Las perspectivas del sistema mundo tras la pandemia

En el marco del ciclo charlas organizado por el Foro Regional Rosario, se llevó adelante el webinar “El mundo pos COVID”, donde el Dr. Fabián Lavallén Ranea (Director de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y la Licenciatura en Ciencia Política)  fue invitado para analizar la inserción internacional de la Argentina en el contexto global que dejará la pandemia, y el valor estratégico que tendrá la provincia de Santa Fe y el Río Paraná en ese nuevo orden.

Integrando el panel junto al Dr. Esteban Actis (Investigador de la Universidad Nacional de Rosario y el CONICET), el Dr. Lavallén señaló, como diagnóstico inicial, la emergencia de China como potencia y la competencia bipolar con Estados Unidos, así como la importancia de estudiar la coyuntura a la luz de diferentes autores que identificaron en la historia los cambios sistémicos, producidos por el surgimiento de nuevas potencias y el declive de otras. En este sentido, mencionó a Immanuel Wallerstein, sociólogo y científico social histórico estadounidense, quien da un marco de análisis del sistema mundo desde la década del 70. Wallerstein obervaba que el recambio hegemónico visto en la modernidad con el Imperio Francés o el Imperio Británico, cada vez que se produce la caída de una superpotencia y el surgimiento de otra son momentos de violencia e incertidumbre. A diferencia de otras etapas del capitalismo, los Estados Unidos  estarían desestructurando el propio sistema, mientras que períodos de cambio anteriores se habían dado en los marcos del propio capitalismo.

La hipótesis que desarrolló Lavallén versa sobre el fin de un ciclo civilizatorio y la reconfiguración de la política internacional. Antes de la pandemia existió un lapso de revueltas como en Chile, Francia o el Líbano, simultáneamente a un proceso de revalorización de la política y el rol del estado. Por el otro lado, esta crisis visibilizaría una degradación del sistema de la salud a partir, por ejemplo, de la caída de las camas de terapia intensiva disponible que sufrieron los países centrales en los últimos 30 años. A esto le suma la transformación vertiginosa en la modalidad de trabajo, el deporte y las comunicaciones. Tampoco omitió mencionar el accionar decepcionante de algunos organismos internacionales donde, particularmente en América Latina, se aceleró la debilidad estructural de las naciones y el proceso regional de integración.

El Dr. Lavallén también mencionó la puesta en entredicho, a partir de la pandemia, de las modalidades de producción deslocalizadas donde las materias primas, los insumos, el ensamble, la mano de obra o la comercialización se desarrollan en diferentes países, hoy en retracción. En este escenario China es el ombligo del mundo en relación con el consumo, pero también es el país que más inversiones ha realizado en el orbe. En Argentina particularmente ha destinado más de 30 mil millones de dólares en los últimos años.

En el sistema internacional EEUU tiene un nuevo competidor, a lo que Lavallén se preguntó si esa tensión llevará a una búsqueda de complementariedad o a un choque conflictivo. Sugiere que la crisis es de la estrategia trilateral surgida en la década del 70, donde la comisión encabezada por Estados Unidos, Europa y Japón diseñaron el sistema internacional, hoy puesto en entredicho.

Los grandes marcos de integración regional también se encuentran en crisis, a la vez que se revaloriza el rol de los gobiernos subnacionales. En este sentido destacó el accionar de municipios y provincias en la gestión de la pandemia, y en la planificación y ejecución en las medidas de seguridad y asistencia.

En un pormenorizado análisis tampoco dejó de lado el debate entorno a la información y el control, retomó el concepto de la “biopolítica de la vigilancia”, donde el uso masivo de los datos (Big Data) no es solo potestad de los regímenes autoritarios sino también de las democracias liberales para la vigilancia digital.

El Dr. Lavallén concluyó que esta situación inédita es un verdadero desafío para el pensar estratégico. Es necesario observar las cuencas del Amazonas, del Plata o el Orinoco, porque la región está en un momento convulsionado, donde debe garantizarse la comunicación, la navegabilidad y la producción. Consideró imperioso volver al planeamiento de la cuenca del Plata con una mirada integral, programas de acciones, gestión sostenible y la prospectiva interdisciplinar para imaginar escenarios futuros.