• Publicado en: 2025

“La Maestría en Cardiología Crítica fue una experiencia transformadora que reafirmó mi vocación”

La Maestría en Cardiología Crítica, perteneciente a la (clic acá para más información) está orientada a formar profesionales capaces de afrontar los desafíos del paciente cardiovascular en contextos de alta complejidad. Entre sus egresados se encuentra Jonathan Aguilera, quien recientemente culminó este trayecto académico y compartió su experiencia, aprendizajes y proyecciones profesionales.

Finalizar la Maestría en Cardiología Crítica significó un profundo logro personal y profesional. Fue la culminación de un camino de esfuerzo, estudio constante y vocación. Esta titulación no sólo representa un título académico, sino el compromiso ético y científico con una disciplina que exige excelencia, responsabilidad y actualización permanente”, expresó Aguilera, para quien este paso significó reafirmar su pasión por la cardiología en contextos críticos y fortalecer su capacidad de tomar decisiones complejas basadas en evidencia.

Su motivación por especializarse en esta área nació, según explicó, de “la necesidad de brindar una atención integral y de alta calidad a pacientes en estado crítico cardiovascular”. En ese sentido, buscó adquirir “herramientas avanzadas en hemodinamia, soporte circulatorio y manejo del shock” para acompañar con mayor seguridad a los pacientes más vulnerables. “Elegí la UAI por su enfoque académico sólido, su cuerpo docente de excelencia y la integración entre la teoría y la práctica hospitalaria, algo esencial en esta especialidad”, añadió.

Aguilera define la experiencia académica como “intensa, enriquecedora y altamente exigente”. Considera que la Maestría demanda una formación crítica, basada en la evidencia y en el razonamiento clínico avanzado, con módulos “rigurosos y actualizados con las últimas guías internacionales”. Lejos de ver el nivel de exigencia como una carga, lo vivió como “una oportunidad de crecimiento que me permitió alcanzar una mirada integral y analítica del paciente crítico cardiovascular”.

Entre los aspectos que más aportaron a su desarrollo profesional, destacó “el abordaje multidisciplinario, la discusión de casos clínicos reales y la integración de la fisiología cardiovascular avanzada con la tecnología —como el ecocardiograma crítico, la ventilación mecánica y el soporte circulatorio—”, que considera pilares esenciales en su formación. También valoró la formación en liderazgo y comunicación dentro del equipo de salud, “competencias indispensables en las unidades coronarias y de cuidados intensivos”.

Uno de los módulos que más lo marcó fue el de Insuficiencia cardíaca y Farmacología en el paciente crítico, al que describió como “especialmente transformador”. “La posibilidad de correlacionar hallazgos hemodinámicos con la función cardíaca en tiempo real amplió mi capacidad diagnóstica y terapéutica”, comentó, destacando también la labor de los docentes que lo acompañaron durante la cursada: “Con pasión y compromiso, lograron transmitir no sólo conocimiento técnico sino valores humanos, entre ellos la empatía y el respeto por el paciente, en especial el Dr. Rubén Mayer y el Dr. Rafael Porcile”.

Durante el cursado, Aguilera debió enfrentar el desafío de equilibrar la alta carga académica con la práctica asistencial, algo que superó gracias al apoyo de su entorno. “El principal desafío fue equilibrar la alta carga académica con la práctica asistencial, pero el apoyo de mi familia —en especial mi esposa—, el acompañamiento docente y la convicción de que cada esfuerzo tenía un propósito mayor me permitieron perseverar. La organización y la disciplina fueron claves para superar cada etapa”, recordó.

Los conocimientos adquiridos tuvieron un impacto directo en su desempeño clínico. “He notado una mejora sustancial en mi capacidad para interpretar situaciones complejas, priorizar conductas terapéuticas y liderar equipos interdisciplinarios en escenarios críticos. Además, adquirí una mayor seguridad en la toma de decisiones basadas en parámetros objetivos y guías actualizadas, lo que se traduce en mejores resultados clínicos y un manejo más racional de los recursos disponibles”, afirmó.

El egresado también subrayó el valor de la formación investigativa incluida en el programa. “La Maestría me brindó herramientas sólidas en metodología de la investigación, análisis estadístico y lectura crítica de literatura científica. Aprendí a diseñar proyectos con rigor metodológico, a interpretar resultados y a aplicar la evidencia en la práctica cotidiana. Esta formación fortaleció mi capacidad de contribuir al avance del conocimiento en cardiología crítica y de evaluar con criterio los nuevos estudios publicados.”

Sobre la importancia de la formación continua, Aguilera es categórico: “La cardiología crítica evoluciona constantemente con nuevas tecnologías, fármacos y estrategias terapéuticas. Mantenerse actualizado no es una opción, sino una obligación ética para garantizar la mejor atención posible. La actualización científica, el trabajo colaborativo y la humildad intelectual son pilares del crecimiento sostenido en esta especialidad.”

También destacó el acompañamiento constante del cuerpo docente y de la dirección académica a lo largo de la cursada. “Los docentes no solo enseñaron contenidos, sino que inspiraron con su ejemplo. La dirección académica se mostró siempre abierta al diálogo, facilitando espacios de reflexión y orientación. La relación con los profesores trascendió lo académico, generando un verdadero sentido de pertenencia y comunidad científica”, sostuvo.

Mirando hacia adelante, Aguilera proyecta continuar vinculado tanto a la investigación como a la docencia universitaria. “Considero que la investigación y la docencia son motores esenciales para el progreso de la medicina. Me gustaría continuar participando en proyectos de investigación en el área de insuficiencia cardíaca, shock cardiogénico y soporte mecánico, así como compartir lo aprendido con las nuevas generaciones de profesionales.”

Su objetivo, explica, es “aplicar este conocimiento para fortalecer los protocolos de atención en unidades críticas, fomentar el trabajo interdisciplinario y mejorar la calidad de atención de los pacientes con patologías cardiovasculares graves”. Asimismo, desea contribuir al desarrollo de programas de formación continua en cardiología crítica y participar activamente en la creación de redes colaborativas entre instituciones.

Les diría a quienes estén considerando iniciar esta Maestría que es una experiencia transformadora. No solo brinda conocimientos técnicos de alto nivel, sino que también despierta una nueva forma de pensar la medicina crítica. Exige dedicación, pero la recompensa es inmensa: adquirir herramientas que salvan vidas y crecer como profesionales y como personas. Si tienen vocación por la cardiología y el paciente crítico, esta Maestría es el camino ideal”, concluyó.