Robótica Educativa, un paso joven hacia la innovación

La tecnología avanza a pasos acelerados y las nuevas generaciones nacen con ella. En los primeros años de vida, el niño moderno se familiariza e interactúa con naturalidad con las máquinas que invaden sus hogares como los televisores, los celulares, las tablets y los controles remotos. A partir de los ocho meses de edad, los bebés ya empiezan a explorar por sí solos y, de a poco, van memorizando el sistema operativo de los dispositivos que facilitan nuestras vidas cotidianas.

A raíz de este fenómeno mundial que cambió para siempre nuestras vidas, la Robótica Educativa pasó a ocupar un lugar primordial en el sistema de aprendizaje global. La RE es una disciplina que tiene como objetivo la concepción, creación y puesta en funcionamiento de prototipos robóticos y programas especializados con fines pedagógicos, un área de la Educación Tecnológica que pretende la inserción de tecnología con material concreto para el aprendizaje de conceptos específicos de la disciplina (robótica) y para su uso como recurso didáctico en otras áreas como ser la Medicina, Odontología, etc.

La Universidad Abierta Interamericana considera fundamental que los alumnos de sus colegios y universidades exploten su creatividad e ingenio y se lancen desde chicos al mundo de la exploración tecnológica y la innovación. El Licenciado Gonzalo Zabala, Director del Laboratorio de Robótica Autónoma del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática (CAETI), explicó que en un mundo atravesado por la ciencia y la tecnología, es importante que los jóvenes estén inmersos en esos nuevos paradigmas que además de definir las características de su universo, les otorgan herramientas para comprender este mundo de una manera consistente. 

Por su parte, el Mg. Ing. Néstor Balich, Director del Laboratorio de Robótica Física del CAETI, definió a la Robótica Educativa como una herramienta que ante el hacer –tocar, armar y rearmar cosas- permite que alumnos de todas las edades aprendan y lleven a la práctica elementos de matemática, geometría, física, electrónica, programación y trabajo en equipo.

El Vicerrector de la UAI y Decano de la Facultad de Tecnología Informática de la UAI, Dr. Marcelo De Vincenzi, reiteró la importancia del Laboratorio Creativo 3D de la UAI, único en el país, al subrayar que “el mismo nos permite avanzar en términos de creación, innovación y como herramienta pedagógica centrada en el ´aprender haciendo´. Cuando uno habla de transversalidad educativa, habla de integración entre varias disciplinas. La robótica nos permitió eso, potenciar especialidades como Medicina, Diseño, Arquitectura, Ingeniería en Sistemas Informáticos, Robótica y Videojuegos que parecen tan disímiles pero que pueden encontrar un espacio común desde la creatividad digital y el diseño por computadora, y materializarlos en un prototípico físico 100% funcional”.

Algo similar sostuvo Zabala al afirmar que desde el CAETI se ha desarrollado, además de diversos proyectos de Robótica Educativa, un ambiente de programación de diversos kits de robótica, conocido como Physical Etoys. Además, dan apoyo a diversas competencias de robótica, como la Roboliga y la Robocup, donde los alumnos de nivel primario, secundario y universitario se divierten y exponen sus creaciones. Por su parte, Balich añadió que hoy, la industria tecnológica busca personas con capacidades cognitivas, inventivas y de resiliencia porque el cambio tecnológico será cada vez más rápido e impactará en todas la áreas del trabajo y la vida”.

Por último, reveló que la UAI implementó la Robótica Educativa en 1997, cuando en Argentina poco se hablaba de esto en escuelas y universidades. “Poco a poco fuimos aunando esfuerzos y promoviendo su uso, lo cual nos sitúa como la única entidad educativa en el país que cubre desde el nivel inicial hasta el posgrado, con talleres para los más chiquitos hasta materias como Robótica en Ingeniería en Sistemas o Automatización en la Maestría Informática y Cloud Robotic en el Doctorado. Además, fabricamos nuestros propios robots”, contó.