"La tecnología es clave para el desarrollo humano y de las sociedades"
Iván Raitman (27) tuvo y tiene una relación con la UAI muy extensa y estrecha. Fue alumno de nivel Inicial, Primario y Secundario del Colegio Juan Bautista Alberdi, misma sede donde, más tarde, cursó y se graduó de la Ingeniería en Sistemas Informáticos. Pero primero tuvo un paso por la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), donde concluyó 17 materias de la carrera.
A los tres años y medio se cambió a la UAI donde "me recibieron muy amablemente", destacó. En 2020, en plena pandemia de COVID-19, aprovechó para adelantar materias y obtener su título de Ingeniero.
"Me organicé para cursar y aprobar 13 materias, incluida la tesis, sin saber que ese esfuerzo vendría recompensados días más tarde. En 2021 cumplí con varios programas ejecutivos en la Universidad Torcuato Di Tella y en la Universidad Austral IAE. Y comencé en 2022 una Maestría en Dirección de Capital Humano en la UADE", contó.
Recién recibido, en enero de 2021, decidió cambiar del trabajo donde desempeñaba tareas en Mercado Libre como Ingeniero en Seguridad Informática, mientras Google llegaba a Argentina con una nueva propuesta. "Después de un extenso y complejo proceso de selección comencé un nuevo camino en Google como Arquitecto de Infraestructura y Seguridad en la Nube (“Cloud Security Architect”). Siendo uno de los primeros siete integrantes de este nuevo equipo de Google Cloud en abrir sus puertas en Argentina para asesorar clientes del exterior, tuve la oportunidad de proponer y crear algunas de las bases del desarrollo del equipo", contó Iván.
- ¿Cuáles son tus roles específicos?
- En la actualidad mi rol consiste en liderar proyectos de tecnología en la nube. Asesoramos a clientes de todo el mundo a fin de acompañarlos en sus primeros pasos en el Cloud de Google así como también a efectuar grandes migraciones de datos. Nos encontramos en un momento particular en el cual las empresas no solo se han dado cuenta que manejarse dentro de entornos Cloud es muy beneficioso, sino que también han empezado a incorporar la diversificación de proveedores de Cloud Computing como parte de su estrategia. Teniendo en cuenta que Cloud abre un abanico de infinitas posibilidades que impactan directa o indirectamente en diferentes verticales tecnológicas, el desafío es enorme. Mi rol puede mutar dependiendo del proyecto que eventualmente me toque desarrollar. Muchas veces tengo ingenieros a cargo que me ayudan con las implementaciones u otras veces interactúo colaborativamente con colaboradores de otros países del mundo.
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo y tu vocación en particular?
- En esta empresa he encontrado un entorno que me desafía constantemente en el plano profesional y en el personal. La dificultad que se plantea es superlativa; y esto conlleva a que ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a contextos cambiantes todo el tiempo sea una habilidad a desarrollar. Aquí he tenido la posibilidad de crear procesos desde cero, con impacto global. Por nombrar algún ejemplo: Algo que rápidamente hice cuando ingresé a la compañía fue estudiar para rendir exámenes de al menos 5 certificaciones internacionales de Google Cloud. De esta manera, pude aprender de forma acelerada el formato de los exámenes, la dificultad de los mismos, el foco al que apuntaban, etc. Seguidamente comencé a crear cursos de capacitación para mis compañeros y a idear un marco de referencia para la creación de nuevos programas de capacitación para cada tipo de certificación. Esto último me dio la posibilidad de demostrar ciertas habilidades de liderazgo necesarias para reunir diferentes personas, de distintos países, con distintos idiomas, pero con un mismo objetivo en común.
Este es sólo un ejemplo que representa parte de mi esencia. Me considero una persona inquieta que siempre está buscando implementar iniciativas diferenciales que creen comunidad y hagan crecer a todos los involucrados. También soy consciente de que vivimos en un mundo que puede cambiar de un momento a otro, y el cambio de nuestros procesos mentales es condición necesaria para la supervivencia. Si bien yo venía estudiando de forma autónoma: Neurociencias y algo de Psicología, el experimentar un día a día laboral con cambios y oportunidades constantes es un gran ejercicio para trabajar la plasticidad del cerebro.
- También das clases en la UAI: ¿Cómo te sentís con eso?
- La educación es uno de los procesos más importantes que puede experimentar el ser humano. No hay nada más enriquecedor que adquirir conocimientos, habilidades, valores, creencias y hábitos. Pero la educación está en crisis hoy en día, o para ser más preciso: El modelo que se sigue utilizando para enseñar… se encuentra completamente obsoleto. Y esta problemática creo que abarca a todos los niveles de la educación. Seguimos enseñando de la misma manera que enseñábamos cuando no existía la tecnología, en un contexto donde hoy un docente se para en frente a un alumnado a decir “verdades” que cualquiera podría revocar en segundos con una búsqueda en Google con un teléfono inteligente desde su pupitre. Entonces es así cómo vivo la educación, de manera dicotómica, ya que me parece sumamente interesante acompañar a las personas en sus procesos de aprendizaje, verlas crecer y generar comunidad, pero por otro lado me siento atrapado en un sistema obsoleto. En UAI promovemos la integración de nuevas técnicas educativas que tienen como objetivo crear ambientes de colaboración que estimulen el pensamiento crítico y sistémico.
