Juntos y dando amor
El primer encuentro del año nos encuentra en una situación difícil de haber imaginado hace unos meses atrás cuando nos “despedíamos” del 2019 con una reflexión que hacía alusión a “Valorar el tiempo”. Hoy nuestros tiempos son otros, a todos de alguna u otra manera nos ha cambiado la rutina y parte de nuestra vida, creemos necesario por esto mismo, no perder este espacio de reflexión con las ideas que sigue transmitiendo el Papa Francisco en sus homilías y los paradigmas del Dr. Edgardo N. De Vincenzi que nos hacen pensar sin perder la sensibilidad, tan necesaria en estos tiempos.
En muchos de los libros del Dr. De Vincenzi se hace referencia a la importancia del amor: Mientras el amor abre alternativas, posibilita, destraba; el odio cierra puertas, trunca, pone obstáculos, dice De Vincenzi.
El amor es el motor que pone en marcha todas las buenas acciones. Aquellos que realmente aman, no tienen que decir nada: todo está claramente dicho en su vida, en su proceder. Y también amor, amar es lo que nos pide el Papa Francisco en su homilía de abril dedicada a los jóvenes donde sostiene: Podemos no traicionar aquello para lo que hemos sido creados, no abandonar lo que de verdad importa.
Estamos en el mundo para amarlo a Él y a los demás. El resto pasa, el amor permanece. El drama que estamos atravesando en este tiempo nos obliga a tomar en serio lo que cuenta, a no perdernos en cosas insignificantes, a redescubrir que la vida no sirve, si no se sirve. Porque la vida se mide desde el amor (…) la vida es un don que se recibe entregándose. Y porque la alegría más grande es decir, sin condiciones, sí al amor.
Vivamos estos días de cuarentena sin perder de vista esto y recordando también las palabras del Dr. de Vincenzi: Sin amor no es posible tejer sueños y mancomunar esfuerzos para lograrlos. Hoy más que nunca juntos, sin importar las distancias, y con amor.