Cuando los proyectos nacen

Por Natalia Staszkiw. Licenciada y Profesora en Psicopedagogía egresada de la UAI.

Uno nunca sabe cuándo un hobby o pasatiempo de la infancia puede transformarse en una salida laboral o un medio para sustentarse. Cuando era chica mi madre nos enseñó, a mis hermanos y a mí, a bordar en Punto Cruz. Este punto, por lo general, es muy conocido en los bordados eslavos. Son hermosos y artísticos los motivos que se pueden hacer.

De esta manera comencé a bordar a muy temprana edad almohadas, morrales, galones para las enaguas de trajes típicos, entre otras creaciones.

En mi adolescencia por obligaciones, estudios e intereses no bordé por mucho tiempo. Pero ya adulta, en el medio de una situación laboral inestable, lo que que había aprendido en la niñez me sirvió para sobrellevar mejor el proceso. Mientras realizaba suplencias y continuaba con entrevistas, recordando lo aprendido y generando nuevos aprendizajes, nació Natalka Borda.

Al comienzo eran toallas bordadas. Seguidamente comenzaron los pedidos con puntillas y galones. Posteriormente individuales y caminos. Natalka Borda empezó a conjugar creatividad, observación y escucha activa al pedido de la gente.

Ser la encargada de Marketing, Compras, Ventas, Logística y Fabricación fue un desafío.

A todo esto también se sumó lo que aprendí en mi paso por las organizaciones y mis estudios. Entre la investigación, lo metodológico y aplicando Kaizen, hice análisis, métricas y determiné indicadores que iba siguiendo.

Desde STAS Consultoría (otro de mis emprendimientos) se dictaron charlas virtuales, para aplicar la metodología Kaizen en sus microemprendimientos, y del mismo modo algunas orientaciones laborales-vocacionales particulares.

Hoy, con parte del camino transitado, reflexiono que las iniciativas dejan grandes enseñanzas: atesoran todos esos aprendizajes que fuimos construyendo a través de nuestras vidas, así como también potencian la capacidad de reinventarse y aprender. Permite ir recorriendo caminos que quizás ayuden a encontrar lo que se busca laboralmente o tal vez posibilite visualizar otros que no se tenía en cuenta. En síntesis, se genera un hacer que va acompañando la misma exploración del encuentro con uno mismo y lo buscado.

Por último, pero no menos importante, considero que esto mismo que me ha ocurrido personalmente está en vigencia en muchas organizaciones que han tenido o que están pasando por el proceso de reinvención. Ante lo cual Gore afirma que hoy ¨el Management necesita gente que haga. Que piense mientras hace y que haga mientras piensa. Y que todos, cualesquiera sean sus roles, compartan tanto como sea posible su hacer y su pensar para que la organización (el colectivo) aprenda.¨ Ese es nuestro desafío: pensarnos en el hacer y mancomunadamente ir generando nuevas prácticas que esta época nos desafía. Esa es la comprobación real de resiliencia de las personas y las organizaciones.