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Guillermo López, director del Posgrado en periodismo digital: “El periodista es hoy, aún más importante que cuando no estaba Internet”

Ante el surgimiento de la pandemia de coronavirus y el posterior confinamiento obligatorio en muchos países, la mayoría de las empresas debieron adaptarse al home office o el teletrabajo. Y el periodismo no fue la excepción. Más allá de que muchos reporteros debieron salir a la calle como siempre, un amplio porcentaje de trabajadores de la comunicación no lo hizo. ¿Hubo cambios en el quehacer de la profesión?

Guillermo López, el director de la especialización en Periodismo Digital de UAI, aseguró que el periodismo, por su peculiar característica, “siempre incluyó mucho de teletrabajo o trabajo deslocalizado, fuera de una redacción, que tiene que ver con conocer contextos, fuentes, hacer reportajes y diversas cuestiones propias del periodismo”.

¿Cambió algo el home office para los periodistas?

Frente a una pandemia única como la que estamos viviendo apareció una suerte de cara y contracara del periodismo digital. Por un lado, una oportunidad única de virtualizar y poner a prueba todo lo que son las plataformas, dispositivos y la habilidad de los periodistas para el desarrollo del periodismo digital en sí. La contracara es la falta de capacitación de la mayoría de los periodistas con respecto a las rutinas digitales. Vemos muchos que son buenos consumidores y usuarios de redes, pero no son buenos productores de contenidos. Esto es: repiten y hacen lo mismo que podría hacer cualquier persona que le guste estar con los dispositivos digitales. El tema de la producción de noticias únicas, de calidad, con profundidad y con consulta de fuentes no se está viendo mucho. Por eso vemos un enorme desarrollo de las fake news, porque en el vértigo de querer publicar más y más rápido que otro, es muy fácil caer en esta desinformación.

¿Es malo para el prestigio del periodismo?

Es que hoy muchos medios no se ocupan mucho de la veracidad y credibilidad, simplemente se disculpan cuando cometen un yerro. Es muy fácil de ver esto en la televisión, cuando vemos una cosa y al rato la contraria. Ponen un potencial como el "habría" o "podría" y, si al rato no se confirma, siguen adelante con lo que sí se haya confirmado. Uno de los problemas que enfrenta el periodista en el día a día con esto de la pandemia es que, al no haber circulación y menos actividad, suceden menos cosas. Desde lo policial hasta eventos deportivos, espectáculos y todo lo que se nos pueda ocurrir. Hay mucho de más de lo mismo, mucha falta de foco en desarrollo de temas que no sean necesariamente del día a día. Esto hace que todo el mundo hable de lo mismo. Pero en realidad sí hay mucho por hacer. No ha habido capacitación, aprendizaje y puesta en marcha de ese tipo de periodismo, que no necesariamente consulta en las redes y el día a día. El storytelling, la narración de historias es poco trabajado en algunos medios, sin embargo es de gran actualidad en medios internacionales, justamente estoy dictando un curso sobre el tema, ya que permite un desarrollo profesional que va mas allá de la noticia de actualidad o “comentar” lo que se dice en redes.

¿Es tan necesaria la figura del periodista en los tiempos de Internet?

Diría que hoy es aún más importante que cuando no estaba. Porque hay una sobre abundancia de información, una redundancia fabulosa y una falta de contexto, porque se le da el mismo valor a una noticia que apareció en Twitter que a la primera plana de un medio. Y no es así. El periodista es una suerte de gestor, de evaluador de la información, de profesional que orienta sobre la marcha, la veracidad o no y la cantidad de información que hay sobre un tema. Siempre que tenga más fuentes, información de primera mano, primicias que no son las que aparecen en las redes y tenga el chequeo. En las redes se dicen cualquier cosa, porque escribe “cualquiera” en el sentido más literal, no se le puede pedir a las redes más de lo que son, el problema no son las redes, el problema son los periodistas y los medios y el uso que hacen de ellas.

El del periodismo es un mercado golpeado. ¿Qué mensaje se les da a los futuros comunicadores?

Hoy, contrariamente a lo que parece, es un momento lleno de oportunidades, donde los comunicadores tienen más posibilidades laborales que antiguamente. Lo que hoy vivimos es maravilloso: el poder publicar con un costo casi cero y llegar a enormes cantidades de audiencia. Lo que sucede es que hay que repensar los medios, a los comunicadores, también las estructuras de los planes de estudio donde se forman y no pensar en ir a trabajar en un medio. Hoy, la mayoría del trabajo está en el periodismo emprendedor, en pequeños grupos que llevan adelante pequeños proyectos que no requieren inversiones multimillonarias. También son pequeños los ingresos y en general hay que llevar adelante varios proyectos y tareas para obtener ingresos que antes provenían de un sueldo en un medio grande.

¿Qué perfil de profesionales forja la especialización?

Apunta a un perfil dual. Por un lado, la capacitación, el manejo y el conocimiento de community manager, redes sociales, de cómo publicar y producir contendidos de audio, videos y gráficos, y las últimas tendencias en plataformas. Por el otro, lo que tiene que ver con lo cognoscitivo: saber, entender, indagar, buscar, procesar y producir información que vaya más allá de la que puede encontrar cualquier persona, usuario o consumidor pegando tres "tecleos" o poniendo en Google "qué es tal cosa". Si lo que se produce se puede recuperar tan fácil como hacer una búsqueda en Internet quiere decir que no está bien, no tiene nivel profesional y no se hizo lo que debería hacer. Nadie va a buscar un periodista si buscando en forma propia uno obtiene una respuesta igual o mejor. Esa es la idea de la formación: ser un profesional que está más allá de la simple búsqueda en Google.