Maestría en Psicología del deporte: el disfrute y goce en la práctica de la educación física

Si jugar es divertido, ¿por qué no siempre la pasamos bien en el deporte? Ese fue el punto de debate que se trató el jueves 13 de octubre en el Aula Magna de la Universidad Abierta Interamericana.

En el marco de una jornada introductoria para la Maestría en Psicología del Deporte, distintos psicólogos especialistas en la temática compartieron sus puntos de vista frente a cómo los padres y entrenadores deportivos, así como el entorno y los pares, pueden influir positiva y negativamente en el comportamiento, desempeño y emociones de los jóvenes/adolescentes que practican una disciplina deportiva.

Ernesto Pais, director de la Carrera de Psicología de la UAI, abrió el evento ante decenas de jóvenes que se acercaron para participar de la charla libre y gratuita. Para él, en esta carrera, son sumamente importantes los siguientes ejes: la investigación y la transparencia, así como las prácticas profesionales y el trabajo de campo.

Por su parte, la Dra. María Julia Raimundi, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) e Instituto de Psicología Básica, Aplicada y Tecnología (IPSIBAT), y docente de la UAI, los especialistas en Psicología Deportiva “brindan herramientas para el deporte saludable, física y psicológicamente”.

Otro de los expositores, Ignacio Celsi, Becario doctoral (CONICET), Doctorando en Psicología (UNC), Mg. en Investigación en Actividad Física y Deporte (UMA) e Investigador-Docente, Facultad de Psicología (UBA), se preguntó: “¿Cómo influye la presión y las emociones del contexto en el goce y estado anímico de un joven o adolescente que practica un deporte?”. En ese sentido explicó que el deporte es clave en la adolescencia y recordó que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es hacer un promedio de 60 minutos diarios de actividad física.

No obstante, reveló que -según encuestas mundiales- el 50% de los adolescentes no hacen una hora diaria de deporte y que el 54% no realiza actividad deportiva por fuera de la escuela. A su vez, indicó que la mayor tasa de deserción de los jóvenes en el deporte se da entre los 16 y 18 años. Pero ¿por qué sucede esto?

La Dra. Isabel Castillo, Profesora Titular de Psicología Social del Deporte. Universitat de València (España), lo explicó claramente: “Muchos padres/madres y hasta entrenadores desalientan y presionan a los jóvenes, llevándolos al síndrome del burnout, lo que conduce a que abandonen la práctica deportiva”.

“Como psicólogos nos interesa lograr que los chicos disfruten del deporte, que tengan entusiasmo y alegría. El deporte permite desarrollar múltiples habilidades que le servirán a los jóvenes para muchos ámbitos de sus vidas. ¿Qué puede hacer entonces un padre o un entrenador para garantizar el disfrute del deporte? Deben acompañar a los jóvenes de manera emocional, ya que hay aspectos personales e individuales, así como valores, que pueden generar el goce o, en cambio, obstáculos”, indicó.

Y se preguntó: “¿Cuál es el papel del contexto social en el deporte adolescente?” Para ella, padres y entrenadores deben ser el ejemplo, valorar el esfuerzo de los menores y fomentar su autonomía, es decir, no presionarlos ni imponerles actividades que los adolescentes no elijan, ya que esas conductas “favorecen el disfrute de los chicos y el compromiso hacia la disciplina deportiva”.

Por el contrario, “algunos padres y entrenadores buscan el resultado (que sus hijos ganen un partido, por ejemplo), ejercen control sobre ellos y hacen comparaciones. Esas conductas negativas conducen generalmente a que el menor se estrese, se frustre y quiera abandonar la actividad deportiva”.

Por último, los disertantes coincidieron en que la práctica adecuada del deporte favorece habilidades personales y mejoran el ánimo. Además, generan múltiples beneficios físicos, psicológicos y bienestar general, alejando a los más jóvenes de posibles malos hábitos de vida y conduciéndolos a una vida saludable.

“Nuestra función como psicólogos es recomendarle a los padres estrategias de afrontamiento y auto diálogo, que gestionen sus emociones para con sus hijos, les brindamos redes de apoyo, mejoramos la comunicación de padres y entrenadores”, concluyeron.