Abuso sexual infantil: la diplomatura de la UAI que analiza esta problemática que duele en la región
Lamentablemente en la Argentina, al igual que en otros países de la región, el abuso sexual y el maltrato de niños, niñas y adolescentes constituyen una de las problemáticas que mayores desafíos plantea para las y los profesionales del área de la salud mental.
No ajena a esto, desde la UAI se creó la Diplomatura: "Diagnóstico, Abordaje Terapéutico y Prevención del Abuso Sexual Infantil", que les da conocimientos a los profesionales sobre los principales enfoques teóricos relativos a la problemática.
A punto de arrancar un nuevo cuatrimestre, la Dra. Teresa Ana Veccia, directora de la diplomatura, contó que la experiencia anterior “fue verdaderamente rica y satisfactoria”.
“Constituyó todo un desafío, puesto que ofrecíamos por primera vez un curso completo con modalidad online sobre una de las áreas más complejas de la práctica psicológica que comprende las técnicas y métodos para establecer un diagnóstico sobre las graves secuelas psíquicas que produce el abuso sexual en la infancia y adolescencia”, continuó.
- ¿Cuál es el detalle de la propuesta para este año, habrá cambios en el plan?
- Sí, ampliamos la oferta y la jerarquizamos diseñando una Diplomatura Universitaria que abarca tanto los conocimientos y prácticas de la evaluación psicológica, como los distintos modelos de abordaje terapéutico y el diseño de programas de prevención. Hemos reunido un grupo muy sólido de profesionales con amplia trayectoria profesional y académica, además de contar con invitados e invitadas especiales que provienen del campo de la prevención, las políticas públicas y el derecho aplicados a la problemática del abuso sexual.
- ¿A qué perfil profesional apunta la diplomatura?
- A brindar herramientas actualizadas para la capacitación y formación específica de profesionales psicólogos y psicólogas que se enfrentan cada vez más en su práctica diaria con el desafío de la intervención en casos de abuso sexual infantil (ASI). Dada la complejidad del problema a tratar y la ausencia de áreas de formación en los currículums de grado, creemos que resultará de suma utilidad tanto para los y las profesionales que trabajan en el ámbito clínico, como para aquellos/as que lo hacen en el ámbito jurídico, o educacional. También, hemos abierto la oferta para estudiantes avanzados/as de las carreras de Psicología.
- ¿Qué herramientas les brinda a los profesionales?
- Esta diplomatura brinda conocimientos sobre los principales enfoques teóricos relativos a la problemática del maltrato y abuso sexual infantil, los ámbitos en los que se desarrollan actualmente las intervenciones, los aspectos jurídicos y legales del ASI y su relación con la ética profesional, los instrumentos actualizados y necesarios para una correcta evaluación del ASI, las habilidades requeridas para la redacción de Informes en los distintos ámbitos, las características del diagnóstico clínico-forense, los diferentes modelos de intervención terapéutica y el panorama actual en relación a los programas de prevención así como los elementos necesarios para su diseño.
- En la Argentina es un problema enorme el abuso infantil ¿Verdad?
- Sí. Así como en otros países de Latinoamérica, lamentablemente se observa un incremento de los casos. Según el Informe de UNICEF (2020), basado en datos obtenidos del Programa Las Víctimas Contra las Violencias, sobre un total de 5.043 víctimas de violencia sexual atendidas en el período 2018-2019, la mayor cantidad (59,2%) son niños, niñas y adolescentes. Esa cantidad aumentó un 50,4% respecto del período anterior 2017-2018.
Si bien aún no existen cifras oficiales del año 2020, algunos datos preliminares, como el aumento exponencial de los llamados a líneas de emergencias y/o ayuda contra la violencia, indican que las medidas sociosanitarias de confinamiento, cierre de escuelas y suspensión de los servicios sociales de protección a la infancia aumentaron la vulnerabilidad de las personas de estos grupos etarios frente a diversas formas de violencia doméstica. Además, debemos recordar que las cifras que podemos recabar son siempre una porción muy inferior de la cantidad real de casos que ocurren y no son denunciados.
- ¿Qué factores culturales/psicológicos operan para que haya abusos infantiles?
- No existe un perfil único de agresor sexual. Aunque las investigaciones psicológicas en general destacan los rasgos de inmadurez psíquica, impulsividad, baja tolerancia a la frustración y baja autoestima en estas personas. Este tipo de violencia ocurre además en todas las culturas con distintos grados de tolerancia de la sociedad frente a ella. En la mayor parte de los casos judicializados los abusos son cometidos por conocidos y familiares, que acceden con facilidad al niño y aprovechan la confianza nacida en la convivencia. Generalmente, quienes cometen actos de abuso sexual pertenecen al género masculino, aunque también existe una proporción minoritaria de mujeres agresoras, que se diferencian de los varones por su falta de empleo de violencia física.
El incesto paterno filial, violación del tabú primordial, es el caso que reviste mayor gravedad debido a las consecuencias devastadoras que provoca sobre todos los aspectos de la vida cotidiana, destruye tanto la subjetividad como la configuración familiar. Estudios recientes señalan otro dato preocupante: entre el 20% y el 40% de los abusos sexuales son cometidos por niños mayores, adolescentes y personas con menos de 21 años. También es importante considerar que los abusos sexuales contra niños y niñas ocurren sin distinciones en todos los estratos socioculturales. El mito según el cual los abusos sexuales ocurren contra NNyA (niños, niñas y adolescentes) de familias con menores recursos se explicaría por la existencia de un subregistro estadístico de los casos que afectan a los niveles socioculturales más acomodados, ya que suelen denunciarse aún menos que el resto.
- ¿Es un mal que podrá ser erradicado alguna vez?
- Creemos que con el compromiso de los distintos estamentos de la sociedad, las distintas violencias contra NNyA pueden ser erradicadas. Debemos enfatizar en el hecho de que ninguna de ellas es justificable ni por la edad, la etnia, el género o la condición socio-cultural, y que sus consecuencias son siempre devastadoras para la personalidad en desarrollo con alcances a veces muy graves como las conductas auto destructivas o incluso el suicidio. La educación y las políticas públicas de prevención de la violencia juegan un rol fundamental. Necesitamos más profesionales capacitados y más investigaciones que nos permitan avanzar en la comprensión y optimizar la ayuda profesional en estos casos.
Para conocer más acerca de la propuesta de la Diplomatura Diagnóstico, Abordaje Terapéutico y Prevención del Abuso Sexual Infantil, hacer CLICK AQUÍ.