“La clave para superar los prejuicios es tender puentes”
Irina Bellucci (23 años) es egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, y el próximo 30 de marzo defenderá su tesis. Estudia desde chica el idioma turco y se metió de lleno en el intercambio cultural al conocer la colectividad árabe y musulmana de nuestro país.
Ahora escribe para el Observatorio de Medio Oriente de la UAI y, en lo que respecta a la mirada de Occidente sobre Medio Oriente, Irina evalúa que existe un prejuicio debido a la ignorancia. “Con todo lo que tiene que ver con la religión, la gente sólo ve los extremos y piensa que los fanáticos representan a toda una comunidad, cuando no es así”. “La clave para superarlo es tender puentes, tener la voluntad de escuchar y aprender, de interesarse por las vivencias de los otros”, aseguró.
- ¿Qué fue lo que más te gustó de la carrera de Relaciones Internacionales?
- La posibilidad de abrir la cabeza. Es una carrera en la cual uno se está constantemente replanteando cosas. El mundo cambia muy rápido, pero a la vez una puede observar que ciertas cosas permanecen a lo largo de la historia y de las civilizaciones (no siempre son buenas). Por otro lado, el poder conocer otras culturas siempre me gustó, entender el trasfondo cultural para ciertas políticas, creo que el estudiante de relaciones internacionales tiene una cosmovisión propia.
- Vi que hablás turco ¿Cómo fue que comenzaste a estudiar ese idioma y por qué?
- Comencé en cuarto grado. Me cambié de escuela y fui al Colegio Hércules, perteneciente a lo que hoy es el Centro Cultural Alba, y en su momento era la Fundación de la Amistad Argentino-Turca. A la tarde podíamos optar por teatro (que fue lo que eligieron la mayoría de mis compañeros) o turco. Yo quería hacer algo distinto así que decidí anotarme a lo último. Fue lo mejor que me pudo pasar, ya que descubrí que el idioma se me daba bien. Mi maestra de turco, Sultan Kahveci, me preparó por tres años, hasta que en el año 2010 participé de la 8 Olimpiada Internacional de Idioma Turco. Gané una medalla de bronce en la categoría poesía y estuve un mes de intercambio allá.
- Tengo entendido que no es igual al árabe… ¿Verdad?
- El turco no es igual al árabe, si bien comparten algunas palabras o expresiones, sobre todo religiosas. El turco es parte de las lenguas túrquicas que hoy comprenden más de treinta lenguas vivas habladas a través del este de Europa, Asia central y Siberia. Al idioma turco lo hablan más de 70 millones de personas (en Turquía y en Europa por la diáspora turca). Luego de la caída del Imperio Otomano, cuando se fundó la República de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk cambió la escritura. En 1928 realizó la “Revolución de los Signos” y el turco dejó de escribirse en caracteres árabes y pasó a escribirse en letras latinas. Con esta revolución además el 92% de la población se alfabetizó. Fue una política muy fuerte y nacionalista que cambió todo muy rápido.
- Medio Oriente es una temática muy difícil y también distante de la Argentina: ¿De dónde viene tu interés allí?
- Gracias a mi experiencia con la colectividad turca empecé a conocer un poco más que la media sobre ese tema. Como el Colegio Hércules no tenía secundario decidí estudiar en el Colegio Argentino Árabe Omar Bin Al Jattab, que depende del Centro Islámico. Ahí aprendí árabe y tuve clases de islam. Pese a que soy católica practicante, el intercambio cultural me sumó mucho, ya que conocí a la colectividad árabe y musulmana que hay en el país. Estudiar relaciones internacionales cayó de maduro debido a eso, además de que, en vez de ir a Bariloche, el último año fuimos de viaje de estudio a Europa.
- ¿Cómo comenzaste a escribir en el Observatorio de Medio Oriente?
- Mi tutor de tesis el Mg. Emilio Rufail, sabía de mi interés en el tema (ya que mi tesis es sobre las mujeres kurdas en el norte de Siria). Me preguntó en Julio si quería participar y acepté. Conocía a todos los miembros por encuentros previos, o porque fueron mis docentes, así que se sintió muy natural todo. Debido a la pandemia tenía más tiempo en casa disponible para escribir. Estoy muy contenta porque en octubre hicimos un webinar al que asistieron más de 200 personas, de distintas carreras y países. Fue una re linda experiencia.
- ¿Creés que hay un prejuicio de todo lo que viene de Medio Oriente en el mundo occidental?
- Definitivamente sí, hay mucha ignorancia, que es la base de los prejuicios. Con todo lo que tiene que ver con la religión la gente solo ve los extremos y piensa que los fanáticos representan a toda una comunidad, cuando no es así. La clave para superarlo es tender puentes, tener la voluntad de escuchar y aprender, de interesarse por las vivencias de los otros. Siempre digo que a mí me gusta vivir en Argentina porque hay libertad de culto y diversidad cultural. Cuando uno está inmerso en el día a día no lo sabe valorar, pero los que estudiamos relaciones internacionales sabemos que no es lo común, y que hay que apreciarlo.
- ¿Cuánto creés que te sirvió la educación que tuviste en UAI para lo que vino/viene después?
- Estoy muy contenta con los docentes de la UAI, tuve experiencias muy gratificantes. Pude participar no sólo en el Observatorio, sino también en varios grupos de investigación, congresos, hasta pude ser parte del staff del P20. Eso se lo debo exclusivamente al plantel docente, que siempre nos motivó a escribir y participar en cualquier experiencia relativa a la carrera. Respondiendo a tu pregunta, creo que me prepararon súper bien para poder enfrentar mi camino laboral con confianza.