- ¿Cómo se dio esa oportunidad?
- Mientras cursaba las últimas materias de la carrera me llegó la propuesta para ser Ayudante Docente. Propuesta que finalmente acepté luego de recibirme. Durante el 2021 participé en la cátedra de Seguridad Informática junto a los alumnos del último año de Ingeniería en Sistemas Informáticos y actualmente participo en las materias iniciales de Programación de la misma carrera.
- Pareciera que todo lo que rodea a la informática está muy bien remunerado, y hay trabajo en el país y el mundo. ¿Cómo analizás esto?
- La tecnología es clave para el desarrollo humano y de las sociedades, de hecho, nos ha permitido conocer el medio que nos rodea y modificarlo. Pero lo que resulta interesante es que hace tiempo que la tecnología informática se encuentra en todos los ámbitos de nuestra vida. Principalmente porque esta tecnología maneja la información que nos llega día a día para la toma de decisiones. ¿Puede imaginarse una persona que nació en la era digital un día a día sin el buscador de Google?; ¿Sin una app que le indique cómo llegar de un destino a otro?; ¿Sin una app de entretenimiento?; ¿Sin una red social?.
Se ha creado mucho en estos últimos años y existe una oportunidad enorme para seguir aprendiendo y cambiando al mundo. Mientras tengamos esas necesidades, todo lo que rodee a la informática será bien remunerado. Principalmente en nuestro país hay mucho talento, de hecho, muchas empresas argentinas exportan talento IT. Es interesante remarcar que unos de los efectos de la pandemia fue acelerar muchos de los procesos que se venían considerando. El trabajo remoto llegó para hacer aún más fácil esa exportación de talento. Estamos en un momento clave.
- ¿Qué le recomendarías a quienes quieren estudiar Sistemas?
- En primer lugar, creo interesante reflexionar sobre qué futuro queremos tener. He visto a muchos alumnos dejar la universidad porque pensaron que como eran “buenos” en Matemática les gustaría la carrera de Ingeniería. Así como también he visto alumnos anotarse a la carrera porque les gustan los videojuegos o la programación. El título de Ingeniería abarca mucho más que sólo estos temas. Resulta interesante visualizar el rol de un Ingeniero en Sistemas como la figura que lidera ambientes cambiantes interpolados por la tecnología. Hoy más que nunca, con el acceso a la tecnología y a las personas que existe, no podemos desaprovechar la posibilidad de comunicarnos, de preguntarle a los Ingenieros ya experimentados que es lo que hacen, que hay para hacer en el rubro, que especializaciones existen, etc.
- ¿Recomendarías la UAI a otras personas?
- La respuesta corta es sí, pero la respuesta larga me gustaría complementarla evocando una anécdota: A mis 22 años me encontraba a la mitad de la carrera en la Universidad y a inicios de mi carrera laboral en Tecnología. Por aquella época comenzaba a distinguir ciertas complejidades que me planteaba la universidad estatal. Yo tenía que cumplir mi horario laboral que incluía los sábados, pero al mismo tiempo tenía que asistir a clase para realizar trabajos prácticos. Los profesores no pudieron ayudarme y desde la dirección de la carrera me dijeron que iba a tener que elegir… Si estudiar o trabajar.
Esa no era una opción para mí, así que me dirigí a la empresa para la que trabajaba con la esperanza de que alguien apostara a mi crecimiento y mi formación. Adivinen que pasó: Me dijeron que iba a tener que elegir… Si trabajar o estudiar. Días más tarde dejé ese trabajo y esa universidad. UAI y Mercado Libre me abrieron las puertas y me simplificaron todo. En UAI tuve la posibilidad de compartir el aula con profesores que se preocupaban porque aprendiera y denotaban Comprensión entendiendo que en este país la mayoría de los alumnos estudiaban y trabajaban al mismo tiempo.
Desde chico aprendí que los cambios son importantes y nos hacen crecer. En el inconsciente colectivo se encontraba aquella directriz que enunciaba que las universidades estatales eran mejores que las privadas. ¿Cómo logré derrocar ese mito?, En parte gracias a mi padre. Mientras yo le comentaba todas las dificultades que estaba atravesando me dijo… “¿Por qué no le preguntas a las grandes empresas donde te gustaría trabajar, si tiene importancia desde qué tipo de universidad te recibiste a la hora de contratar personal?". Mi respuesta inmediata fue… “No pa, mirá si me van a contestar". De nuevo, gracias a la tecnología, el acceso a la información y a las personas… Me contestaron. ¿Imaginan esa respuesta? A los pocos días me estaba inscribiendo en UAI.