 
										Sofía Albero: “La libertad también requiere disciplina”
En el marco de las cápsulas organizadas por la Facultad de Ciencias Empresariales, la graduada de la Licenciatura en Administración, Sofía Albero, brindó una charla inspiradora dirigida a estudiantes de distintas carreras de la Universidad Abierta Interamericana.
El encuentro se propuso como un espacio de intercambio genuino, en el que los alumnos pudieron conocer de primera mano la historia de una egresada que atravesó diferentes etapas laborales, transitó el mundo corporativo y finalmente decidió emprender su propio camino profesional.
Sofía compartió su experiencia con sinceridad y cercanía, relatando los desafíos que enfrentó durante su formación, los momentos de cansancio y las motivaciones que la impulsaron a continuar. “Pensar cómo uno se va transformando profesionalmente y de pronto estar del otro lado, cuando antes era yo la que estaba sentada escuchando a personas que inspiraban, es muy movilizador”, expresó al comenzar su charla.
Contó que regresar a la universidad, esta vez como disertante, fue para ella una experiencia profundamente emocional. “No siento que esté del otro lado: es recíproco. Es inspirar, pero también volver a sentirme alumna, subir las escaleras, pasar por el café, reencontrarme con lugares y sensaciones que me marcaron. Fueron años muy lindos, ¡cómo me gustaba venir a cursar!”, agregó.
Durante la charla, relató que su paso por la UAI coincidió con una etapa intensa de su vida. Vivía en zona sur, trabajaba en Puerto Madero y más tarde tenía que volver a su propio hogar, mientras estudiaba a la par. Aquellos años fueron una prueba de esfuerzo, organización y perseverancia. “Al principio me daba miedo. Tenía muchas dudas acerca de si iba a poder con el ritmo, con los tiempos, cómo me iba a organizar con la carga horaria. Pero siempre digo que es como ir al gimnasio: lo más difícil es arrancar. Una vez que empecé, si bien hubo momentos cuesta arriba, lo disfruté muchísimo”, contó.
Sofía destacó que estudiar de grande tiene un valor distinto: “A los 20 estudiás por mandato, a los 40 estudiás por elección. Valorás cada clase, cada aprendizaje y te lo tomás con otra conciencia”.
En su exposición, también reflexionó sobre el significado más profundo de su paso por la universidad. “La UAI me dio estructuras y, sobre todo, sentido de pertenencia. Fue un espacio académico muy humano, de escucha y aprendizaje profesional, donde conocí personas fabulosas con quienes comparto valores y formas de pensar. Allí hice grandes amigos… y también encontré a mi compañero de vida. La universidad fue mucho más que una formación: fue una comunidad”, aseguró.
Ya graduada, Sofía construyó una sólida trayectoria en el ámbito corporativo, donde trabajó durante varios años antes de dar el salto hacia la independencia profesional. Hoy lidera su propio emprendimiento, desde donde diseña estrategias y desarrolla soluciones para marcas que buscan innovar. “El mundo corporativo me enseñó la importancia de conducirme con mis propios valores. Aprendí que no siempre compartís las formas o la ética de una organización, y eso te lleva a definir qué querés sostener como principio. Esa claridad me ayudó a animarme a construir mi propio camino, basado en otra manera de trabajar, más coherente con mis convicciones”, compartió.
También habló sobre el proceso de dejar atrás la estabilidad laboral para apostar por un proyecto propio: “Lo más difícil fue soltar la comodidad: el ingreso fijo, los beneficios, la obra social… esa sensación de estabilidad. Pero con el tiempo entendés que no tener techo vale más. Ser independiente implica desarrollar estructura y organización. La libertad también requiere disciplina”.
Durante la charla, Albero invitó a los estudiantes a reflexionar sobre el valor del esfuerzo y la importancia de encontrar sentido en lo que hacen. “Esta vida es una. Pasamos más de ocho horas por día trabajando, muchas veces en proyectos que no nos representan. La gran diferencia está en poner tu tiempo, tu energía y tu capacidad al servicio de algo que te genera propósito e impacto”, reflexionó.
Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue cuando propuso una dinámica simbólica con luces. Sofía apagó las luces del aula, encendió una vela y pidió a los presentes que iluminaran el espacio con las linternas de sus celulares. “La luz representa nuestros sueños, nuestra energía vital. Todos atravesamos momentos de oscuridad, pero cuando uno logra mantener su luz encendida, inspira y ayuda a otros a hacerlo también. Quise que los estudiantes entendieran que cada uno de ellos puede ser esa luz que transforma el entorno”, explicó sobre el gesto.
Antes de finalizar, compartió un mensaje dirigido especialmente a quienes están transitando sus estudios universitarios o evaluando retomarlos: “Nunca es tarde. El tiempo va a pasar igual lo hagas o no, así que vale la pena animarse, aunque sea de a poco. Estudiar es un proceso que te desafía y te llena de orgullo. Lo importante es empezar, mantenerse constante y no perder de vista el objetivo”.
Sofía Albero cerró su exposición entre aplausos y miradas emocionadas. Su testimonio no solo inspiró a los alumnos presentes, sino que reafirmó el compromiso de la UAI con acompañar a sus estudiantes y graduados en cada etapa de su desarrollo profesional y personal. “A veces no se trata de fuerza, sino de red. De confiar, de sostener y dejarse sostener. De saber que no estamos solos, y que siempre podemos volver a encender nuestra luz”, concluyó.
 
                        

