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Abuso y maltrato infantil: "El impacto en los profesionales es muy grande y no siempre nos deja estar a la altura"
Entrevistamos a la directora de la Diplomatura académica evaluación, abordaje y prevención del abuso sexual y el maltrato contra niños, niñas y adolescentes, la Dra. Teresa Ana Veccia, Licenciada y Doctora en Psicología (UBA) y especialista Evaluación Psicológica, quien dio detalles sobre la evolución de esta propuesta educativa, la gravedad de la temática y su impacto multidisciplinario.
La diplomatura tiene como objetivo principal brindar a los participantes las herramientas y conocimientos necesarios para abordar de manera integral y efectiva las diferentes situaciones de maltrato y abuso que afectan a este grupo poblacional. Para ello, se propone una metodología de enseñanza participativa que combina clases online sincrónicas y asincrónicas, actividades prácticas, debates y retroalimentación constante.
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- ¿Cómo resumirías lo que trata la diplomatura?
- Se enfoca en las violencias contra las infancias y adolescencias, específicamente, en el tema del maltrato y abuso sexual. Es una temática muy grave y en la que tenemos que detenernos a pensar muy bien las respuestas que damos como profesionales cuando somos interpelados o formamos parte de un proceso de abordaje a las víctimas. En primer lugar, porque son muy vulnerables y, en segundo, porque el impacto subjetivo que produce en los profesionales es muy grande, y no siempre nos deja estar a la altura que la gravedad de las circunstancias demanda.
Hemos pensado la diplomatura como un espacio de capacitación muy amplio, interdisciplinario, porque estos hechos graves implican la intervención de muchos profesionales de distintas disciplinas. El niño puede ser atendido por un médico en una guardia, y este puede notar signos corporales que le preocupan y lo llevan a pensar en un posible abuso o maltrato…entonces suelen intervenir médicos, psicólogos, abogados, trabajadores sociales, una serie de agentes institucionales adultos que se ponen en contacto e interactúan con el niño o niña cuando aparece la sospecha del abuso. El proceso que se abre con las denuncias, cuando estas ocurren, e implican un largo camino para la víctima en el ámbito judicial. Entonces, para dar una respuesta efectiva en estos casos necesitamos del concurso de varias profesiones y de varias disciplinas. Y esas tienen que ponerse de acuerdo. Muchas veces, la falta de entendimiento entre, por ejemplo, la Justicia y la manera de operar de la psicología o el trabajo social, hace que los resultados no sean eficaces. Y en estos casos en concreto, el resultado debe ser eficaz: necesitamos restituir al niño o la niña sus derechos, que le han sido anulados con la situación de abuso. Ellos tienen derecho a un desarrollo psicofísico saludable.
Por todo esto, por un lado, es difícil resumir de lo que trata la diplomatura, pero por otro me gustaría transmitir básicamente: es un problema grave y complejo, que suma la incumbencia de muchas disciplinas porque es un delito, a la vez que es un daño muy severo, físico y psíquico para las víctimas. Para eso necesitamos poner en consenso y en diálogo a las distintas disciplinas. Nosotros ofertamos un espacio interdisciplinario que tiene ocho módulos que pueden cursarse todos o por separado, según la necesidad de cada cursante, y que, además, es muy dinámico. Todo el tiempo estamos tratando casos y llevando a la práctica los conocimientos que intentamos transmitir.
La Dra. Teresa Ana Veccia.
- ¿Cómo fue evolucionando la Diplomatura?
- En el año 2020 teníamos un curso de posgrado sobre evaluación psicológica de abuso sexual contra niños y niñas, y estaba dirigido específicamente a psicólogos y psicólogas, porque habíamos observado la escasa presencia de la problemática en las currícula de grado. Si bien en algunas materias, por ejemplo, en Psicología del Desarrollo, se hablaba de esta temática o se discutía en algunos casos, no había -y todavía no hay- un lugar diferenciado para su tratamiento. Entonces, la evaluación, que es uno de los temas más difíciles para el psicólogo/a en estos casos, requería de una capacitación específica. Por suerte nos fue bastante bien y luego lo reiteramos. Después, pasamos a la estructura de diplomatura, que en el año 2022 se ofertó como espacio de capacitación para psicólogos/as y estudiantes. En 2023 iniciamos con este nuevo diseño que incluye la interdisciplinariedad. Nos fue llevando la propia experiencia de los cursos que hemos dictado. Las prácticas profesionales nos demuestran, día a día, la necesidad de un diálogo entre disciplinas.
