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El éxito del Doctorado en Educación Superior Universitaria

El Doctorado en Educación Superior Universitaria, de titulación conjunta entre la Universidad Abierta Interamericana, la Universidad Austral y la Universidad Nacional de Río Negro, comenzó con su primera cursada en 2019 y en 2022 arrancó la quinta cohorte. Es un caso único de doctorado interinstitucional, en donde hay doble titulación compartida entre universidades privadas y de gestión estatal.

"Esto es fruto de la colaboración de profesores de estas tres universidades, más algunos de la Universidad de San Andrés y la Universidad Di Tella, que conformamos la Red de Estudios de Educación Superior (REES), un grupo académico de estudio de investigación con varios proyectos y publicaciones. En ese marco surgió la idea del Doctorado", explicó el director del mismo, el Dr. Julio Durand. Según detalló, "la inquietud de investigar y producir sobre Educación Superior terminó cuajando en la idea de hacer un Doctorado, que tiene como objetivo la investigación y la producción de conocimiento sobre la realidad y la gestión de las universidades".

El Doctorado comenzó de manera totalmente presencial y, como ocurrió con casi todo a nivel mundial, la pandemia obligó a adaptarse a la cursada de modo virtual. En este 2022, con la situación epidemiológica más contenida, se pasó a un modelo híbrido que aprovechó aquella experiencia virtual. Hay mucho interés y demanda. "Antes, a uno le agarraban dudas de si en el doctorado habría o no alumnos... Y la verdad es que hay demasiado interés. Pero es de ingreso selectivo, es una carrera compleja", sentenció Durand.

"Se comenzó de forma presencial, durante la pandemia se dictó totalmente de forma virtual y eso abrió la posibilidad a que se plieguen alumnos, por ejemplo, de Ecuador, Chile, Uruguay, Bolivia y el resto de la Argentina", detalló la Coordinadora Académica del Doctorado, la Mg. María Ximena García Tellería.

Explicó que, además, se aprovechó el marco a distancia para que participen también profesores internacionales como docentes invitados. "Fue una oportunidad para poder enriquecer la propuesta de enseñanza en ese sentido. Ahora estamos en un modelo híbrido, donde se presenta de forma alternada la presencialidad y la virtualidad, y muchas veces se aprovecha el modelo de aula invertida, donde los tiempos presenciales son para debatir", ahondó.

María Ximena García Tellería y Julio Durand.

La Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) establece que el porcentaje de presencialidad debe ser mayor al 50%, o que el porcentaje de virtualidad debe ser menos al 50%. Es por eso que la carrera posee una semana intensiva al comienzo de cada semestre y el resto se cursa de manera virtual. Esta semana se realizó en el mes de julio en Buenos Aires, coincidiendo con el receso escolar en todo el país.

"Hemos aprovechado para hacer una transformación con todo lo que aprendimos durante la pandemia. Tratamos de conservar en la nueva normalidad o presencialidad en este 2022, un diseño de semanas intensivas de presencialidad. En el mes de abril, que fue el primer grupo que empezó con esta nueva modalidad, estuvo una semana en Buenos Aires y eso facilitó que se inscribieran alumnos del exterior y del interior. Que viajan una vez por cuatrimestre, luego siguen aprovechando el aula virtual. Eso nos ha dado buen resultado", comentó Durand.

Ambos especialistas coincidieron en que la Argentina continúa siendo una plaza prestigiosa y accesible en todo lo que es educación. Hasta la ciudad de Buenos Aires es atractiva para los estudiantes, porque ofrece toda una vida cultural para aprovechar. "Los que vinieron una semana en febrero, aprovecharon para hacer otro tipo de visitas, accedieron a bibliotecas, compraron libros... Hay muchas posibilidades", detallaron sobre el plus que genera el tener que cursar una semana presencial y venir desde otros países o ciudades.

En cuanto al perfil de los alumnos del Doctorado, García Tellería detalló que "la mayoría de nuestros alumnos son profesores y autoridades de universidades". "Son alumnos que trabajan en la universidad, dando clases o en gestión, y sus carreras de base son muy diferentes, pero que tienen en común trabajar en educación superior", explicó.

Por su parte, Durand comentó en ese sentido que lo que tiene de rico el Doctorado es que hay gente de todas las facultades y no solamente los que pertenecen a educación. "Justamente, lo que ellos quieren es investigar sobre cómo funciona la Universidad, el gobierno de la Universidad, cómo funcionan los sistemas de educación superior, las tendencias en ese sentido", informó.

García Tellería destacó que también es importante la modalidad de un trayecto de formación para guiar al alumnado con su tesis. "Es un taller de tesis donde se acompaña desde el inicio a cada uno de los doctorandos en la preparación del proyecto, en el contacto con el tutor para que pueda escribir y terminar, o tener encaminada su tesis doctoral en tiempo y forma", relató.

En coincidencia, Durad aseguró que el desafío que existe es que lleguen a terminar la tesis. "Nos hemos propuesto que trabajen en los primeros tres años, que son de cursos obligatorios y optativos, la idea es que ya vayan trabajando en el proyecto de tesis. Para que luego puedan presentar un conocimiento nuevo, un concepto original, una propuesta de solución de problemas y de gestión", aseguró.

Por último, aclaró que la idea del Doctorado es que también ofrezca "un espacio abierto a distintas tendencias". "En Argentina hay un fuerte predominio de la mirada de las universidades nacionales que son el entre el 80% y el 75% del sistema universitario. Pero las universidades privadas tienen muchas peculiaridades que las hacen únicas y tienen su propuesta. Juntar ese espacio para que se conozca, me parece que ayuda al diálogo y enriquece al sistema", concluyó.

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