“La kinefilaxia ha llegado para quedarse”

La integración de una dimensión internacional o intercultural en las funciones de enseñanza, investigación y servicio es una estrategia que permite mejorar la calidad de la práctica docente y la formación de los futuros graduados. En este marco, e inscripto en el naciente vínculo generado entre la Sede Rosario de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y la Corporación Universitaria Antonio José de Sucre (Sincelejo, Colombia), se llevó a cabo el webinar “La kinefilaxia, una alternativa en la kinesiología actual”, dictada por el doctor Daniel Airasca (investigador senior adscripto a la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y la Facultad de Motricidad Humana y Deportes de la UAI)

“Entre el que enseña y el que aprende, el que más aprende es el que enseña”, dijo Airasca parafraseando al filósofo alemán Martin Heidegger. Este encuentro con alumnos, docentes y graduados de las carreras de Kinesiología de la UAI acompañados por su director, el especialista Sergio de San Martín, y de Fisioterapia de la Casa colombiana fue una invitación a pensar la práctica kinésica desde una concepción pedagógica de la cura, como una forma de integrar todas las dimensiones substanciales del ser humano.

“La kinefilaxia permite a los kinesiólogos, por incumbencias y por formación, abordar la salud del hombre en las instancias de promoción de la salud y prevención de la enfermedad por medio de la actividad física desde una perspectiva globalizadora, en cuanto atiende todas las dimensiones humanas y contempla la sinergia con los demás agentes de salud”, explicó Airasca y agregó: “Esto significa una apertura que, más allá de ampliar nuestras posibilidades laborales, alcanza la función social de brindar a la comunidad el soporte profesional necesario para  disminuir los factores de riesgo de las enfermedades de la civilización".

El Dr. Airasca aclaró que la kinefilaxia no es nueva. Sin embargo, fue el último de los tres grandes pilares de la kinesiología (junto a kinesioterapia y la fisioterapia) en incorporarse, como consecuencia de la eclosión de la sociedad de consumo luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando se produjo un drástico aumento en los casos de personas con enfermedades cardiovasculares.  “Dentro de los factores de riesgo, empieza a verse que estas enfermedades, las crónicas complejas que no se transmiten biológicamente porque son transmisibles culturalmente. Son mucho más difíciles de erradicar que una enfermedad transmisible biológicamente”, sentenció

En este recorrido disciplinario, el investigador mencionó que con la fuerte irrupción de la mujer en el deporte no queda duda alguna que “la actividad física es necesaria para contrarrestar los efectos de algunos de los factores de riego más importantes como el sedentarismo, el sobrepeso, y la hipertensión arterial”. “Hoy, ya no es más un nuevo paradigma de la kinesiología, sino que es un presente. La kinefilaxia ha llegado para quedarse”, concluyó

 

Actividad física para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades

El doctor Airasca fue director de las carreras de Kinesiología y Fisiatría, y Profesorado Universitario en Educación Física y Deportes de la UAI. Profesor de Educación Física, se graduó como kinesiólogo en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Realizó un postgrado en Promoción de la salud y rehabilitación de las enfermedades crónicas complejas por la actividad física (Deutsche Sporthochschule Köln – Alemania Federal), un Doctorado en Educación (Universidad Católica de Santa Fe) y un Posdoctorado en Economía, sociedad y construcción de conocimientos (UNC).

En este largo y destacado recorrido profesional reconoce el rol irremplazable de la actividad física. “Va a las bases mismas de la génesis de las enfermedades, básicamente las crónicas no transmisibles, considerándose como un modo terapéutico holístico, en tanto y en cuanto comprende la totalidad de la persona”, afirmó.

En su exposición indicó que la longevidad es uno de los problemas emergentes que hoy ocupa a la kinesiología. “El aumento de la expectativa de vida es un factor que gravita en el origen de las enfermedades crónicas, al igual que el sedentarismo. La posibilidad de moverse fue disminuyendo lentamente a lo largo de los últimos 10 mil años, acelerándose a partir de la Segunda Revolución Industrial y de forma más vertiginosa con la tercera ola o la revolución telemática”, aseveró.

Airasca advirtió: “Somos sedentarios porque los esfuerzos que tenemos que hacer para conseguir el sustento y la seguridad han disminuido notablemente, merced al dominio de la naturaleza y la tecnología. Sin embargo, el sedentarismo tiene mucho que ver con la forma en que educamos a nuestros niños en la escuela. Pasan muchísimo tiempo sentados dentro del aula, donde no solamente se les aprieta el músculo, sino también se le aprieta el pensamiento porque el docente es el único que habla”.

En la alocución puntualizó que actualmente resulta más fácil comer que moverse, provocándose un desbalance entre la actividad física y la nutrición. “Piensen nomás cuando nueces, lo que costaría en estado natural poder hacerlo. Hoy se puede ir al supermercado y comprar una bolsa, donde ya viene el producto pelado, fácil de comer y aporta una cantidad de calorías increíble y sin moverse”, ejemplifico añadiendo: “El costo energético que utilizamos para conseguir los alimentos ha descendido notablemente, y aumenta muchísimo su potencia nutritiva”.

Otro elemento fundamental a tener en cuenta por la kinesiología tiene que ver con la práctica deportiva, visto como algo más que un juego con dispendio de energía. “El deporte es el fenómeno de masas cultural multidimensional mundial más importante en el siglo XXI. Deporte es una palabra muy polisémica, porque así se denomina a ver un espectáculo deportivo, pero también a realizar actividad física”, diferenció.

También, incorporó a su análisis el concepto de estilo de vida, el cual actualmente está atravesado por el estrés: “Queremos hacer muchísimas cosas y tenemos una agenda sumamente apretada, porque todo es importante. Mejorar la calidad de vida, el estándar de vida, mejorar los ingresos, pero también es importante disfrutar, entonces queremos hacer deporte”. Caracterizó a la práctica deportiva como un gran “dador de sentido” cuando la persona está por encima de los estándares de supervivencia.

Airasca aclaró que las principales causas de muerte no son, como en el siglo pasado, las enfermedades infectocontagiosas, sino que los primeros causales de fallecimientos en el mundo desarrollado son aquellos ocasionadas por patologías crónicas como la hipertensión arterial o la diabetes. El desafío para los agentes del movimiento son el sedentarismo y la relación con la actividad física, la nutrición y la longevidad.

Subrayó el rol del estado en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. “Hoy la medicina es tan buena que es imposible de pagar. Por eso es que, desde el punto de vista de la sociedad organizada, conviene siempre trabajar en términos de promoción de la salud (que es mucho más económico) y la prevención de enfermedades, fundamentalmente en el aspecto pedagógico educativo dentro de la escuela”, sugirió

“Algo que también debemos tener en cuenta son las políticas de inclusión. En la actividad deportiva competitiva hoy resulta más accesible participar en un evento internacional de deporte siendo discapacitado. Aparece una ruptura epistemológica, por eso debemos inventar nuevas prácticas acordes a las necesidades físicas motoras”, manifestó.

Ante el predominio de las acciones curativas y reparadoras que responden al paradigma médico, marcó el agotamiento de los sistemas de salud. “Por eso es importante desarrollar dentro de la kinesiología las formas de prevenir enfermedades y promover la salud. Para nuevos desafíos debemos dar nuevas respuestas”, finalizó.