Un acto vale más que mil palabras
Ésta vez en la cátedra Francisco, se tomó la homilía que el Santo Padre dio el jueves 28 de junio en la Capilla Papal, en donde nos permite pensar en el liderazgo sin creernos por ello más que nadie. En su homilía va a decir: “Ninguno de nosotros debe sentirse “superior” a nadie. Ninguno de nosotros debe mirar a los demás por sobre el hombro, desde arriba. Únicamente nos es lícito mirar a una persona desde arriba hacia abajo, cuando la ayudamos a levantarse”.
También el Dr. De Vincenzi, cuando habla del líder en su libro “El hombre como promedio”, sostiene que: “Nuestra prédica debe estar reflejada en el ejemplo, sin olvidar que, un acto vale más que mil palabras”. Allí dirá que los líderes requieren de valores calificados que se adquieren sólo a partir de la educación: “La educación debe buscar y favorecer los ámbitos y los agentes capaces de servir de modelos, bregando por la formación de la conciencia, facilitando las estrategias que permitan aprender a pensar, para tener una personalidad creativa, capaz de renovarse permanentemente, pero con principios sólidos y coherentes. Nuestro accionar debe basarse en la coherencia: pensar, decir y hacer lo mismo, congruentemente”.
De eso se trata el liderazgo también, de poder asumir la responsabilidad de ser ejemplo sin creerse superior a nadie y con convicciones e ideales que sean coherentes con nuestros actos.