"No tengo dudas que vamos a lograrlo"

Los profesionales de la salud son uno de los tantos que están combatiendo el COVID-19. Cada día, son reconocidos y gratificados en diferentes ámbitos, ya sea en redes sociales, medios de comunicación y en las calles. En esta oportunidad dialogamos con Myriam Meza, Enfermera de 51 años que estudió en la UAI y participará mañana del encuentro virtual por el Día Internacional de la Enfermería.

-¿Por qué estudiaste enfermería?
Elegí enfermería a los 23 años, todo lo que quería era cambiar el día o la hora de esa persona que estaba en una habitación, en una guardia o en una sala de espera, hacerla sentir que todo iba a estar bien aun en ese momento.

-¿Resultó ser lo que esperabas?
Fue mucho más de lo que esperaba. Enfermería es un mundo que cuando entras no te podes ir. Yo estudie para hacer el bien al otro y me encontré que el OTRO me hace bien a mí. El vínculo con los pacientes y su familia te enseña a valorar las pequeñas cosas de la vida mucho más de lo que ya hayas aprendido en tu micro-entorno.

-¿Cuáles son las tareas que suele realizar un enfermero?
Bueno el enfermero es mucho más que una curación plana aunque sea importante. Nosotros nos desempeñamos en todas las áreas aunque estés con un paciente. Realizamos educación, asistencia, cuidado, acompañamiento, investigación y gestión. Por ejemplo: cuando entras a la habitación educas al paciente para la recuperación de su autonomía, lo asistís en la actividad de la vida diaria porque se encuentra limitado en ese momento. Cuidas que no aumente el riesgo. Lo acompañas en su estado psicosocial y emocional. Investigas todo lo que influya en su rehabilitación, desde el contexto familiar hasta su intimidad para completar un informe no escrito y ayudar en el componente psicológico que pueda estar influenciando en su recuperación. Y por supuesto gestión, horario, momento, tiempo, insumos, materiales de enfermería para realizar una exhaustiva atención a ese paciente aunque dure 20 minutos.

 

Myriam Meza en su trabajo en el ITAC (Instituto de Trasplantes y Alta Complejidad)

 

-¿Cómo conociste a la UAI y por qué quisiste estudiar acá?
Bueno era momento de una educación más extensa y actualizada. Busqué dentro de las universidades con mayor trayectoria que tuviese vacante. Elegí la UAI porque ingrese a su página y leí satisfactoriamente muchas experiencias que ex alumnos compartían y me animé.

-¿Qué importancia tiene la difusión de esta carrera?
Necesitamos más personas que nos acompañen a dar humanidad, a ser parte de un sistema olvidado y mejorar gota a gota nuestras vidas y la de los que confían en nosotros. Enfermería acompaña holísticamente cualquier área y esas áreas están llenas. Necesitamos de más personas que se animen. Contamos con una profesión altamente abarcativa, todas las áreas de salud tienen especializaciones, estamos preparados para cubrir cualquier frente, como dicen ahora en tiempos de pandemia. Sabemos que siempre podemos mejorar pero estamos en el camino correcto. La ciencia de la enfermería crece en conocimiento y aplicación del mismo. La sociedad continúa enquistada en aquella enfermería del cuidado, pero con el tiempo reconocerá que es el pilar más grande del sistema de salud.

-¿De qué manera se encaró, en cuanto a lo profesional, la cuestión del COVID-19?
Para mí como para todos, esta pandemia fue desestabilizadora. Pero estoy firme en mis conocimientos y me informo constantemente de las grandes organizaciones, OMS, OPS, OIT, MedsCape, IntrMed. etc. Son protocolos dinámicos y hay que estar atentos, alerta y adaptarse, la flexibilidad acompaña a este enemigo invisible.

-¿Qué mirada tiene, el colectivo de enfermeros, sobre la situación actual de cuarentena? ¿Cuál es la problemática que más se repite?
Bueno hay dos factores muy comprometidos: primero hablamos del abandono de las empresas y del estado hacia el personal de enfermería, lo que hizo plantearse si se continuaba o no en el ámbito laboral. Desde los EPP hasta lo económico. No mostraron preocupación alguna por nosotros como personas y buscaron incentivar la presencia ininterrumpida con un bono mínimo que no apareció todavía. Y segundo, la incertidumbre, salir a la calle con posibilidades de ser asaltado te da miedo, pero tomas todas las precauciones ya que sabes a qué te enfrentas. Pero esto no es tangible, no se ve, no se toca, no se escucha, no se siente; las herramientas que existen son para otros enemigos que si conocemos como por ejemplo la neumonía. En mi opinión, te diría que el abandono y la incertidumbre son dos factores que desestabilizo al equipo.

-¿Qué consejos o recomendaciones podes brindarles a los colegas en este momento?
Primero les diría que se apoyen en todos sus conocimientos por más mínimos que sean, que exploten todos sus roles. Sabemos qué hacer ante los signos y síntomas de nuestras familias y pacientes, sabemos cuidar. Si lo aplicamos a nosotros mismos sabrán hacerlo en conjunto, contamos con distintas disciplinas y colegas conocidos, debemos pedir ayuda o apoyo. Buscar información confiable para estar al día con los cambios o mutaciones del virus. Trabajar en equipo, confiar en nuestros colegas y compartir el miedo o cualquier sentimiento que tengamos porque somos una gran familia, heterogénea como todas. ¡Sin dudas les diría que vamos a lograrlo!