Conflicto ruso-ucraniano: mirada sobre el tablero internacional
Marcelo Cespedes es abogado y asesor especialista en derecho internacional. Profesor de Derecho Internacional Público y Derechos Humanos de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta Interamericana Sede Rosario, el Dr. Cespedes analiza para distintos medios de comunicación y publicaciones científicas las múltiples aristas del conflicto desatado entre Rusia y Ucrania.
- ¿Cuáles son las principales causas que detonan el conflicto?
- A pesar de las razones esgrimidas por Rusia, para llevar adelante la invasión, las causas tienen que ver con el acercamiento de Ucrania a la Unión Europea y el posible ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Situación que, como el mismo presidente de Rusia (Vladimir Putin) declaró, sería una amenaza a la seguridad de la Federación Rusa.
- ¿Cuáles son las características distintivas del denominado "este ucraniano”?
- Ucrania es un país relativamente joven, ya que alcanzó su independencia política de la ex Unión Soviética (URSS) en el año 1991. A pesar de ello, gran parte de la población ucraniana se siente "rusa", sobre todo la ubicada en las regiones del este de Ucrania, como son los óblasts de Donetsk y Lugansk sobre la frontera con Rusia.
- Desde el derecho internacional, ¿cuál es tu análisis de la anexión de Crimea y de los plebiscitos en las regiones independentistas?
- La anexión rusa de Crimea y los plebiscitos de Donetsk y Lugansk, sin dudas, vulneran el Derecho Internacional Público y uno de los principios consagrados por todas las naciones de no intervención en los asuntos internos de otros Estados (Resolución 2131 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas).
En el primero de los casos, la península de Crimea formaba parte de Ucrania y, tras la caída del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich, en 2014 el parlamento de Crimea realizó un referéndum en el que se consultó a la población de esa región si deseaba unirse a Rusia como estado federado o si prefería restaurar la Constitución de Crimea de 1992 y el estado de Crimea como parte de Ucrania. La primera opción fue aprobada con una abrumadora mayoría. Días después, Rusia y Crimea firmaron el tratado de anexión de la República de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.
La anexión fue vista por la comunidad internacional como ilegal y sólo reconocida por Rusia. En el caso de Donetsk y Lugansk, sucedió algo similar, situación que no fue reconocida por el gobierno central de Ucrania ni por la comunidad internacional.
En ambos casos, encontramos que Rusia habría vulnerado el Derecho Internacional Público, violando el Tratado de Belavezha de 1991 mediante el cual se disolvía la URSS; el Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad de 1994, en el cual Rusia reconocía garantías de seguridad frente a las amenazas o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de Ucrania, y el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre la Federación de Rusia y Ucrania (1997) en el que, entre otras cosas, se declaraba que ambos países «basan sus relaciones en los principios del respeto mutuo, la igualdad soberana, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras, la solución pacífica de las controversias, la no utilización de la fuerza ni la amenaza de la utilización de la fuerza».
- ¿Cuáles son las pretensiones de Rusia y de Ucrania una vez iniciada la escalada bélica?
- Las pretensiones de ambos países son claramente diferentes. Mientras Rusia tiene intereses de seguridad al impedir que Ucrania ingrese en la OTAN, y este organismo pueda establecer bases militares en aquel país, Ucrania quiere que Rusia detenga la invasión y se retire de su territorio.
- ¿Qué establecía el acuerdo de la OTAN con Rusia sobre la instalación de bases tras el colapso de la URSS?
- La Unión Soviética había desaparecido y estaba surgiendo un nuevo orden mundial. En este contexto, se firmó en 1997 la llamada "Ley Fundacional OTAN-Rusia", un acuerdo para construir una relación de colaboración en materia de seguridad entre ese país y la alianza militar. A pesar de ello, Rusia no forma parte de la OTAN.
- Más allá de la dificultad de realizar una previsión sobre el conflicto, ¿cómo crees que este puede evolucionar?
- Más allá de la dificultad y particularidades que presenta todo conflicto internacional, existen dos posibles escenarios. El primero de ellos, el más grave, es que la escalada militar continúe y que posteriormente se expanda a otros países de la región e intervenga la OTAN en el conflicto. En segundo lugar, podría suceder que Rusia se vea estancada en un conflicto que no quiere extender porque no le conviene económica ni políticamente (dentro de su territorio) y se llegue a alguna especie de acuerdo para una salida pacífica del mismo.
- ¿Cómo "juegan" en esta situación Estados Unidos y China?
- China por el momento se presenta como ajeno e intenta presentarse como un país mediador para encontrar una salida pacífica al conflicto. Estados Unidos, en el mismo sentido, pero como potencia militar presente en la OTAN se limita a establecer sanciones económicas y enviar ayuda a la población ucraniana. Por el momento ninguno de los dos tiene interés en involucrarse militarmente en el conflicto.