“La UAI me abrió las puertas”
Alejandro Suarez es un periodista y escritor proveniente de Florencio Varela. Escribió cinco libros, entre los que se destacan “La gran estafa” e “Historias de la Komarca”. Hace más de 30 años que dirige el diario “Mi ciudad” de aquella localidad.
Nos comunicamos con él para que nos cuente más acerca de sus obras y de cómo la UAI lo ayudó para poder realizar las publicaciones de sus libros.
¿Cómo llegaste a ser escritor?
Creo que todos somos escritores en la medida que agarramos un birome o un lápiz, y nos ponemos a escribir. Desde chico me gustaron las redacciones, hacía el diario de la escuela, me gustaba mucho y por eso empecé a escribir, y por eso hoy soy periodista. En mi infancia mis juegos eran ser periodista. Mi primer libro salió sin darme cuenta de que era un libro. Empecé a escribir algo, que era una reflexión, y ahí salió “Pequeñas lecciones de amor” que son historias de amor vividas por mi o de mis amigos.
¿Cuántos libros publicaste?
Escribí cuatro. Se llaman “Pequeñas lecciones sobre el amor”, “Nuevas lecciones sobre el amor”, “Desde el patio de la Nona” y “La gran estafa”. Hay un quinto que se llama “Historias de la Komarca” que está en edición digital.
Describís a “En el patio de la nona” como un cuadro mágico, ¿A qué se debe?
En realidad esa reflexión no la hice yo, sino que la hizo quien escribió el prólogo. Se debe a que hay un poquito de magia en volver hacia atrás a recorrer aquellos días de la infancia. Aquellos recuerdos que cuando los lee alguien que tiene más de 40 años encuentra muchas similitudes, porque los juegos son los mismos y las vivencias son muy similares. Antes los chicos salíamos a correr por las calles, volvíamos cuando anochecía, y ahora uno no querría no saber dónde está su hijo chiquito cuando anochece. Cambiaron muchos los tiempos, los juegos, las costumbres. Este libro viaja en el tiempo y lleva a lo que eran aquellos días de un niño en la década del 70.
4) ¿Con qué se va a encontrar el lector al finalizar ese libro?
Se va a encontrar con muchos recuerdos de la infancia, y a la vez, te cuenta lo que se vivía en el país en ese entonces. Una época complicada, de militares y guerrilleros, había mucha inseguridad en la calle, de otro tipo de la que hay ahora. Pero uno tenía miedo cuando iba a la calle, aunque no sabías por qué, pero sabías que era peligroso andar de noche. Pasabas por la comisaría y había un reflector gigante apuntándote, o escuchabas explosiones porque habían volado una concesionaria de autos, también había libros que no se podían leer. Mi Nono, mi abuelo materno, tuvo que quemar libros que eran de mi tía, porque si te los encontraban te secuestraban o te desaparecían. Entonces son recuerdos de cosas que pasaban en el país desde la mirada de un chico.
¿Qué lo llevó a escribirlo?
Tenía ganas de recordar la infancia. Así como en lo libros sobre el amor conté historias juveniles, en este quería contar la infancia. El libro finaliza con el primer día de la secundaria, con nuevos compañeros, con una nueva época. En realidad, termina con mi visita a Italia, qué es donde conocí la casa de mi Nono. Allí conocí de dónde venían mis orígenes y fue algo muy fuerte que yo lo transmití en el libro.
¿Qué sensaciones tuvo al ver publicados sus libros?
Siempre que sale un libro estás contento, son como un hijo nuevo. Es una gran alegría, un gran orgullo. Cada libro tuvo su repercusión en distintos ámbitos. Siempre te incentiva a seguir escribiendo. Ahora estoy trabajando en una novela, una historia que me da vuelta en la cabeza hace años. Es el más extenso de todos. Tienen algunos párrafos muy interesantes, es la historia de un periodista que tiene varios puntos en común conmigo. Es una historia que se cuenta en dos momentos a la vez.
Escribiste libros de política y también otros como “En el Patio de la Nona” ¿Te consideras un escritor polifacético?
Ser polifacético es inevitable, porque al ser periodista y al estar al frente de un diario, que lo dirijo desde hace casi 30 años, tenés que escribir de todo. Escribo de política, sociales, investigación, deportes. Notas mías fueron premiadas por FOPEA. Hemos escrito notas de investigación que han sido reconocidas a nivel internacional.
¿Cuál es el fin de “La Gran Estafa”?
En realidad, es un libro de investigación que se llama “La Gran Estafa. La historia de un intendente K”, y cuenta la historia de un hecho de corrupción en Florencio Varela en la década del 80, donde campesinos tuvieron que trabajar 16 horas por día, sin poder ir al baño ni tomar agua. Este libro fue una satisfacción profesional porque era una manera de darle visibilidad a la gente que fue estafada y esclavizada. Hubo muchos inconvenientes para que el libro pudiera salir a la calle y dejó una huella.
¿De qué trata “Historia de la Komarca”?
Es una diversión, cuenta en clave humorística, en género de política ficción, donde unos vivillos se apoderan de lo público, viven del Estado hace 30 años y se aprovechan de la gente a la que mantienen ignorante para seguir ganando las elecciones y seguir mantenido sus privilegios. Cuenta con varios personajes, que están identificados por los sobrenombres. En Varela, cuando la gente lee este libro, sabe de quién se trata. Los políticos de Varela están pendientes de este libro.
¿Cómo sigue su carrera como escritor? ¿Y cómo periodista?
Como siempre, trabajando, manejando el diario, y saliendo cada día a busca las noticias y tratando de llevarlas al papel.
¿Cómo lo ayudó la UAI para la publicación de los cuentos de la colección?
La UAI me ayudó mucho porque publicar un libro por cuenta propia es muy costoso, y llevarlo a una editorial donde no te conocen, y que te lo publiquen, es casi imposible. La UAI me abrió las puertas, lo difundió, me ayudó en la presentación y además me llevó, a mí y al libro, a la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. Más no le puedo pedir a la institución o a Jessica, que hicieron tanto por mi para darme esta oportunidad, como también lo están haciendo con mucha gente.