Dia mundial del suelo
Marlene Diedrich*
El 5 de diciembre se celebra el Día Mundial del Suelo, designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2014 a propuesta de la agencia para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo. Sus orígenes se remontan a 2002 ante el impulso de la jornada internacional de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS) para homenajear al suelo y abordar experiencias sostenibles sobre un recurso que parecía infinito.
El suelo es un sistema complejo en el que ocurren diversos procesos químicos, físicos y biológicos. En esta fecha se busca concientizar sobre la importancia de conservar este recurso, ya que junto con el agua conforman los recursos fundamentales sobre los que se sustenta la supervivencia de la vida en el planeta.
Del vínculo entre suelo y agua las plantas absorben los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, incidiendo directamente en una alimentación sana. En los últimos 70 años el nivel de nutrientes y vitaminas de los alimentos se ha reducido considerablemente ante la degradación de los suelos. Dicha degradación obedece a diferentes problemáticas entre las cuales se destacan la afectación de la biodiversidad, la erosión, la salinización, la contaminación.
La mayor parte de la biodiversidad está en el suelo, y contribuye a un delicado equilibrio en los ecosistemas naturales y agrícolas, siendo fundamental afrontar los retos de la ordenación del suelo y mantenerlo sano para evitar su pérdida. La salinización es uno de los problemas más frecuentes del suelo que supone muchas dificultades para la agricultura, la seguridad alimentaria y la biodiversidad.
A través de la erosión se remueven capas de la superficie tanto por fenómenos climáticos como el agua y el viento, como también por el desarrollo de actividades antrópicas como la deforestación. La contaminación proveniente de las diferentes actividades antrópicas altera gravemente las características naturales del suelo. Por ello, resulta fundamental el cuidado y uso del suelo no sólo a través de la implementación de prácticas sostenibles en los sistemas agrícolas sino en todas las interacciones con el recurso en general.
En el ordenamiento jurídico argentino, la conservación del suelo goza de protección jurídica, pero se resalta la necesidad de garantizar su efectiva implementación. En el marco de los presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable determinados por la Ley 25.675, Ley General del Ambiente, se regula el Ordenamiento Ambiental del Territorio como una de las herramientas de la política ambiental.
De esta forma se determina que para la planificación y el desarrollo de diferentes actividades antrópicas, el proceso de ordenamiento ambiental debe tener en cuenta los aspectos políticos, físicos, sociales, tecnológicos, culturales, económicos, jurídicos y ecológicos de la realidad local, regional y nacional, a fin de asegurar el uso ambientalmente adecuado de los recursos ambientales, posibilitar la máxima producción y utilización de los diferentes ecosistemas, garantizar la mínima degradación y desaprovechamiento y promover la participación social, en las decisiones fundamentales del desarrollo sustentable.
En particular, para el desarrollo de la actividad agrícola es necesario garantizar el desarrollo de prácticas sostenibles de gestión del suelo que mejoran su salud, reducen la erosión y la contaminación, mejoran la infiltración y el almacenamiento del agua, preservan la biodiversidad del suelo, mejoran la fertilidad y contribuyen a la retención de carbono, desempeñando un papel crucial ante la problemática del cambio climático.
A través de la adopción de medidas necesarias para mitigar y compensar las afectaciones y daños causados al suelo no sólo se asegurará su conservación y se evitará su agotamiento, sino que también se garantizará la protección del ambiente, así como la salud de la población y los demás seres vivos.
*Abogada. Especialista en Derecho Ambiental. Docente de la carrera de Abogacía de la Universidad Abierta Interamericana - Sede Rosario.