Un puente estratégico a China

Martina Simonetta, graduada de la Licenciatura en Comercio Internacional de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), es una inquieta emprendedora que acaba de iniciar un proyecto profesional con sello propio: Nihao Negocios. “Arranqué con un emprendimiento de asesoramiento y acompañamiento para empresas y emprendedores que viajen a China, sobre todo con enfoque en la Feria de Cantón”, explica, decidida a convertir el deseo de importar en una hoja de ruta clara y ejecutable.

La propuesta, cuenta, busca que cada viaje “se aproveche al máximo”, combinando su conocimiento técnico en comercio exterior y logística con el dominio del idioma y la cultura de negocios china. La idea es estar desde el primer paso: pre‑viaje (definición del producto, perfil del proveedor, agenda y requisitos), durante la feria (recorrido de pabellones, reuniones, comparación de opciones) y el después (seguimiento de cotizaciones, condiciones comerciales, selección de proveedores, pedidos de muestras y negociación).

“No se trata solo de ir a Cantón, sino de volver con acuerdos sólidos”, dice, y aclara que desde el frente del abastecimiento trabaja con una contraparte en el gigante asiático que asiste en la verificación de proveedores, gestión de muestras y demás procedimientos de comercio exterior. En palabras de Martina, Nihao Negocios “es un puente entre empresas de habla hispana y proveedores chinos”, pensado para quienes quieren comprar en China de manera segura y estratégica, con acompañamiento personalizado y una mirada que, desde el primer contacto hasta el embarque, evitan improvisaciones.

El paso de Martina por la Universidad Abierta Interamericana fue el primer engranaje de esa maquinaria profesional. “No fue solo ir a clases: empecé a construir mi perfil desde el día uno”, recuerda. La cercanía con docentes que trabajaban en comercio exterior hizo que las materias “se sintieran actuales y aplicadas a la realidad”, y la posibilidad de combinar estudio y trabajo le permitió llevar la teoría al terreno. Valora además los trabajos prácticos y proyectos que simulaban situaciones verídicas, que le dieron seguridad al dar sus primeros pasos como profesional.

 

Dándole la bienvenida a nuevos negocios

“Nihao Negocios es un servicio de acompañamiento integral para empresas y emprendedores que quieren comprar en China de manera segura y estratégica”, dice Simonetta y agrega: “Ayudamos a transformar la idea de ‘quiero importar’ en un plan concreto, desde la elección del producto y el proveedor, hasta la visita a la feria y el seguimiento posterior de las negociaciones”.

“Somos un puente entre empresas de habla hispana y proveedores chinos, combinando conocimientos de comercio exterior, cultura y un acompañamiento personalizado”, sintetiza.

La iniciativa nació, cuenta, de una necesidad visible en la calle, en los pasillos de las ferias y en las videollamadas de la pospandemia: “Muchas empresas quieren ir a la Feria de Cantón o comprar en China, pero no saben por dónde empezar; sienten miedo o desconfianza y postergan proyectos importantes”. Y no son solo debutantes revela: “También hay empresarios que ya importan, pero buscan expandir sus proveedores, ver productos nuevos y tampoco tienen claro por dónde comenzar”.

Frente a ese cuadro, el emprendimiento se pensó con diversidad desde su origen: “Somos tres socias, mujeres jóvenes vinculadas al comercio internacional, que vivimos en distintos países. Esa diversidad nos da una mirada amplia, entendemos la realidad de las pymes latinoamericanas y europeas, y al mismo tiempo conocemos de cerca la dinámica de hacer negocios con China”. La experiencia laboral y los viajes hicieron el resto: “Vimos que podíamos aportar valor acompañando al empresario antes, durante y después de la feria, y así nació Nihao Negocios”.

La hoja de ruta de sus actividades se distribuye en tres etapas. Previo al viaje, dice, el trabajo pasa por entender la empresa y su producto, perfilar proveedores posibles, definir objetivos de compra y diseñar una estrategia: “Asesoramos sobre requisitos básicos para importar y todo lo que hay que saber antes de viajar a China. Mi experiencia de haber vivido allá ayuda mucho en esa etapa”.

