“La tecnología puede ser una herramienta valiosa o un riesgo: la clave está en cómo la usamos”

En el marco del III Congreso Interdisciplinario en Ciencias de la Salud, desarrollado en la Universidad Abierta Interamericana, la Lic. Noelia Pértica, especialista en psicología cognitivo-conductual e integrante del equipo InfantoCognitiva, brindó una disertación sobre consumo problemático y el impacto de la tecnología en niños y adolescentes.

Siempre es enriquecedor participar de espacios de intercambio con profesionales de la salud, y en este caso, en el que la mayor parte del auditorio eran jóvenes en formación, fue muy motivador poder realizar algún aporte a la manera en que comienzan a pensar su identidad profesional”, expresó Pértica sobre su experiencia como disertante en el congreso, que reunió a especialistas de distintas disciplinas bajo una mirada integral del campo sanitario.

Durante su exposición, presentó el trabajo que desarrolla junto al equipo InfantoCognitiva, dedicado a la investigación del impacto de la tecnología en el desarrollo infantojuvenil. “La disertación intentó poner sobre la mesa la enorme problemática emergente de los usos de la tecnología en el marco del Consumo Problemático”, explicó. Y agregó: “Son cada vez más los jóvenes que ven afectado su desarrollo cognitivo, su salud física y emocional por esta problemática, y es fundamental el desarrollo de programas preventivos que aborden la situación a tiempo”.

Pértica destacó el valor del enfoque interdisciplinario del encuentro, que permitió compartir experiencias entre profesionales de diferentes áreas y universidades. “Para quienes trabajamos en el campo de la salud, ya sea física o mental, no existe otro abordaje posible que no sea el interdisciplinario. No solo porque es necesaria una mirada integral de quien consulta, sino también porque enriquece nuestro desarrollo y ejercicio como profesionales.”

Sobre el mensaje central que quiso transmitir a los participantes, remarcó la necesidad de repensar el uso cotidiano de la tecnología. “Es importante que seamos conscientes de que, así como puede ser una herramienta valiosísima, también puede generar terribles daños si no se utiliza de manera adecuada”, advirtió. Y añadió: “Entender que las plataformas y aplicaciones están diseñadas para mantenernos conectados, que lo que vemos es solo un recorte de la realidad, y que todo el tiempo que empleamos online lo retiramos del mundo físico es esencial para mantenernos en el lugar de usuarios y no de ‘usados’.”

Al referirse a los principales desafíos del trabajo conjunto entre las distintas áreas de la salud, la especialista señaló que aún queda camino por recorrer. “Uno de los principales desafíos sigue siendo el de generar espacios reales de trabajo conjunto, más allá del intercambio teórico. A veces las rutinas institucionales o los marcos disciplinares rígidos dificultan la articulación entre áreas. Sin embargo, cuando se logra un verdadero trabajo interdisciplinario, los resultados para las personas que consultan son mucho más integrales y efectivos.”

Para Pértica, la formación universitaria tiene un papel decisivo en la construcción de una práctica más integrada y colaborativa. “La formación universitaria tiene un rol central. Es el primer espacio donde los futuros profesionales pueden comprender que el trabajo en salud no se hace en soledad. Promover instancias de aprendizaje conjunto entre carreras, incorporar la perspectiva interdisciplinaria desde el inicio de la formación y fomentar el pensamiento crítico son aspectos fundamentales para construir profesionales más abiertos y con una mirada más amplia de la persona y su contexto.”

Actualmente, la Licenciada se desempeña en el ámbito clínico y educativo, trabajando con niños, adolescentes y sus familias. “Con el Equipo InfantoCognitiva se abrió otro campo sumamente rico, que es tanto el de la investigación como el de promoción a la comunidad”, destacó. El grupo continúa desarrollando estudios sobre el impacto del uso de la tecnología y generando espacios de prevención dirigidos a familias e instituciones educativas, los principales entornos de socialización en las etapas tempranas.

“Trabajar con niños y adolescentes es un desafío constante a la creatividad y a la flexibilidad; un desafío que funciona como un motor”, afirmó. “Es una invitación a mantener la mente abierta, a cuestionar nuestras ideas más arraigadas, a partir de las preguntas a veces más inocentes de los más pequeños o más revolucionarias de los adolescentes. En lo personal, me resulta muy gratificante acompañar una etapa tan significativa para el desarrollo de la persona a devenir, y ser testigo de procesos de transformación que conmueven.”

De cara al futuro, Pértica y su equipo planean continuar investigando y promoviendo la salud desde una mirada preventiva. “Buscamos generar un impacto mayor a partir de propuestas que ofrezcan herramientas valiosas a los padres y cuidadores, acompañando los procesos de crianza y promoviendo el bienestar emocional de niños y adolescentes”, explicó.

Finalmente, dejó un mensaje dirigido a los estudiantes y jóvenes profesionales que participaron del congreso: “Les diría que mantengan viva la curiosidad, y que no pierdan de vista el sentido humano de la profesión, más allá de las técnicas o teorías. Y que busquen trabajar en equipo, porque es allí donde la práctica profesional se enriquece y donde realmente podemos marcar la diferencia en la vida de las personas.”