LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN EN EL TRABAJO
Hidratarse es aportar al organismo los líquidos que se pierden habitualmente por lo que es muy importante para mantener las funciones físicas y cognitivas en óptimo estado.
La deshidratación puede afectar la concentración, el rendimiento, la atención, la memoria y el estado de ánimo. Sus síntomas más frecuentes suelen ser fatiga, mareos, labios y mucosas secas, dolores de cabeza, debilidad. Estos síntomas son fácilmente prevenibles y reversibles bebiendo agua.
Además del agua y las infusiones, existen determinados alimentos con un alto contenido de agua, como lo son las frutas y verduras. De igual modo, la leche, yogures, caldos y sopas complementan también la ingesta de líquidos.
Las Guías Alimentarias para la Población Argentina sugieren beber a lo largo del día al menos 2 litros de líquidos sin azúcar, preferentemente recomiendan beber agua.
Te presentamos a continuación algunos tips para que puedas seguir mientras estás en tu trabajo:
- Tené siempre una botella de agua al alcance de la mano (Aprovechá los dispensers de agua potable disponibles en todos los sectores de UAI!).
- No esperes a sentir sed para hidratarte.
- Bebé a lo largo de todo el día.
- Consumí con frecuencia frutas, verduras, sopas y otros alimentos con alto contenido de agua.
- Acompañá todas tus comidas con agua.
- Aumentá tu ingesta de líquidos en época de calor (en el verano es más fácil deshidratarse).
- Toma agua antes, durante y después de realizar una actividad física para reponer las pérdidas del sudor.
Y un dato de importancia: si estás embarazada, en período de lactancia o sos mayor de 65 años aumentá tu ingesta de líquidos, ya que tu organismo necesita más agua en esta etapa.