Durante la feria, el servicio se vuelve compañía y traducción práctica: “Organizamos el viaje, la agenda por pabellones y stands, acompañamos en las visitas, apoyamos la comunicación con proveedores y ayudamos a comparar opciones”. Luego viene el tramo más silencioso y decisivo: “El post feria conlleva al seguimiento de cotizaciones y condiciones comerciales, apoyo en la selección de proveedores, pedidos de muestras y negociaciones. También sugerimos contactos de agente de carga, despachantes y demás intervinientes en la operación”.

La otra mitad del acompañamiento es cultural. “Trabajar con una cultura tan distinta a la occidental es desafiante y enriquecedor”, admite. “La forma de negociar, los tiempos de respuesta, la importancia de la confianza y de la relación a largo plazo son muy diferentes a lo que estamos acostumbrados en Occidente”.

En China, subraya, “construir vínculo y credibilidad es tan importante como el precio o la calidad del producto.” Por eso, una parte clave del emprendimiento es “preparar al empresario, explicarle qué esperar, cómo comunicarse, qué cosas pueden malinterpretarse y cómo evitar choques culturales”. Cuando se comprende la lógica del otro, concluye, “la experiencia de trabajo se vuelve mucho más fluida y productiva.”

Para quienes todavía no están listos para viajar, dice, hay contenidos educativos y asesorías puntuales: “Queremos que empiecen a entender cómo comprar en China; por eso compartimos mucho nuestro Instagram @nihaonegocios”.

El norte está trazado con claridad. “A futuro me gustaría que Nihao Negocios sea un referente para pymes y emprendedores de habla hispana que quieran desarrollar proveedores en China”, dice, y proyecta un mapa que comienza por Cantón para luego abrirse a otros polos productivos: “El objetivo es profesionalizar cada vez más el servicio, sumar misiones comerciales todos los años y ofrecer acompañamiento continuo: no solo en el viaje puntual, sino en la construcción de una estrategia de compras en China a largo plazo”.

El puente que Martina propone no es una metáfora simpática, sino un verdadero método: “No se trata solo de ir a Cantón; se trata de volver con acuerdos sólidos y una cadena armada para que esos acuerdos se conviertan en productos y relaciones a largo plazo”.

 

Desde el aula construyendo una carrera en comercio internacional

El recorrido de Martina se convierte en una bitácora profesional que se fue armando tramo por tramo. Cuenta que apenas se graduó en la UAI, comenzó su carrera dentro de Transmodal (empresa de logística internacional y freight forwarder con sede en Rosario), donde primero hizo customer service y luego se adentró en operaciones de importación. Recuerda que esa etapa le enseñó a escuchar a los clientes y a mirar cada embarque como un proyecto integral.

“En 2022 me mudé a Italia para trabajar en otro freight forwarder y enfocarme en operaciones de exportación hacia Latinoamérica”, experiencia que confiesa le dio una perspectiva europea sobre los mismos flujos que ya conocía del lado argentino. Más tarde llegó el salto a la gran liga: “me incorporé a Kuehne + Nagel (multinacional suiza líder en logística y gestión de cadenas de suministro) como especialista en sea logistics”, relata con la certeza de quien aprendió a ordenar tiempos y riesgos en cadena.

Mientras la logística la volvía políglota de documentos y cortes de cierre, Martina cultivaba otro idioma complejo: “en paralelo siempre estudié chino”, subraya, y rescata el punto de inflexión de su trayectoria cuando en 2023 ganó una beca del gobierno chino para estudiar un año en la prestigiosa Shanghai Jiao Tong University. Confiesa que allí cumplió un sueño: vivir y estudiar en China, y comprobar que la cultura no es un apéndice del negocio sino su columna vertebral.

De regreso al terreno corporativo, hoy trabaja en Travel Blue (marca global de accesorios de viaje: almohadas, candados TSA, adaptadores, mochilas y soluciones sostenibles para el viajero), dentro del área de Business & Product Development. “Participo en el desarrollo de nuevos productos y en la expansión comercial internacional”, ilustra, como quien conecta el diseño con la góndola y la góndola con la valija del viajero.

