producción. Hoy se necesitan de hecho una cantidad importante de contenidos audiovisuales ya que la demanda es enorme. Esto está muy claro y se refleja en la cantidad de concursos que se están implementando mes a mes, fundamentalmente de programas de ficción.
Pero por otro lado, creo que esta demanda no está del todo acompañada por una planificación, formación y práctica en función a la elaboración de contenidos de calidad, por eso pienso que en este sentido hay una cierta crisis. De nada sirve la implementación de nuevas tecnologías si no tenemos nada para decir ni para comunicar. En relación a esto fui convocado el año pasado por el programa Polos audiovisuales para capacitar en varios lugares del país donde de a poco se están gestando polos de producción. Pero aquí, claramente, la decisión de la creación de la Tecnicatura de Guión por parte de las autoridades de la UAI apunta, entre otras cosas, a formar profesionales de guión y al mismo tiempo producir estos contenidos que incluso renueven formas narrativas. Hay una comprensión clara de un presente y un futuro inmediato que proyecta una visión acorde a la realidad del nuevo espectro audiovisual, no sólo en nuestro país, sino en otros países de América Latina.


¿Cómo ve a los alumnos de la Carrera Tecnicatura de Guión de la UAI? ¿Qué le aconseja a un joven que comienza a dar sus primeros pasos?

Los alumnos de la carrera siempre se diferenciaron del resto de los estudiantes de otras Instituciones de enseñanza audiovisual, no solo por la calidad de sus docentes, sino por el modelo de pedagogía y enseñanza que la UAI promueve y desarrolla. Es por eso que al coincidir en el modelo pedagógico, es en esta universidad donde yo me sentí siempre con mayores posibilidades de desarrollar mi tarea y a la vez de estar siempre contenido.
Con respecto a los consejos, yo siempre trato de apartarme de cierta figura paternalista, por eso parto siempre de propuestas. Intento que no sólo las respuestas, sino también las preguntas las traten de encontrar los alumnos dentro de ellos mismos, simplemente porque están allí, como las historias que tendrán para contar. Mi tarea, por supuesto, más allá de proporcionarles herramientas, procesos de análisis, guía, o mecanismos para su inserción en el medio audiovisual, es tratar de que cada uno, a partir de sus huellas y marcas individuales o audiovisuales, pueda lograr su propia metodología y comunicar de la mejor manera aquello que tienen para decir. Y generalmente eso se va descubriendo a medida que se avanza en un proceso creativo. Entrenarse en la percepción, en nuestra manera de narrar, son caminos indispensables si es que se quiere contar una historia audiovisual que nos pertenezca, que nos revele y nos rebele. Y por último pensar que si se elige esta carrera, como cualquiera de las ramas o especificidades que componen el discurso audiovisual, se elige también incorporarla como un eje importantísimo en la vida de cada uno. No deja de ser un hecho artístico lo que uno quiere provocar, aunque a veces se logre o a veces no, y eso particularmente no lo tomo como un trabajo, sino como un modo de vida, a veces pleno, a veces doloroso, como cualquier búsqueda, como cualquier viaje donde tratamos de vernos a nosotros mismos y a lo que nos rodea con una mirada propia.

¿Qué proyectos profesionales tiene a futuro?

A mí me gusta pensar que mis proyectos son siempre a presente. Tanto los proyectos como las historias me gusta pensarlas y escribirlas casi en el día a día, a lo sumo en corto plazo. Si supiera desde el comienzo como escribir una historia hasta su final, si tuviera esa certeza, seguramente no lo haría porque no habría para mí ninguna necesidad de hacerlo. Lo que hace al deseo, a la búsqueda, a la experiencia, al viaje, al descubrimiento, todo eso se perdería. Esa supuesta llamada ficción forma parte también de mi realidad, de mi manera de ir percibiendo y procesando lo que me rodea.
Hoy estoy en el proceso de reescritura del guión de un film para Surdream, una productora de New York. Por suerte es siempre lo que ocurre. Un guión no tiene existencia en sí mismo porque siempre se convierte en un producto audiovisual, y eso es lo que lo hace maravilloso, porque tiene ya en su concepción su naturaleza transformadora. En televisión estoy escribiendo una serie de ficción con Daniel Riera, escritor, periodista y editor de la Revista Barcelona. No hay presión por parte de productores y como es algo diferente en cuanto a su concepción, seguramente también será algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en nuestra televisión, bueno, por lo menos para nosotros dos. Y por supuesto estoy comprometido con la oportunidad de formar parte de la Tecnicatura de Guión aquí en la UAI, lo cual para mí es algo renovador, porque me da la posibilidad de construir junto a otros profesores y estudiantes que se acercaron, un espacio de reflexión, creación, conocimiento, y producción de nuevos formatos y contenidos.