“Educación es futuro y progreso”
La creciente presencia de profesionales del área de la psicopedagogía en las instituciones educativas y de salud, es el mejor reconocimiento del aporte que ellos pueden realizar para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los problemas de aprendizaje. Existe hoy, una necesidad de los profesionales de la educación de profundizar en los aspectos que inciden desde el punto de vista psicopedagógico en la práctica docente.
Paula Monteros trabaja en una institución educativa privada y es alumna de la Licenciatura en Psicopedagogía de la Sede Rosario. “Me parece que es un excelente complemento en mi formación, un camino lleno de desafíos, un paso muy importante para la profesionalización de la carrera docente. Me refiero a la formación continua en el ámbito de la educación. La docencia convive, de manera cotidiana, con la apoyatura de muchos profesionales, y la formación de base resulta no ser suficiente ante determinadas situaciones, donde se podría enriquecer, desde la mirada y análisis del educador, estas interacciones con dichos profesionales”, asegura Paula y agrega: “Como lo sostiene Marina Müller (psicopedagoga. Doctora en Psicología) al ocuparse de las características del aprender humano: cómo se aprende (…) está condicionado por diferentes factores, cómo y por qué se producen las alteraciones del aprendizaje, cómo reconocerlas y tratarlas”.
Para Paula la docencia es una vocación y representa la posibilidad de ejercer la ciudadanía, de poder detentar un juicio crítico, de expresarse libremente, de alzar la voz y de movilizarse socialmente. Con respecto a su relación con la labor educativa, explica: “La elijo y resignifico todos los días, es la profesión que abrazo con inmenso cariño, con esfuerzo y dedicación, para continuar auspiciando, desde mi humilde lugar, posibilidades. Educación es progreso y futuro”.
La pandemia alteró la cotidianeidad de toda la sociedad, y el ámbito educativo no fue la excepción, por lo que reconoce que la mutación a un formato virtual fue aventurarse a un mundo cuasi desconocido. Fue necesario bucear en las herramientas con las que se constaba, siendo autodidactas y aprendiendo en el hacer. “Todos, docentes y alumnos fuimos aprendiendo y perfeccionándonos en este mundo virtual de manera paulatina, cooperando, y estableciendo vínculos para poder seguir conectados, más allá de las vicisitudes propias del tiempo pandémico que nos toca vivir”, reflexiona y destaca la capacidad de adaptación a los cambios, “de continuar relacionándonos a través de la virtualidad”.
Paula es licenciada en Organización y Gestión Educativa, además de cursar la Licenciatura en Psicopedagogía, está en la recta final del Profesorado Universitario en Ciencias de la Educación. Esta amplia formación académica delinea sus objetivos: “poder trabajar, aplicar, vivenciar, intervenir en el ámbito educativo, guiada por todos estos conocimientos adquiridos, y por mi vocación”. Confía en continuar creciendo y advierte: “No se debe olvidar que el acto de enseñar, y, en consecuencia, el de aprender, es una acción específicamente humana, como lo sostiene Müller; a lo que yo agregaría, también, que es una acción que nos humaniza”.
Su constante inquietud por la práctica educativa la llevó a sumarse al proyecto “Sala de Consultas”, una iniciativa de la UAI pensada para acompañar a los alumnos en su trayectoria educativa y potenciar el proceso de aprendizaje. A través de encuentros virtuales, ofrece asesoramiento personalizado en relación con las técnicas de estudio, la organización del tiempo y sus tareas. “Soy estudiante consultora, junto con mi grupo de mis compañeras. Nos acompaña y guía en esta tarea una docente coordinadora, la Prof. Julieta González”, explica y revela: “Este proyecto se ha iniciado a principios de junio, y de manera paulatina están acercándose los alumnos. Se podría decir que lo que se ha solicitado hasta el momento es ayuda para la organización de tareas académicas, como, por ejemplo, el armado de trabajos finales de carrera”.
Paola Monteros es una profesional comprometida con la educación como acción humanizante porque, tal como dijo Emmanuel Kant: “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”.