“Estamos transitando un formato y un ámbito desconocido”

Nicolas Becerra estudiante de la Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas en la Universidad Abierta Interamericana y graduado en Especialista en Gestión, Conducción del Sistema Educativo y sus Instituciones, escribió una nota de opinión en “El diario de la Educación”. “Pienso que la escuela está viviendo una oportunidad que no puede dejar pasar. Es momento de replantearnos el por qué somos tantos los que nos encontramos en un mismo lugar y muchas veces funcionamos en nuestro accionar a modo automático” comienza la nota. Nos comunicamos con él para que nos cuente más acerca de la vuelta a clases y cómo piensa que serán en 2021.

Recientemente en el artículo escribiste "Pienso que la escuela está viviendo una oportunidad que no puede dejar pasar", ¿A qué oportunidad te estabas refiriendo?

“Mirar desde otra perspectiva” es el nombre del artículo en el cual pude expresar algunas ideas y pensamientos en torno a la educación. La oportunidad aparece en los momentos en que no es fácil visualizarla. Sabemos que las crisis no son eternas y que en el final de la oscuridad podemos ver algo nuevo renacer.

Estamos transitando un formato y un ámbito desconocido. El maestro siente la necesidad del contacto con sus estudiantes y la falta de dicho espacio genera un desequilibrio. Pero a su vez, considero que educar en pandemia a la distancia nos permite pensar desde aquellas pequeñas acciones que realizamos en el espacio educativo como también las que vivimos en nuestra historia como estudiantes y a partir de nuestro lugar comenzar a desarrollar algo nuevo, pequeños movimientos que puedan dar grandes pasos.

¿Qué piensa de la vuelta a clases?

Pienso que la vuelta a “clases” está lejos de ser lo que queremos o necesitamos. Sabemos que hoy la prioridad es la salud y el bienestar. Dentro de estas prioridades hay estudiantes que a pesar de las distancias que establece el protocolo necesitan encontrarse y esa necesidad forma parte de su salud, su tranquilidad y felicidad. Hay contenidos del alma, del corazón que son alimentos a la inteligencia. Se aprende con amor y en un ambiente resonante a tomar buenas decisiones, a tener una mirada crítica y cuidar al otro/a como a uno mismo. Si bien los docentes hoy no podemos utilizar el sentido del tacto para un abrazo aprendimos a dar una mirada que entienda, una escucha paciente, una sonrisa y palabras que den alivio.

Entiendo que vivimos momentos muy difíciles, pero no dejemos que los medios de comunicación no lleven a estar pendientes de lo que perdemos y no ver todo lo que aprendimos este año, lo que buscamos y pensamos.

¿Cómo se imagina que serán las clases en 2021?

Imagino una modalidad mixta: encuentros presenciales con sus respectivos cuidados y virtuales.

Un aprendizaje importante que tenemos que seguir construyendo es dejar de pensar la educación en tiempos de un año. La trayectoria escolar es un recorrido que los estudiantes tienen que hacer en un tramo más amplio con mayores posibilidades y especial atención a sus fortalezas e intereses.

Imagino el 2021 mirando a los estudiantes en su singularidad, tratando de estar atentos a sus experiencias en el año 2020 y acompañar su proceso desde su punto de partida que no va a ser ni tiene que ser igual al de otro/a compañero/a.

¿Qué pasa y que habría que hacer con aquellos alumnos que no tuvieron suficiente tiempo de clases durante la pandemia?

Como expresaba anteriormente tenemos que analizar el concepto del tiempo. Carlos Skliar en su libro “Contra toda prisa” describe en varias oportunidades la idea de estar queriendo darle a todo tiempo un significado con una connotación mercado…todo tiene que tener un valor ¿Para quién? ¿Dónde queda la retroalimentación de lo que hacemos? Perdemos de vista las pequeñas cosas sencillas de la vida…esas que tanto extrañamos en pandemia.

El tiempo es personal, nadie puede ir a la misma velocidad que otro/a ¿Qué es ir lento? ¿Qué es ir rápido? ¿A comparación de quién?

Pienso que hay que seguir buscando espacios, pero primero escuchar a los niños/as y preguntarnos/les que aprendieron en este tiempo en sus casas. Seguramente haya mucho aprendizaje valioso. Sería importante retomar eso y darle valor desde la escuela.

¿El período de adaptación a las nuevas tecnologías de enseñanza le costará más a los alumnos o a los docentes?

El desafío que tenemos no es buscar la mejor aplicación o página de enseñanza. Lo mejor que podemos hacer este tiempo es encontrar medios que nos permitan estar en contacto con nuestros estudiantes y desde ahí construir.

Desde la educación a distancia se pudo visualizar muchas realidades socioeconómicas que invitan a pensar no sólo la forma de llegar a nuestros estudiantes sino también sus derechos como niños/as.

¿Cuál fue el propósito de escribir esa nota de opinión?

Escribir es registrar pensamientos. Este artículo contiene miradas que vengo desarrollando en el tiempo, pero que un día me senté y decidí expresar. El propósito es compartir e invitar a mirar la escuela como un espacio nuevo que nos permita tener más preguntas que respuestas.

¿Cómo se sintió cuándo la vio publicada?

Muy feliz. Me sentí igual de contento como se debe sentir un niño/a cuando su docente lo quiere, lo mira en su singularidad y le hace sentir que lo que tiene dentro suyo/a es valioso y aporta mucho.