La interculturalidad en Enfermería

El proyecto de internacionalización que la UAI lleva adelante ha conseguido un nuevo hito a partir de la concreción de un espacio híbrido promovido por la Licenciatura en Enfermería para el debate y el intercambio de saberes interculturales en enfermería latinoamericana y europea, con la participación de alumnos y docentes representantes de distintas casas de estudio del exterior.

En el último encuentro del año, estuvieron presentes como “embajadores” de la UAI, la Dra. Liliana Ponti (directora de la Licenciatura en Enfermería), junto con las docentes, Andrea Fortino y Alicia Alomar. Los profesores Luis Rodrigo Muñoz Correa y Gilda Tolosa lo hicieron por la Universidad de Santo Tomás (Chile), y la Mg. Maria del Valle Garzon Delgado por la Pontificia Universidad de Comillas (España).

“El objetivo es lograr un intercambio con los colegas de otros países con un programa que se sostenga en el tiempo para el abordaje de la interculturalidad en enfermería. Permitirá que los estudiantes de las diferentes Casas tomen la competencia de la interculturalidad, a valorar a otra persona que tiene una cultura diferente”, explicó la doctora Ponti, y comentó que este proyecto prevé una segunda etapa a partir del año próximo, donde los trabajos realizados por los alumnos serán publicados en un libro que recopile las distintas experiencias surgidas de las intervenciones realizadas en el territorio.

 

Saberes interculturales e intervención comunitaria

La estudiante de la Universidad Santo Tomás de Valdivia, Lucero Montecino Alarcón, presentó su trabajo sobre el pueblo originario Mapuche asentado en Santiago de Chile. En su exposición comentó que la comunidad constituye un grupo social bastante hermético. "No es fácil llegar a ellos, pero son capaces de interactuar con otros. Cuando empezaron a realizar sus rituales, nos permitieron participar para poder conocerlos. Son personas muy colaborativas y solidarias, cooperativas con el otro", manifestó

Las alumnas trasandinas Odett Merari González Ávila y Karen Belén Silva González explicaron las características del duelo migratorio y su incidencia en la salud mental en la población migrante. Su trabajo se desarrolló en el Campamento Las Mulatas de la ciudad de Valdivia, habitado mayoritariamente por haitianos. Allí, pudieron observar que la migración puede comprometer la salud mental. "El duelo migratorio es un proceso de pérdida social en la migración, que no está exento de dolor y sufrimiento entre lo que se deja atrás y lo nuevo", explicaron y detallaron que entre los principales síntomas que este fenómeno entraña aparece el cansancio, la fatiga, la pérdida de apetito, la falta de motivación y las ideas suicidas.

Asimismo, remarcaron que la afectación que el proceso migratorio tiene sobre la salud mental conlleva un incremento en los casos de depresión, los suicidios, las drogodependencias, y las muertes violentas relacionadas con estas adicciones. "La salud mental es el estado de equilibrio entre las personas y el entorno sociocultura que les rodea", remarcaron y concluyeron que "salir de casa siempre significa salir con los pies, pero a veces es hacerlo sin el corazón".

Por su parte, alumnas de la Licenciatura en Enfermería abordaron el tópico "Comunicación y diversidad cultural". Paola Acquaroli, Belén Becerra, Débora Manrique, Antonella Mazeyra y Claudia Vivas contaron su trabajo con la comunidad gitana asentada en la zona sur de Rosario. "Mantienen mucho de su cultura y su lengua, el romaní", contaron y a partir de su experiencia pudieron comprobar que los gitanos solo se vinculan con el sistema de salud cuando padecen alguna enfermedad, obviando complemente la medicina preventiva.

"Tienen instaurado el sedentarismo, con una gran prevalencia de casos de obesidad que devendrán en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, como la diabetes", dijeron y señalaron la necesidad de promover en la comunidad la adquisición de hábitos alimenticios saludables.

El proceso de educación comunitaria y las zonas de contactos interaccionales de potencialidades comunitaria fue la presentación que llevaron adelante Silvia Romero, Candela Suárez, Carina Chamorro y Renzo Biasoni. Sus actividades estuvieron centradas en la etnia wichi, radicada mayoritariamente en el Barrio Empalme Granero de Rosario, y originarias de las provincias de Chaco, Salta y Formosa.

"Vivian de la caza, la pesca y la recolección de frutos. El corrimiento de la frontera agrícola y la depredación del ecosistema terminó por dificultarles el acceso a los recursos naturales, requiriendo la asistencia del estado y el sector privado. La principal problemática que observamos tiene que ver con la desnutrición y la deshidratación Las comunidades no acceden a lo más básico para vivir", describieron las alumnas y contaron que su plan de intervención contempla la realización de talleres de autocuidado, potabilización del agua, lavado de manos, y charlas sobre siembra y cosecha de frutos y hortalizas para el consumo de comida saludable, con el fin de promover el cambio social comunitario.

Finalmente, Marisa Gadea, Natalia Arias, Silvina Castaño y Jaquelina Guzmán, presentaron su ponencia sobre los pueblos originarios y la comunidad Qom de Rosario. Originarios del territorio comprendido por las provincias de Formosa y Chaco, así como la República del Paraguay y el Estado Plurinacional de Bolivia, migraron al sur de Santa Fe a partir de la década del 80´con la depredación de los bosques nativos y el inicio de un periodo de inundación en el norte argentino.

"Los asentamientos no son aptos para vivir porque son terrenos inundables. La condición de vida es muy precaria con dificultades para acceder a los servicios básicos, como el agua potable o la recolección permanente de residuos", aseguraron las alumnas y describieron que gran parte de los miembros de la comunidad no trabajan de forma estable, desempeñándose mayoritariamente en la construcción, el empleo doméstico, el reciclaje y la venta de artesanías. 

"Se registran muchos cuadros de diarrea, deshidratación, y problemas dentarios. No acuden al médico a menos que la sintomatología les produzca dolor. Los médicos, al ser una comunidad cerrada, deben salir en la búsqueda de sus pacientes. Mantienen sus creencias y el apego a la medicina ancestral", concluyeron.

La Licenciatura en Enfermería de la Sede Rosario busca ampliar los conocimientos teóricos y/o de prácticas profesionales en distintos contextos culturales. Por ello, con el fin de fortalecer al profesional de esta disciplina a través del intercambio intercultural, estos encuentros permiten debatir sobre distintas culturas, etnias y formas de cuidado del paciente. Estos dos aspectos, la identidad social e intercultural y la humanización en el cuidado encuadran el momento.