El mayor desafío para Martina fue “cerrar una negociación de gran envergadura en China con uno de nuestros clientes más importantes de Latinoamérica”. Recuerda que estuvo sola, frente a ocho representantes del lado del cliente, y que “las expectativas estaban bien altas”, pero “al final salió todo muy bien”, aunque admite que fue un gran reto: combinar estrategia, paciencia y claridad para que el acuerdo no se perdiera entre traducciones y silencios.

En la caja de herramientas que usa a diario aparece la huella de su formación. “Me resultaron especialmente útiles la base técnica en Incoterms, medios de pago, contratos de compraventa internacional y logística”, enumera, y enseguida agrega el análisis de costos y de cadenas de valor: la clave para “entender el negocio del cliente y no ver la operación solo como un envío puntual”.

También rescata las herramientas de negociación, investigación de mercados y marketing internacional, que hoy aplica tanto en su rol comercial como en su proyecto personal. Y se detiene en “las habilidades blandas: trabajar en equipo, hacer presentaciones, organizar proyectos y cumplir plazos”. Para ella, ese conjunto es lo que permite que una intención se convierta en contrato y un contrato en relación.

El comercio exterior, advierte, no es un cuadro fijo. “Cambia todo el tiempo”, asegura, y por eso procura “mantenerse informada, participar en webinars y charlas” y estar atenta a lo que comparten sus colegas en redes profesionales como LinkedIn. Dice que esa actualización constante funciona como un seguro de calidad: ajustar rutas, tiempos y expectativas antes de que los problemas se conviertan en demoras.

La elección de la carrera se debió a su interés por “conectar con diferentes culturas” y estudiar idiomas que la hacían sentir más cerca de personas de otros países. “Me gustan los negocios”, confiesa, y por eso vio en el Comercio Internacional la combinación perfecta de sus intereses. Con el tiempo, descubrió el mundo de la logística y terminó apasionándola; también notó que tiene un don para unir personas, partes y negocios. “Disfruto mucho ser ese puente que conecta y encuentra oportunidades”, dice, y remata que hoy está intentando potenciar justamente esa habilidad.

Optar por la UAI fue, para ella, una decisión de coherencia: “Ofrecía un plan de estudios muy orientado a la práctica, con materias específicas de comercio exterior desde los primeros años y la posibilidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo”. Recuerda, además, una pasantía en Barcelona al final del segundo año de cursado, en una empresa exportadora, que reforzó su interés por los entornos multiculturales.

Su paso por la UAI aparece como un primer laboratorio de la vida profesional. “Mi experiencia fue muy positiva; siento que no fue solo ‘ir a clases’, sino empezar a construir mi perfil desde el día uno”, afirma. Destaca “la cercanía con los profesores” y valora que “casi todos trabajaban en comercio exterior”, lo que hacía que las materias “se sintieran actuales y muy aplicadas a la realidad”.

Agradece haber podido combinar estudio y trabajo: “lo que aprendía podía aplicarlo en la vida real, y muchas herramientas todavía las uso hoy”. Y se detiene en los trabajos prácticos y proyectos que simulaban situaciones reales: le dieron “bastante seguridad” al empezar a trabajar, porque ya los había practicado. Con una convicción que excede la técnica destaca: “Las personas son lo más importante de un lugar; en la UAI hice grandes amistades y mantengo el vínculo con profesores y colegas”.

Martina Simonetta es hoy una profesional que aprendió a leer el mapa entre aulas, puertos y ferias, y que hoy transita con naturalidad las dos orillas de cualquier operación: la cultural y la ciencia. En su voz, las citas se convierten en método: preparar, negociar, estudiar, aplicar, actualizar. Y, sobre todo, tender puentes. Porque, como insiste, el comercio internacional empieza en un buen diagnóstico y termina en una relación de confianza que resiste el tránsito de un