Un profesional de alto rendimiento
“Para los que vienen, que disfruten realmente del proceso de formación y que aprovechen a cada docente que tienen en el camino. Lo más importante no es el promedio, sino la calidad de profesional que sos y cómo te desenvolvés en el campo laboral, cómo administras recursos”, advierte Tomás Cabezón, graduado de la Licenciatura en Educación Física y Deportes de la Sede Rosario.
Tomás se convirtió en el alumno de mejor rendimiento académico de la Facultad de Motricidad Humana y Deportes dentro del grupo de estudiantes que culminaron sus estudios en 2020. Su dedicación y esfuerzo fueron reconocidos a partir del reciente galardón recibido en el marco del premio Cuadro de Honor (organizado por la revista Punto Biz y la empresa de recursos humanos Randstad Argentina), que distingue a los mejores promedios de las 17 universidad públicas y privadas con sede en la Provincia de Santa Fe.
“Me puso muy contento. Si bien cuando uno arranca la carrera desconoce la entrega de la distinción, es una manera de motivar a los estudiantes a querer seguir formándose y apuntar a dar lo mejor en el ámbito que uno se encuentre después de la carrera”, confiesa Tomás tras conseguir el premio.
El vínculo con el cuerpo y el movimiento estuvo siempre presente en su vida. La familia se compone de sus dos hermanos y sus padres, siendo su mamá profesora de educación física. Además, desde muy pequeño comenzó con la práctica deportiva. “Arranqué futbol a los 4 años en mi ciudad, Rojas, (Provincia de Buenos Aires), y después de más grande estuve un tiempo en Sarmiento de Junín”, recuerda y agrega: “Además, hice varios años atletismo, específicamente velocidad con vallas y salto en largo, llegando a competir a nivel nacional”.
En 2017 comenzó el Profesorado en Educación Física para continuar su formación como profesional de grado realizando la Licenciatura. En este sentido revela que, si bien nunca tuvo claro la carrera a seguir, sabía que quería estar vinculado de alguna forma al área de salud. “La disciplina me motivó porque desde que comencé, apunté a trabajar, desde mi lugar, en el alto rendimiento deportivo, que es uno de los campos laborales que tiene esta profesión”, afirma.
Tomás estuvo a cargo de la preparación física de las inferiores del futsal de Newell´s, lo que representó un gran reto para él, debido a que se convirtió en la primera experiencia laboral en el área. “Fue un desafío al principio, pero por mi forma de trabajar tenía claro cómo hacer las cosas: estudiar el deporte, las demandas condicionales del mismo y los gestos técnicos usados en el deporte, y aplicar todo eso más mis conocimientos como preparador físico, para la edad correspondiente de cada categoría, según su etapa de crecimiento y fase sensible en la que se encuentre cada jugador. Fue una experiencia muy enriquecedora”, explica.
La búsqueda de continuar con su formación y perfeccionamiento profesional lo llegaron a comenzar la carrera de Kinesiología. “La idea de seguir formándome la tenía clara desde que iba por la mitad de la carrera de Educación Física. Elegí la kinesiología porque me va a ayudar a complementar mis conocimientos en el quehacer profesional a futuro, como apunto yo, a trabajar en el alto rendimiento”, concluye.