La pregunta en la investigación científica

“La formulación de un problema es más importante que su solución”, dijo el físico Albert Einstein, resignificando la eminencia de ese primer paso para el desarrollo de una investigación científica. En el mismo sentido se expresó la Dra. Marcela Agostini (Secretaria Técnica y docente de la carrera de Medicina, especialista en Clínica Médica y Directora del Centro de Altos Estudios en Ciencias Humanas y de la Salud – Sede Rosario) a lo largo de su ponencia sobre este  “mito” de la investigación, en el marco del Primer Congreso Virtual Latinoamericano de Mitos y Realidades de la Investigación Científica, llevado a cabo desde Cusco, Perú.

En su presentación: “Para formular una pregunta adecuada: ¿qué debemos considerar”, la Dra. Agostini situó a la formulación adecuada de una pregunta de investigación como su punto de partida. “La investigación clínica es un proceso cuyos objetivos ya están planteados en la etapa asistencial en la que nos encontremos para mejorar tanto la práctica clínica, como la atención diaria del paciente”, aseguró y advirtió que una correcta enunciación requiere de algunas condicionalidades ineludibles.

La obtención de la pregunta precisa de una elaboración, nutrida por la información proveniente de los propios pacientes, los seminarios, congresos y ateneos, y de otros profesionales de la salud que compartes situaciones y escenarios similares o prevalentes. También calificó como “crucial la revisión bibliográfica, la lectura y la profundización del conocimiento en áreas específicas que nos planteará ideas susceptibles de investigación y aportará nuevas dudas que puedan luego traducirse en nuevas preguntas”. La investigación se convierte así en un proceso idóneo para generar respuestas y certidumbre.

La Dra. Agostini aseguró que la formulación de la interrogante debe considerar su relevancia en el aporte de nuevas evidencias, conocimiento o conceptos, generar o enriquecer una línea de investigación, mejorar la práctica asistencial y ofrecer un beneficio a la comunidad. También resaltó la necesidad de aportar algo novedoso y aplicable en la región, así como considerar su factibilidad, es decir la evaluación de los recursos materiales y humanos para llevar adelante la investigación. Advirtió que si la pregunta es poco relevante u original es mejor abandonarla antes de comenzar, y aconsejó contar con el apoyo de expertos en el tema elegido para evitar cometer errores. En este sentido recomendó contar con el aporte de un eticista o un comité en el área para enriquecer la investigación y no dejar de lado los aspectos éticos y legales

En cuanto al diseño del estudio observó una máxima a considerar: “Nunca un buen diseño mejora una mala pregunta, sin embargo un mal diseño puede malograr una buena idea”.

Organizado por la editorial de producción científica Recursos para la Investigación  y la coordinación del Dr. Carlos Aceituno (Doctor en Ciencias con mención en Economía y Gestión por la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, Magister en Administración y Bachiller en Ingeniería Civil por la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco), el congreso se llevó a cabo del 16 al 18 de agosto y donde la Dra. Agostini, como representante de la Universidad Abierta Interamericana, compartió panel y ponencias junto a investigadores, científicos y profesionales de México, El Salvador, Bolivia, Venezuela, Panamá, Honduras, Nicaragua, Colombia, Perú, Costa Rica y Argentina