Columnista en la revista Ohlalá

Virginia Porcella, docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad Abierta Interamericana, comenzó a escribir en la revista Ohlalá y nos cuenta de qué se trata esta nueva experiencia laboral.

 

Una periodista especializada en economía dentro una revista femenina ¿cómo explicas ese arribo?

Como no podía ser de otra manera, lo explico desde una perspectiva de mercado. En definitiva, se trata de un producto o empresa adaptando su oferta a las necesidades de sus consumidores, clientes o, en este caso, lectoras. El público no es estático, mucho menos en el rango etario al que se dirige esta revista (fuerte entre los 25 y 40 años), con lo cual sus demandas van evolucionando y mutando. Las mujeres hoy no sólo quieren saber de moda, gastronomía o decoración; también quieren saber cómo hacer negocios en esos rubros o cómo administrar el dinero mejor de lo que ya saben. Particularmente en el caso de la columna de emprendedoras, en Oh la lá tomaron nota del fuerte interés de sus lectoras por estas cuestiones y buscaron la manera de satisfacer una demanda o necesidad concreta que llegó de parte de ellas.

¿De qué trata la columna y cuál es el objetivo?


La columna es, por un lado, de finanzas personales. Apunta a funcionar como una guía para el manejo de la economía personal o familiar, a veces también como alerta ante determinadas situaciones y otras simplemente como un resaltador de oportunidades. Por el otro lado, también incluye notas y material útil para emprendedoras, con el objetivo de brindar un insumo clave para desarrollar cualquier proyecto: la información. En ambos casos, la idea es que la columna sea un elemento facilitador en temas áridos y muy a menudo complejos, tanto para mujeres como para hombres.

¿Cómo resultó esta primera experiencia?


En lo personal, es una experiencia absolutamente gratificante. Como periodista económica, siempre me dirigí hasta ahora a audiencias no sólo más reducidas sino también mucho más acostumbradas a la interpretación de este tipo de información. El nivel de repercusión en un medio tan distinto y la sensación de un aporte útil a un público menos entrenado pero más ávido hacen una diferencia enorme. Desde la perspectiva del producto, creo que está en línea con su espíritu de acercar toda la información que interese y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de sus lectoras (en un sentido totalmente amplio, no sólo económico).

 

¿Cómo se logra desarrollar temáticas tan complejas como las económicas para públicos no tan adeptos a ese consumo?


Es el gran desafío de los periodistas especializados en economía, interesar y atraer con una temática que históricamente capta la atención de los argentinos pero que resulta muchas veces imposible de seguir. Los alumnos que pasaron por mi clase tuvieron que soportar que les machacara las cabeza con dos conceptos (¡y es pregunta de final!): el periodista económico, además de informar, cumple una función adicional inherente y casi exclusiva a su especialización: la de docente o traductor de la información brindada. No alcanza con transmitir la noticia económica, frecuentemente muy compleja, sino que hay que explicarla, bajarla a un lenguaje no técnico, hacer la información accesible a cualquier público, especializado o no. El desafío es mayor porque, además, se debe hacer el esfuerzo de convertir esa información simplificada, pero no vaciada de contenido, en un material atractivo...No es casualidad que haya tantos chicos que elijan periodismo deportivo y tan pocos periodismo económico.

 

¿Qué relación encontrás entre producir material informativo para un público específico y en trabajar dentro del aula?


Depende la especificidad de ese público. En el caso de Oh la lá, muchas veces siento que estoy poniendo en práctica lo que cotidianamente explico en el aula y trato que los mismos alumnos hagan. Y la conclusión es que a mí tampoco me resulta tan sencillo. Pero el oficio del periodista económico no tiene mucho misterio y es muy parecido a la tarea de los profesores: explicar, explicar y explicar. Cuánto más entretenido e interesante lo pueda hacer uno, mejores serán los resultados. En ambas actividades.