Creatividad para crear y crecer
En la última década, la industria de los videojuegos ha vivido un crecimiento exponencial en todo el mundo, a partir de la creación de nuevas plataformas de distribución que permitieron la masificación de los juegos digitales. La expansión del mercado comenzó a demandar la profesionalización de jóvenes encargados de la programación, diseño, ilustración, guion y música, creativos e innovadores con una formación académica. Tomás Daniel Tasca es uno de ellos. Graduados de la Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Videojuegos en la Sede Rosario, supo desde muy pequeño que su vocación era el desarrollo y la creación de contenido. “Llevar mis ideas a la vida”, sostiene.
A los 8 o 9 años, ya creaba sus propias experiencias interactivas en PowerPoint. Luego se adentró en el GameMaker Studio (plataforma basada en un lenguaje de programación interpretado y un kit de desarrollo de software para desarrollar videojuegos), y a los 12 años ya utilizaba Unity (motor de videojuego multiplataforma). Comenta que cuando terminó sus estudios secundarios, “no había muchas opciones en torno al mundo de videojuegos pero milagrosamente, en 2016, se anunció el inicio de la tecnicatura en Rosario para el año siguiente”. Tomás afirma: “Fue la única oferta digna de profesionalización en el entorno que amaba, entonces fue ahí donde ni dudé, siempre hay más que aprender”.
- Con toda tu experiencia previa como desarrollador, ¿cuál es tu balance del proceso universitario que atravesaste?
- Tuve experiencia en el desarrollo desde muy temprana edad, por lo que materias como programación, diseño y guion me resultaron ciertamente fáciles. Sin embargo, reconozco que hubo una “profesionalización” de mi conocimiento en crudo que venía acumulando por años siendo autodidacta. En otras materias relacionadas como marketing y organización empresarial, entre otras, disfruté mucho aprender puesto a que me fascina todo lo relacionado con estos tópicos. Siento que mayormente, mi proceso universitario fue muy enriquecedor en el ámbito profesional. Me permitió definir ciertas facetas de mi perfil como desarrollador y crear vínculos muy valiosos que hasta el día de hoy agradezco tener.
Me ayudó a instaurar ciertos parámetros de realismo a la hora de salir y exponerme al mundo laboral. La organización personal, de tiempo, compromiso y otros factores que son muy relevantes a la hora de ingresar en un entorno profesional. También podría remarcar la exposición de contenidos, plataformas, distribución y lo más importante, el vínculo interpersonal, asistir al cliente y perspectivas del mercado. En términos simples: “ver la matrix” del mundo del desarrollo y su mercado.
- ¿Cuál es tu actividad laboral actualmente?
- Mis actividades son variadas, trato de mantenerme lo más “fiel” al camino que elegí y aspiro como vocación. Por un lado, administro el e-commerce de un negocio familiar, pero por otro lado tengo mis proyectos (tanto personales como de terceros) relacionados al desarrollo. Solo dos de esos proyectos son videojuegos, otros son aplicativos relacionados con realidad aumentada (en su mayoría) y realidad virtual. Cabe aclarar que utilizo el mismo software para el desarrollo de todos estos proyectos, puesto que Unity cuenta con sus herramientas para VR y AR (XR), y proyectos para PC o móvil.
- ¿Qué lo que más te atrapa de este mundo de los videojuegos?
- Esto más que una cosa es una serie de situaciones, un proceso. En general podría decir que la narrativa es lo más importante, ya que una buena narrativa crea una adecuada inmersión. La historia, la trama, es lo que más peso tiene en el juego. Después es cómo se implementa esa narrativa en el juego, si es fluida o si hay problemas a la hora de avanzar (por ende, las mecánicas). Que tan divertido y dinámico es el juego… todo esto influye. Pero si me debo quedar con algo, siempre será la narrativa
- ¿Cuáles son los juegos que más te marcaron?, ¿por qué?
- Siguiendo la lógica anterior, las mecánicas son importantes a la hora de disfrutar o no mi experiencia en un juego, pero la narrativa es algo que sobresale. Hay juegos con una mecánica simple, que se construye toda una narrativa y un juego complejo, por ejemplo: Portal. Este es un juego que vino en un momento ideal de mi vida, la tranquilidad y el dinamismo de algo tan simple como portales, traía cierta harmonía a mi experiencia. La antagonista principal, GLaDOS, generó tantas emociones internamente que, aunque era la villana, sentía cierta pena por su trasfondo. Otro juego que marcó mi persona fue Tomb Raider, ya que la aventura es algo que siempre me gustó, trepar y hacer acrobacias raras. Puede que la narrativa no sea la mejor en este caso, pero, sin embargo, la historia se cuenta sola a medida que vas avanzando.
Starcraft también fue una historia muy “inmersiva”, amé cada segundo del juego. También Warcraft y su MMORPG World of Warcraft, una historia tan rica en anécdotas y eventos, con un trasfondo que enamora.
Puede que el juego sea simple o complejo, pero detrás de todo eso hay una trama que cuenta una historia. La nitidez de la misma es lo que marca, o no, un juego favorito para mí.
- ¿Cómo analizás, dentro de las actividades vinculadas a la economía del conocimiento, el mercado del videojuego en la Argentina?
- Siento que en general el ámbito de videojuegos no llegó a su verdadero potencial dentro del país, siquiera en el mundo entero. Hay tanta información potencial a ser descubierta que con un simple ataque de creatividad se me podrían ocurrir unas cuantas maneras de extraerlo. Podemos interpretar tantas cosas dentro de un juego y la forma en la que el jugador interactúa, que se puede adaptar casi cualquier contenido a cada usuario. Sus preferencias y gustos son únicos, incluso se podría juntar en grupos y más. Creo que el ámbito tecnológico en Argentina está estancado y hay miedo a innovar por los riesgos que trae. La tecnología avanza y no nos espera, los videojuegos son una “mina de oro” para conocer más de clientes y usuarios, conocer a las personas que componen el proceso productivo de las empresas. La interacción y libertad que generan permitiría tanto, que aún queda por encontrar la forma y la inspiración para avanzar y crecer. Si se sabe aprovechar, se podría saber mucho de la gente, emplear las tecnologías de VR y AR para crear una experiencia para el usuario única, es solo cuestión de tiempo y contexto a que se pueda explotar.
¿Cómo visualizas tu futuro profesional en este contexto?
-Personalmente, lo tecnológico es mi pasión, mi vocación, mi elección. Eventualmente quiero generar mi propio equipo de desarrollo y llevar adelante los tantos proyectos que dejé pendientes o solo quedaron en papel. No necesariamente juegos, sino aplicaciones y experiencias únicas para las personas. Quiero poner mi creatividad en el mundo, y darle un lugar, crear y crecer.