Hacia nuevas formas de convivencia
El jurista y Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta Interamericana, Marcos Córdoba, ofreció una conferencia abierta sobre “Convivencias Asistenciales”, frente a decenas de personas en el Espacio Clarín, en Mar del Plata.
El eje del encuentro fue legislar sobre todas las formas de convivencia que no sean necesariamente de parejas heterosexuales u homosexuales. También se habló sobre las leyes, que son cada vez más inclusivas y modernas.
En este contexto, Córdoba viene trabajando desde hace tiempo en ideas para impulsar una ley que va más allá de los matrimonios. A su vez, participó de la reforma del Código Civil y del debate por la Despenalización del Aborto.
“El Estado no debe imponer nada en esta propuesta. Sólo debe permitir que las partes pacten sus relaciones y que se inscriban en el Registro Civil en un libro especial que no es de matrimonio, ya que no constituirían una familia, sino una unión solidaria de asistencia en un país donde hay déficit habitacional. Esto aliviaría además a las arcas del Estado, porque muchas personas que a determinada edad no pueden estar solas en una vivienda, podrían tener otra persona que viva con ellas y las asista. En Cuba existe lo que se llama ´familias de acogida´. Son familias que cuidan de personas solas y el Estado les otorga un subsidio de mantención. Esto surgió como creación también de una fuente de trabajo”, argumentó Córdoba.
En ese orden, el jurista aclaró que su propuesta ya llegó al Senado.“Ninguna persona que conviva con otra quedaría obligada a nada salvo que expresamente lo dijese en un documento que lo llevara e inscribiese en el Registro Civil”, agregó.
Finalmente, en cuanto a la tarea de los legisladores, dijo: “Deben tomar nota. Sé que son procesos lentos y largos. Por suerte tengo la posibilidad de enseñar en universidades de distintos países y este tipo de cosas también ocurren fuera de Argentina. Parece que las funciones del legislador no toma contacto con la necesidad social, entonces necesitamos nosotros, los juristas, ser los intérpretes de las necesidades sociales para traducírselas a los legisladores y que eso se convierta en derechos de las personas”.