Artífice de su destino
“Actualmente estoy viviendo en Madrid, cumpliendo un objetivo que me puse hace muchos años y que reafirmé a lo largo de mi recorrido académico. Esta aspiración es debido a que, al cursar una licenciatura con una salida laboral tan amplia, tenía claro que realizar una especialización sería una gran herramienta. Por eso, formarme fuera del país me parecía aún mejor considerando que no sólo me serviría académicamente sino también personalmente”, afirma Malena Cortada, profesional graduada en Relaciones Públicas en la Sede Rosario.
La vocación de Malena por la formación y actualización profesional la llevaron a realizar un Máster en Comunicación Política y Empresarial, el cual se dicta en la Universidad Camilo José Cela, de la capital española. Esta capacitación consta de una cursada teórico-práctica presencial que la llevan a residir en Madrid, cumpliendo un objetivo que se marcó hace muchos años y que reafirmó a lo largo de la carrera.
Actualmente su dedicación exclusiva está dirigida a la culminación del posgrado, donde próximamente deberá comenzar con las prácticas profesionales que considera “una gran puerta” para poder insertarse en el ámbito laboral. En este sentido, Malena se plantea poder trabajar en el área de la comunicación política a nivel nacional o en comunicación externa empresarial. “Por un lado, la gestión de campañas electorales y discurso político son espacios que me atraen demasiado y que, luego de haber realizado mi trabajo final de grado analizando campañas y relatos, me dejaron marcada e incentivada para algún día formar parte como asesora y no como analista”, asegura y agrega: “Por otro lado, orientándome más a lo empresarial también me gustaría formar parte de una institución de gran peso, desarrollándome en el área de comunicación externa y/o comunicación de crisis”. Ambas metas “tienen un punto en común” sostiene, porque refieren a puestos dinámicos, cuestión que destaca de la profesión desde el momento en que la abrazó.
Construyendo el camino
Desde pequeña tenía claro que las ciencias sociales eran el área de estudio que más le atraía. Por curiosidad, a los 15 años empezó a investigar carreras vinculadas a la comunicación, momento en el cual se topó con la Licenciatura en Relaciones Públicas, la cual afirma la “fascinó”, además de encontrarse con una carrera que tiene “una salida profesional tan amplia”.
La familia de Malena está compuesta por su papá, productor agropecuario y su madre, ama de casa, ambos lejos del mundo de la comunicación. La iniciativa de adentrarse en las relaciones públicas fue propia en su totalidad, a partir del interés y la ilusión que esta le generaba. “Aspiré a ello poniéndome metas en los años de cursado que me sirvieron como escalones para alcanzar ese deseo tan anhelado. Pero no sólo fueron mis ganas, sino también el apoyo incondicional de mis papás, personas que desde el primer momento que planteé mi vocación, sin dudarlo me acompañaron en el camino, incentivándome y siempre marcándome que yo iba a poder. Sin duda, esto es gracias a lo lindo que es ser el bloque de tres que somos, sostenernos y acompañarnos siempre”, revela.
El recorrido académico de Malena fue sobresaliente. Con 9,33, se convirtió en el mejor promedio de la Facultad de Ciencias de la Comunicación entre los graduados de la cohorte 2020. El esfuerzo y la dedicación fueron reconocidos con el premio Cuadro de Honor, otorgado por la revista Punto Biz y la empresa de recursos humanos Randstad Argentina, con el fin de distinguir los mejores promedios de las distintas Casas de Altos Estudios, públicas y privadas, con asiento en la Provincia de Santa Fe. “Recibir la distinción me llenó de orgullo, fue un broche de oro inesperado a mi carrera académica. Desconocía esta mención, por lo que recibir la notificación hizo que sintiera una montaña rusa de sentimientos, me tomó tan desprevenida que removió muchas emociones. Esto sucedió cuando hacía casi tres meses que estaba residiendo en Madrid, por lo que recibir este reconocimiento de mi país, fue un mimo al alma”, confiesa.
A partir de su propia experiencia, Malena anima a los nuevos estudiantes a que elijan una disciplina que “los apasione”. “Luego simplemente es dedicarle tiempo, ser curiosos y nunca conformarse, salir de la zona de confort o del espacio seguro, investiguen, busquen y denles la vuelta a las cosas. Son cuatro años de cursada en los cuales van a tener altibajos, asignaturas que les interesen más o les interesen menos, pero siempre tengan en mente que cada una de ellas los acerca al objetivo principal”, reflexiona y advierte: “Les aseguro que es posible lograrlo y que el tiempo invertido es todo ganancia, porque se aprende a nivel profesional y personal. Son momentos en los cuales la mente se desborda de incógnitas y los impulsa siempre a más”.