Kinesiólogos por Argentina y el mundo. Segundo capítulo

Las Jornadas Virtuales de Integración de Estudiantes y Graduados de Kinesiología tuvieron en su segundo día de actividades la destacada participación de Sergio de San Martín, graduado de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría, de la Sede Regional Rosario, y docente de la carrera. Su derrotero profesional lo llevó a Rusia para desempeñarse, primero como fisioterapeuta en el FC Dynamo de Moscú, luego en el Spartak y finalmente pasó a integrar el staff médico de la selección rusa de fútbol que tuvo una destacada participación en la última Copa del Mundo.

Además de continuar con su trabajo en la Federación Rusa, inició en Rosario un proyecto propio en una clínica orientada al segmento de traumatología deportiva que se ocupa de la rehabilitación de deportistas y la prevención de lesiones a través de distintas terapias basadas en el movimiento.

Entrevistado por un grupo de alumnos, contó detalles de su éxito profesional y la experiencia de trabajar en tierras rusas. Asimismo, brindó algunos tips para marcar la diferencia en la alta competencia. Destacó la disciplina, el esfuerzo, el profesionalismo y el compromiso como las cualidades fundamentales para un buen desempeño, así como la persistencia en el entrenamiento.

Egresado con medalla de plata de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, de San Martín realizó posgrados en Osteopatía y Facilitación Neuromuscular Propioceptiva, doctorándose en Ciencias Biomédicas. Su trayectoria incluye la vicepresidencia del Colegio de Kinesiólogos de Rosario y la dirección del Departamento de Investigación y Estrategias de Prevención del Club Newell’s Old Boys. Antes de desembarcar en Moscú como kinesiólogo del equipo del DT Stanislav Cherchesov, pasó también por la selección Haití, Argentinos de Rosario y Tiro Federal.

Más de 300 participantes siguieron la exposición del Dr. de San Martín desde todo el mundo, a través de la plataforma Zoom y el canal de la UAI en YouTube. A nivel deportivo destacó, como su punto más alto, la participación en el Mundial 2018, pero desde el punto de vista profesional señaló la rehabilitación de una paciente en el Sanatorio Británico que, a partir de una patología infrecuente, se encontraba imposibilitada de caminar después de haber dado a luz a su hijo. El trabajo kinesiológico e interdisciplinario con el resto del equipo de salud logró la rehabilitación plena, y un emotivo encuentro posterior donde pudo agradecer su compromiso profesional. En este sentido, remarcó la necesidad de revalorizar el rol humanista de la carrera: “Lo más importante es la recuperación del paciente, su bienestar”.

Finalmente compartió en su ponencia las características del aprendizaje motor y el entrenamiento neurocognitivo. “El movimiento es una herramienta concreta que se puede usar para captar las cualidades más abstractas e intangibles del cerebro”, definió de San Martin, describiendo el proceso cognitivo que lleva a la toma de decisiones, y su componente emocional.

El programa de la jornada incluyó los mensajes alusivos de Gerardo “Tata” Martino (ex director técnico de la selección argentina de futbol y actual entrenador del combinado mexicano) y Pablo Pérez (jugador de Newell´s), quienes elogiaron el rol de los kinesiólogos a lo largo de la vida del deportista de élite, en lo que significa la puesta a punto, la prevención de lesiones en el campo y el tratamiento de patologías conexas. “Tito” Vásquez (capitán del equipo argentino campeón de Copa Davis) también sumó sus palabras y, coincidentemente con otras personalidades del deportes, destacó el acompañamiento psicológico en los difíciles momentos de recuperación tras una lesión.

Los representantes olímpicos Leandro Marchetti, Federico Grabich e Iván Rossi, subrayaron la superación de las patologías sufridas en sus respectivas carreras gracias a la labor de los kinesiólogos, siendo también un factor determinante en la prevención de lesiones.

 

Internacionalización de la carrera

En horas de la tarde llegó el turno del Lic. Ezequiel Martinich, quien conversó con alumnos de quinto año para recordar su paso por la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría de la Sede Rosario, donde pudo graduarse al mismo tiempo que se desempeñaba como Secretario Técnico de la carrera. La actividad profesional lo llevó a trasladarse a la Sede Buenos Aires, donde propuso la creación de un área destinada a la cooperación internacional, dando el puntapié inicial a la construcción de una política sostenida de vinculación de la UAI con otras entidades académicas y educativas del mundo. Actualmente, dentro de la Vicerrectoría de Extensión, ocupa el cargo de Secretario de Relaciones Institucionales para el cual decidió capacitarse a través de una especialización y una maestría en Cooperación Internacional dictada por la Universidad Nacional de San Martín.

Alentó a los alumnos a participar de intercambios en el exterior con el fin de enriquecer la formación académica, el descubrimiento de nuevas culturas y la generación de vínculos con futuros profesionales que desarrollan otras metodologías de trabajo. “En el intercambio pueden seleccionar aquellas materias que quieran cursar y que al regreso sean convalidadas, o buscar alguna especificidad, que si bien no pueda ser reconocido en la currícula, le sirva a su formación”, explicó Martinich.

