Gestión de costos en Comercio Internacional
Por Hernán Attanassio. Licenciado en Comercio Internacional (UAI).
A lo largo de mi carrera profesional en comercio internacional he notado que la gestión de costos no siempre recibe la importancia que requiere. Una vez alguien me dijo: “Comprar bien, es vender bien” y, con el correr del tiempo, fui desarrollando herramientas que me ayudaron a controlar y optimizar los costos de la cadena logística nacional e internacional. Si bien este concepto aplica tanto a importaciones como a exportaciones, en esta oportunidad me gustaría enfocarme en la venta de bienes a otros países.
En la actualidad son varias las empresas que exportan o tienen la intención de hacerlo, por eso es sumamente importante nuestro rol como profesionales para acompañarlos en este gran paso y velar por los costos intervinientes con el fin de llegar a un precio competitivo al mercado externo.
Cuando hablamos de costos nos referimos, entre otras cosas, a la contratación de servicios y compra de insumos que forman parte de toda la operatoria de exportación y que son eslabones muy importantes a la hora de fijar precios. No se trata solo de una cuestión operativa, sino que también debemos alimentar la gestión de compras desde el propio sector hacia las demás áreas. Es decir, se deben analizar periódicamente los valores de toda la cadena logística. Por ejemplo, la compra de pallets tratados, materiales de estiba, envases, embalajes, transporte local, flete internacional, despacho de aduana, seguros, custodia, gastos bancarios, envío de documentación, depósito fiscal, entre otros.
Como verán, cada uno de estos conceptos impacta directamente en el precio de venta final del producto y son solo algunos de los que cada organización tendrá que contemplar en su estructura de costos sin olvidar que su sensibilidad se incrementa aún más cuando se trata de productos de bajo costo.
Por supuesto que en nuestro análisis debemos procurar un equilibrio entre el precio y la calidad del servicio, además de otros factores como ser la forma de pago, plazo de pago, cantidades mínimas de compra y plazos de entrega. Se recomienda en cada situación solicitar al menos tres cotizaciones de diferentes proveedores para poder realizar una correcta comparativa.
Por último, también existen costos ocultos o variables que deben ser considerados en cada análisis y dependerán de la gestión operativa. Algunos ejemplos son: demoras en el transporte, incumplimientos de cut off, tiempos de consolidación, desperdicios de materiales de estiba, re-coordinaciones, almacenaje, verificaciones aduaneras, etc.
Realizando este procedimiento se pueden reducir los gastos operativos entre un 10% y un 30%, motivo por el cual amerita la implementación y tiempo empleado en ello. Los invito a llevar a cabo esta metodología de trabajo y optimizar su operatoria.
Recuerden que el éxito en la comercialización de nuestros productos al mundo no depende solo de una correcta coordinación operativa sino también de una excelente gestión.