"De mi paso por la UAI me llevo un gran aprendizaje y muchos amigos"

Gabriel Borella es un reciente graduado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Abierta Interamericana de la sede Regional de Rosario.

Nos comunicamos con él para que nos cuente cómo fue su paso por la institución, cómo es dejar de ser estudiante para comenzar a trabajar y cómo afrontó la arquitectura a la pandemia.

¿Cómo es pasar de ser estudiante a trabajar en un proyecto real?

En mi caso particular arranque como invitado por parte de Estudio SPARQ que conducen la Arq. Verónica Peralta y el Arq. Gustavo Sapiña para participar como colaborador en una serie de concursos tanto nacionales como internacionales. Los mismos me ayudaron a entender como es el proceso de pensamiento y desarrollo de un proyecto que trata una problemática real y que pretende poner de manifiesto una resolución proyectual a un encargo particular. Esto me permitió acercarme a lo que es el desarrollo de concursos como una posibilidad mas de trabajo dentro de la profesión.  

Como estudiante también empecé a trabajar en EBRAS, estudio de arquitectura y diseño conducido por Daniel Brasesco en el cual tuve la posibilidad de participar en diversos proyectos de arquitectura corporativa e interiorismo que me ayudaron a calibrar la mirada en el detalle. Se me permitió aprender acerca del funcionamiento de un estudio en el día a día y ante encargos particulares reales a los cuales hay que dar respuesta.

Creo que es una experiencia muy buena como estudiante poder conocer como funcionan los estudios de arquitectura desde adentro ante proyectos reales. Pienso que es muy enriquecedor para los estudiantes poder introducirse en ese ámbito paralelamente a sus carreras universitarias.

¿Qué es lo que se necesita para eso?

Creo que lo fundamental es tener ganas de continuar con el aprendizaje y entender que todo el tiempo estamos adquiriendo nuevos conocimientos Para eso se necesita interés, motivación, curiosidad y un mínimo de pasión por lo que uno hace.

¿Crees necesario que todos los alumnos de arquitectura tengan la posibilidad de hacer prácticas en estudios de arquitectura mientras estudian?

Pienso que es muy importante para los alumnos la realización de prácticas profesionales asistidas, no solo en estudios sino en cualquier ámbito que se relacione con la arquitectura. Las prácticas en obra son algo que le puede ayudar mucho al estudiante, conocer la labor del arquitecto en esa faceta puede hacer que al momento de la inserción laboral profesional todo fluya de mejor manera y con mayor soltura. El hecho de fomentar desde la facultad la realización de este tipo de practicas para conocer la mayor cantidad posible de actividades donde un arquitecto puede desempeñarse (desde estudios de diseño, constructoras, estudios de visualización, desarrollos inmobiliarios, etc) ayudaría a los estudiantes al momento de definir cuál será su futuro ámbito de acción.

¿En qué se basó tu trabajo final de la carrera?

Mi TFC se llama Campus Universitario Ciudad de Rafaela y surgió básicamente del encuentro de dos condiciones o dos preguntas que tenían respuesta al momento de iniciarlo. Por un lado, el ¿qué?, con la intención de seguir profundizando una serie de conceptos de teoría arquitectónica que durante el devenir de la carrera generaron un interés particular en mí. Y, por otro lado, el ¿dónde?, pensando en la forma de intervención en un sector particular de la ciudad de Rafaela que siempre atrajo mi interés. Entonces, a partir del estudio de ese sitio y de los conceptos teóricos surge una propuesta proyectual a nivel masterplan para el desarrollo del campus universitario y un zoom in a uno de los edificios que lo componen, el Polo de encuentro estudiantil.

¿Qué te llevas de tu paso por la UAI?

De mi paso por la facultad de Arquitectura de la UAI me llevo un gran aprendizaje y muchos amigos. También me llevo la posibilidad de estar en contacto con arquitectos de primer nivel tanto de la ciudad de Rosario como también de otros lugares que participaban como invitados en enchinchadas y la posibilidad de haber tenido devoluciones de los mismos.

¿Qué le recomendarías a los alumnos de primer año de la carrera?

La verdad que como alumno recientemente graduado de la facultad y con la posibilidad de mirar en retrospectiva el paso por la misma, si tuviera que decirles algo a los alumnos de primer año sería que disfruten de su paso por la facultad, aprovechen el contacto con sus docentes y disfruten también de los amigos que puedan formar. Les recomendaría que aprovechen las enchinchadas y exposiciones como ámbitos de reflexión colectivos, que participen de actividades extras como workshops, concursos y congresos de estudiantes para profundizar su formación.

¿Cómo ves tu futuro próximo? ¿Qué te gustaría estar haciendo?

Actualmente sigo siendo parte de EBRAS, estudio de la ciudad de Rosario y la pandemia fue, tanto para mí como para muchos un quiebre en lo que venía haciendo en mi trabajo o rutina. A partir de marzo de 2020 comencé a trabajar en la modalidad de teletrabajo desde la ciudad de Rafaela en una serie de proyectos de vivienda unifamiliar y vivienda colectiva para EBRAS, equipo liderado por Daniel Brasesco. Por otro lado, se esta terminando de construir una vivienda en Rafaela en la cual trabaje en asociación con Antonella Mazaratti y es el primer encargo que puedo ver materializado con lo que eso implica. Recientemente empecé a hacer la dirección y seguimiento de una obra de las arquitectas Sofia Rothman y Victoria Fucksmann con la intención de seguir aprendiendo en el proceso de un proyecto de reforma integral para una vivienda. Las expectativas son continuar el aprendizaje y formación constante y disfrutar de cada encargo que pueda surgir.  

¿Cómo hizo la arquitectura para mantenerse en pie durante la pandemia?

Pienso que la pandemia hizo cuestionarse muchas cosas que influyen en el ámbito de la arquitectura. Se comenzaron a replantear muchos temas tales como la forma en la que habitamos, como interpretamos el espacio que nos rodea, como nos apropiamos del mismo, como nos relacionamos los unos a los otros, etc. Todas estas cuestiones que parecían estar bastante claras, con la llegada de la pandemia y la cuarentena entraron en crisis y obligaron a la reflexión y cuestionamiento a futuro. En general la arquitectura se activa a partir de la aparición de un usuario, lo que cuenta es la experiencia humana en la interacción y como el espacio facilita o condiciona esos encuentros. En un contexto de aislamiento y cuarentena donde se perdió por un tiempo esas relaciones, la arquitectura jugo un rol preponderante. Durante los meses de confinamiento, uno estuvo mucho mas en contacto con el espacio que habita y se pudo apropiar del mismo de diversas formas. Mucha gente empezó a darle más valor a la riqueza espacial de los lugares que habita, el contacto con la naturaleza, los espacios bien asoleados, el ingreso de luz natural, la ventilación cruzada de los ambientes, el espacio semicubierto, las visuales con un otro y la flexibilidad y capacidad de readaptación de los espacios fueron condiciones sumamente valoradas.  Creo que la forma de proyectar y de vivir los espacios ya no será igual a futuro.