Emotiva carta a Ariel Di Nóbile, alumno fallecido hace cuatro años

En el cuarto aniversario del fallecimiento de Ariel Di Nóbile, alumno de Periodismo de la Universidad Abierta Interamericana, sus compañeros Iván Puga, Juan Pablo Torres y Lautaro Salinas, escribieron la siguiente carta para recordarlo:

Hoy se cumplen cuatro años del fallecimiento de Ariel Di Nóbile y queremos publicar algo diferente a lo que acostumbramos habitualmente.

Ariel, hincha fanático de Independiente, fue un gran compañero de cursada y (sobre todo) un gran amigo para las tres personas que ideamos y llevamos adelante este proyecto llamado ADN CAI.

A principios de 2016, con 17 años, empezó a estudiar Periodismo, una carrera en la que ya estaba incursionando tiempo atrás: Ari cubría la actualidad de Independiente en los medios partidarios @ERP_CAI y @ConEstiloRojo.

Publicaba varias notas al día, pero no se limitaba solo a redactar: era el ejemplo puro de en el lugar de los hechos y vivir el día a día de una institución. Se hacía presente en Domínico todas las semanas y los domingos alentaba desde la Norte Baja.

“¿De qué cuadro sos?” es de las primeras cosas que preguntás cuando conocés a alguien. Así entablamos rápidamente una amistad con Ariel. Éramos cuatro pibes, todos de Zona Sur, que estudiábamos en CABA y compartíamos las mismas dos pasiones: Independiente y el periodismo.

Durante las primeras semanas ya empezaban a surgir los partidos entre los muchachos del curso. Éramos varios, llegábamos a armar tres equipos. Y nosotros, los del Rojo, ya teníamos nuestro grupo interno.

Con el correr del tiempo, Ariel nos fue adentrando en el mundo de Domínico, los entrenamientos, las conferencias de prensa y demás. Fuimos los cuatro juntos a la Norte Baja, también, tribuna que ya todos frecuentábamos.

Por obra del destino, seríamos nosotros con quien Ariel compartiese su último día de pie. Cada 7 de junio, en Argentina se celebra el Día del Periodista. Como es habitual, para aquella fecha la facultad organizó un evento con los periodistas más destacados del país.

En estos eventos de gran magnitud, los alumnos de la facultad se encargan de la logística y la organización. Aquel 7 de junio, con Ariel fuimos los primeros en llegar y los últimos en irse. Desde primera hora de la mañana hasta ya adentrada la noche.

Ariel no nos lo dijo, pero no se sintió nada bien durante todo ese día. Se quedó sentado, casi no se movió. Al momento de irnos, caminando por las calles de La Boca hacia Almirante Brown, tuvimos que frenar varias veces para esperarlo.

La situación nos preocupó, pero nos despedimos en Constitución y cada uno siguió su rumbo. Un rato después, Ariel nos confirmaba que había llegado y que seguía sintiéndose mal.

Al otro día amanecimos con la noticia de que Ariel había sufrido tres infartos simultáneos y se encontraba en coma farmacológico. Inexplicable. Era un pibe sano. Nos había expresado sus ganas de volver a jugar al rugby, a entrenar… No había palabras.

Después de varios días de internación, los médicos dieron la triste noticia de que ya no había posibilidades de que Ariel despertara.

El 18 de junio de 2016 su familia tomó la sabia decisión de desconectarlo, y posteriormente tuvo un gesto increíble: todos sus órganos fueron donados, salvando la vida de ocho personas en total.

La vida fue injusta con Ariel. Un pibe de 10, que amaba la profesión, se desvivía por ella y que sin dudas hubiese llegado muy lejos. Un pibe que no dudaba en darte una mano si lo necesitabas.

El periodismo nos dio la oportunidad de conocerlo, pero no hubiésemos compartido tantos momentos de no haber sido por Independiente. Y por esas cosas del destino, aquel 7 de junio estuvimos el día entero al lado suyo.

En 2017, Independiente empezaba a jugar un fútbol espectacular, el mejor que habíamos visto nosotros con 20 años de edad. Inevitablemente nos acordábamos de Ariel y lo que hubiese disfrutado a aquel equipo.

La noche del 13 de diciembre, en la que Independiente levantó una nueva copa en el Maracaná, sabíamos que Ariel estaba presente.

Es por eso que este proyecto lleva en su nombre las siglas de Ariel Di Nóbile, sumadas al club de sus amores: ADN CAI. Lo tomamos como una humilde forma de homenajearlo y recordarlo.

Contamos esta historia a modo de homenaje y enviamos un gran abrazo a la familia y amigos de Ariel. Siempre presente.