En su alocución reveló que la UAI posee más de 180 convenios vigentes con 112 países, lo que permite a los alumnos elegir prácticamente cualquier destino en el mundo. Particularmente, los estudiantes de Kinesiología eligen mayoritariamente a Brasil, donde pueden acceder a pasantías rentadas para costearse la estadía. Además, destacó que el alumno no abona ningún arancel extra por cursar en el exterior, sin importar el tiempo de residencia.

La Secretaría a su cargo analiza a las universidades extranjeras con las que se rubrican estos acuerdos con el fin de evaluar los estándares de calidad y las habilitaciones exigidas por las autoridades locales para su correcto funcionamiento. Los convenios firmados no solo se remiten a la movilidad de los alumnos, sino también para la investigación conjunta, la formación profesional de los investigadores y el trabajo en red.

Martinich aclaró que el título emitido por la UAI tiene validez en todo el territorio nacional pero para trabajar en el exterior se requiere de un trámite de convalidación, donde cada nación dispone de un protocolo particular a seguir. En el caso de Chile y España, señaló la existencia de acuerdos binacionales específicos que facilitan este proceso de convalidación acortando significativamente los plazos.

A partir de la declaración de pandemia la movilidad de las personas se vio restringida, pese a lo cual la Secretaría de Relaciones Institucionales continuó con la política de intercambio aunque bajo una modalidad virtual, sin necesidad de concretar el traslado. Para ello sostiene la oferta de becas a extranjeros, para alumnos a través de un concurso anual y la promoción de becas por parte de distintas oficinas de cooperación internacional, como la Fundación Carolina (creada por el Consejo de Ministros de España) o el Programa Fulbright (patrocinado por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de los Estados Unidos)

En la exposición comentó también la creación de una plataforma que promueve la movilidad internacional de estudiantes, docentes e investigadores argentinos al exterior o viceversa. Campus global permite encontrar las más variadas becas para estudiar una carrera, un posgrado, aprender idiomas, o realizar prácticas. Recalcó que allí se puede efectuar una búsqueda por países, temáticas y amplitud del beneficio. El interesado puede registrar sus datos personales, y la propia plataforma le avisa en caso de surgir la posibilidad de acceso a una beca de acuerdo a los parámetros seleccionados. Contó además que la UAI, gracias al apoyo del Banco Santander, pone a disposición 3 becas de apoyo para el cursado en el extranjero por un monto equivalente a los 3000 euros, cada una.

Para dar testimonio de esta experiencia, Cecilia Schibli y Juan Cruz Leguizamón (graduados de la Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría), destacaron el valor de poder vivenciar un intercambio académico ante la posibilidad cierta de incorporar nuevos saberes, conocer otras culturas e idiomas, aprender metodologías de trabajo diferentes y, por sobre todas las cosas, generar de vínculos que luego se traducen en una verdadera red de contactos para el profesional.

 

Trabajar en el exterior

El fisioterapeuta brasileño Theo Costa se puso a disposición para contar, entrevista mediante, su experiencia personal, los inicios en la profesión y los motivos que lo llevaron a incursionar en este disciplina. Theo cuenta con varios posgrados y actualmente trabaja en la ciudad de Melbourne, Australia, donde llegó luego de una propuesta que le hicieron llegar desde una clínica en el año 2018, a raíz de su sólida formación en kinesiología deportiva, pilates y terapia manuales

Respondiendo a las consultas de los alumnos, contó que el proceso de convalidación de su título conllevó un largo proceso donde tuvo que acreditar sus competencias ante el gobierno australiano y el colegio de profesionales. Además, debió obtener una licencia de trabajo y adquirir un exigente nivel de inglés, para lo cual se preparó exclusivamente durante 8 meses. En el tiempo que lleva residiendo en Australia, destacó el reconocimiento social de la profesión, y las oportunidades laborales existentes. “Necesitan más kinesiólogos, al igual que terapeutas ocupacionales y enfermeros”, advirtió.

Una graduada de la Sede Rosario, Romina Bottero, tuvo también su aparición en estas jornadas para transmitir, desde España, su experiencia laboral en el Hospital Universitario Parc Taulí de la localidad de Sabadell, Barcelona. Romina obtuvo dos postítulos, tanto en pediatría como en  terapias manuales, y contó su decisión de embarcarse al Viejo Continente en búsqueda de nuevas experiencias laborales y personales. Recordando su paso por la UAI, remarcó el abanico de prácticas que ofrece la carrera de Kinesiología, donde pudo experimentar la labor del profesional en diferentes especialidad para poder optar en cual ejercer a la hora de graduarse.

El cierre estuvo a cargo del licenciado en Kinesiología, Mauro Barone, docente e investigador en la Universidad del Gran Rosario quien presentó la ponencia: “Terapias manuales en el abordaje de los trastornos temporomandibulares”. Explicó que los pacientes con este trastorno tiene afecciones musculoesquléticas y neuromusculares que involucran a las articulaciones, los músculos masticatorios y los tejidos asociados.

En base a diferentes estudios, estimó que el 40% de la población manifiesta signos y el 25% tiene ya una sintomatología asociada, con un rango etario entre los 20 y los 40 años. En una pormenorizada disertación mostró una clasificación de este trastorno con sus correspondientes diferenciaciones, la etiología y los tratamientos adecuados a cada cuadro específico.