Creatividad contra automatización: cómo debe ser un Manager 4.0

Por Martín Olivar*.

La cuarta Revolución Industrial trae un sinfín de nuevos paradigmas que rompen con aquellos a los que estábamos acostumbrados. Por citar algunos ejemplos, allí están el Blockchain, los vehículos autónomos, el Big Data, el aprendizaje de las máquinas, la Inteligencia Artificial, sin mencionar a la Internet de las Cosas y el E-commerce.

Sin embargo, todavía muchas personas creen que estamos hablando de un tema futuro y alejado de nuestro andar cotidiano. Pero si repasamos un poco nuestro día a día (como era antes de la pandemia, pero muchas cosas se acentúan en la virtualidad), veremos que nos despertamos por la mañana, miramos el clima en nuestro celular para ver qué ropa nos ponemos. Salimos rumbo al trabajo y al llegar al subte pasamos nuestra tarjeta por el molinete, que previamente hemos cargado y validado a través de una app con dinero virtual.

Luego llegamos a la oficina, nos tomamos un café que obtenemos de una máquina y pasamos 8 horas delante de una PC. Al terminar, sacamos dinero del cajero automático y vamos al supermercado, donde nos acercamos a una caja, pasamos nuestros productos y los embolsamos, sin necesidad de asistencia humana y luego abonamos acercando nuestra tarjeta de crédito a la caja. Llegamos a casa, recogemos un paquete que pedimos por Internet y, por a noche, pedimos la cena por una APP.

La automatización está en cada aspecto de nuestras vidas. Máquinas y algoritmos van ganando terreno a las tareas que tradicionalmente requerían un cara a cara. Gracias al desarrollo de la tecnología como estamos diciendo, y no por culpa de ella, de acuerdo con un estudio realizado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en su trabajo sobre Perspectivas de empleo y el futuro del trabajo realizado el año pasado, la transformación digital, la globalización y los cambios demográficos ya están reformulando el mundo del trabajo.

Con vistas al futuro, el 14% de los puestos de trabajo que existen en la actualidad podrían desaparecer durante los próximos 15-20 años como consecuencia de la automatización, mientras que otro 32% están destinados a cambiar de forma radical. Los puestos más propensos a automatizarse son los que se basan en tareas repetitivas o rutinarias. Por eso sugiero que pienses qué parte de tu trabajo se relaciona con este tipo de tareas y qué parte no.

Las máquinas o algoritmos hacen muchos trabajos más rápido, eficiente, y fiable que nosotros. Estos cambios han tenido principal influencia en la forma en cómo pensamos las tareas. En el pasado, el conocimiento de los hechos era una fortaleza para poder estimar proyecciones del mercado en el corto, mediano y largo plazo. A pesar de seguir siéndolo, hoy es más importante encontrar patrones de comportamiento en tiempo real y poder determinar, por ejemplo, qué tipo de pizza pedirá el cliente para esta noche, con el fin de contar con el producto justo después de que éste realice el pedido. Las proyecciones dejan de ser estimativas y se convierten en certeras y exactas.

Sin embargo, por el momento, los robots no han podido llegar a realizar aquellas tareas que tienen cualidades más humanas como la creatividad, curiosidad y habilidades interpersonales. Todo esto que parece simple de comprender, implica un gran cambio de conductas. Las actividades diarias van de menos estructuradas a más cognitivas, por lo que las cualidades analíticas, el conocimiento de la tecnología y los soft Skills se convierten en rasgos claves.

En este sentido, y más allá de algunos conceptos que se han puesto de moda como “cambio de paradigma”, “zona de comfort”, o “nueva normalidad”, nos proponemos acercar una mirada que transcienda las etiquetas y promueva un verdadera matanoia. Les propongo tomar lo escrito hasta el momento como un marco de análisis que le permita anticiparse a los requerimientos de esa demanda (organizaciones y grupos sociales y laborales) y nos concentremos en la oferta.

Entonces: ¿Cómo debe ser el Manager 4.0? Como decíamos, el futuro del trabajo está sustentado en las habilidades cognitivas de nivel superiores, (etiquetadas como Soft Skills), reflexionar, elaborar hipótesis de resolución de problemas, relacionar, liderar, transponer, crear, imaginar escenarios y toma de decisiones, por citar algunas.

Las empresas necesitarán managers con competencias y perfiles muy diferentes a los actuales. Deberán ser cada vez más expertos en interpretar, analizar y conceptualizar información, para poder colaborar con su entorno y ganar agilidad e innovación. Además, la curiosidad, la adaptabilidad a los cambios y el aprendizaje continuo serán características básicas. El reto es identificar los requerimientos que tendrá la sociedad para esos managers en el futuro de modo tal que podamos adquirir ahora las competencias necesarias.

* Speaker y coach internacional, director académico de la licenciatura en Comercialización y la licenciatura en Administración de la Universidad Abierta Interamericana (UAI).