Cintia Nievas: “Nunca es tarde para empezar de nuevo”
A los 41 años, Cintia Nievas se convirtió en un ejemplo de perseverancia y motivación. Después de haber transitado por distintas experiencias laborales y académicas, decidió retomar sus estudios y se graduó de la Licenciatura en Comercialización (Marketing) en la Universidad Abierta Interamericana. Hoy se desempeña en el área de desarrollo de producto en una reconocida empresa y acaba de lanzar su primer proyecto creado desde cero, un logro que simboliza años de esfuerzo y pasión por lo que hace.
“Siempre me interesó entender cómo funcionan los negocios y qué hay detrás de las decisiones que hacen crecer una marca. Después de haber pasado por distintas etapas laborales, sentí que era momento de darle una base más sólida a ese recorrido y profundizar en la parte estratégica del marketing”, contó Cintia, quien además destacó que cumplir con su título universitario fue un objetivo tanto profesional como personal.
Empezar una carrera universitaria a los 36 años no fue fácil. “Al principio me daba miedo sinceramente. Tenía muchas dudas acerca de si iba a poder con el ritmo, con los tiempos, cómo me iba a organizar con la carga horaria. Pero una vez que empecé, lo disfruté muchísimo. Estudiar de grande es distinto porque es una elección, no una imposición. Valorás cada clase, cada aprendizaje y te lo tomás con otra conciencia”, recordó.
Su paso por la universidad le permitió redescubrir su propia capacidad. “Tenía muchas dudas al principio, pero con el correr de los meses me di cuenta no solo que podía hacerlo, sino que realmente lo estaba disfrutando. Fue un proceso que me ayudó a recuperar la confianza en mí misma y a confirmar que nunca es tarde para aprender algo nuevo”.
La formación académica, asegura, le brindó una base sólida para aplicar estrategias más conscientes en su trabajo diario. “La carrera me dio una mirada más estratégica, me ayudó a ordenar las ideas y a entender la razón de ser de muchas cosas que ya aplicaba en mi trabajo. Hoy puedo mirar el marketing desde una perspectiva más integral”, explicó.
Entre las herramientas que más utiliza a diario, destacó el análisis de mercado, la planificación y la comprensión del comportamiento del consumidor, además de la empatía hacia el cliente: “El marketing también tiene una parte humana. No se trata solo de números, sino de entender necesidades y ofrecer soluciones reales”.
Uno de los hitos más importantes de su carrera fue el lanzamiento de su primer producto como líder de desarrollo. “Fue un desafío enorme pero también una experiencia increíble que implicó unir muchas piezas, coordinar equipos, tomar decisiones, equivocarme y aprender un montón en el camino”, relató.
El mayor reto fue lograr que todas las áreas involucradas compartieran una visión común. “Aprendí muchísimo sobre comunicación efectiva, negociación y tolerancia a la frustración. También sobre la importancia de escuchar activamente y generar espacios de diálogo, incluso en los momentos más desafiantes”. Ver el producto concretado fue un momento de orgullo colectivo: “No solo por el resultado en sí, sino por todo el camino recorrido”, remarcó.
Con una voz inspiradora, Cintia deja un mensaje claro a quienes dudan en retomar los estudios: “Nunca es tarde, el tiempo va a pasar igual lo hagas o no, así que vale la pena animarse, aunque sea de a poco. A veces uno se frena pensando en los años que lleva una carrera, pero cuando lo mirás en perspectiva, te das cuenta de que el tiempo vuela. Cuatro o cinco años parecen mucho si los pensás hacia adelante, pero si mirás para atrás, se te pasaron volando. La diferencia es que si empezás hoy, dentro de esos años vas a tener un título en la mano y una satisfacción enorme”.
Cintia se proyecta dentro del área de desarrollo e innovación de productos, con la meta de liderar proyectos que combinen tecnología y creatividad. “Me encantaría tener una gerencia a cargo y brindar soluciones innovadoras sin dejar de lado la experiencia del cliente. Me apasiona pensar soluciones reales que impacten positivamente en los negocios y en las personas”.
Sobre su paso por la universidad, fue contundente: “La UAI ocupa un lugar muy importante en mi historia profesional y personal. Me permitió cerrar una etapa pendiente y me dio las herramientas y la confianza para animarme a avanzar. Más allá del aprendizaje académico, sentí siempre el acompañamiento humano, un ambiente donde se valora el esfuerzo y se celebran los logros”.
También destacó el compromiso de los docentes y la empatía hacia quienes estudian con trabajo y familia: “Los profesores se interesaban en que avancemos, entendían nuestras realidades y estaban ahí para acompañar. Esa cercanía marca una diferencia enorme. Además, la comunidad entre compañeros fue fundamental; muchos se convirtieron en amigos que me ayudaron a no bajar los brazos”.
En sus palabras finales, Cintia sintetizó una filosofía de vida que inspira: “Estudiar fue una de las decisiones más trascendentales de mi vida. Aprendí que nunca es tarde para animarse a empezar de nuevo. En un mundo cada vez más incierto, tener opciones es muchísimo, y ahí está el verdadero valor de la educación: darte la libertad de construir tu propio camino”.