- Entonces: ¿A quiénes está dirigida?
- A médicos, psicólogos, abogados, trabajadores sociales, educadores... Porque maestros y maestras, en las escuelas, muchas veces reciben este tipo de denuncias. Algunos niños, y a propósito del programa de la ESI (Educación Sexual Integral), se acercaron a hablar con sus maestros para exponerles esta situación para pedir ayuda. Me parece que es muy amplio el abanico de profesiones que puede estar interesado en esta oferta educativa.
- La temática es muy sensible: ¿Qué es lo más difícil de enseñar acerca de estos temas?
- En principio se requiere poner una puesta a punto, una actualización de las habilidades de rol necesarias para encarar estas temáticas. No cualquier profesional puede, ni de cualquier manera... Quizás una de las cosas más difíciles de enseñar sea con qué recursos encarar, desde el punto de vista profesional, estas demandas, estas solicitudes de atención. Es muy difícil de enseñar cómo escuchar a los niños y niñas sin que aparezcan juicios de valor, ideas discriminatorias y creencias. Por más que nosotros mismos lo neguemos, todos hemos sido formados dentro de ciertos valores, y tendemos a repetirlos en la práctica profesional. Esto también es muy difícil de transmitir. Me ha ocurrido, muchas veces, en supervisiones de otros colegas, encontrar la sorpresa cuando se descubren a sí mismos incurriendo en un prejuicio. Y puede ocurrir. En estos casos, es particularmente perjudicial que esto ocurra. Hay que tener una habilidad empática muy rápida con el niño y, además, escucharlo de la manera más neutra y objetiva posible.
- ¿Cómo se planifica el año educativo de la Diplomatura?
- De una forma muy dinámica. Este año vamos a tener invitados, mucho trabajo práctico con discusión de caos, debates y foros. Es decir, pensamos que va a ser un año de mucha riqueza en cuanto a la dinámica educativa.
- ¿Cómo evaluás a nuestro país en cuanto a la lucha contra el abuso sexual y el maltrato contra niños, niñas y adolescentes?
- Estamos bastante atrasados. En primer lugar, no tenemos cifras unificadas. Tenemos distintos organismos que han creado programas, por ejemplo el programa de víctimas contra la violencias, el programa de violencia doméstica... Es decir, una serie de programas dentro de la Justicia y dentro de lo que ahora se llama Ministerio de Capital Humano, en la Secretaría de Niñez y Adolescencia, a través de los cuales se persigue la protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. Observamos poca articulación entre programas, instituciones y sectores.
Nos falta una visión epidemiológica en esta problemática. Luego, nos faltan también muchas investigaciones sobre qué hacer con los agresores. No solamente en lo referente al castigo, sino también en su rehabilitación. Si existe una rehabilitación, cuál es la más eficaz... Qué hacer después con esos agresores. Nos falta mucho impulso en la investigación pero, sobre todo, la coordinación entre sectores y programas. Tenemos una nutrida y extensa normativa en relación a la defensa de los derechos de los niños, pero poca articulación en el terreno de la práctica y las efectividades que de ella se desprenden..
- ¿Cómo se está actualizado en un tema así?
- Afortunadamente, podemos decir que nuestra Diplomatura ofrece el contacto con profesionales que están permanentemente en el campo de la práctica con casos de abuso sexual y existen una serie de intercambios muy interesantes en este sentido. Nos vamos actualizando e, incluso, presentamos trabajos en congresos y tratamos por todos los medios de mantener un diálogo constante entre colegas que están actualmente formando parte de los distintos organismos que recepcionan estas denuncias.