Blue Monday: ¿hay relación entre el tercer lunes del año y el estado de ánimo?
Nota de opinión del Dr. Angel Elgier, Director Facultad de Psicología y Relaciones Humanas – UAI. Investigador Adjunto UBA – CONICET.
El lunes 18 de enero es el Blue Monday, supuestamente el peor día del año. La idea comenzó cuando una empresa de viajes publicó un comunicado de prensa en 2005 anunciando que un psicólogo llamado Cliff Arnall había descubierto la ecuación que nos dice cuál es el día más triste del calendario. El resultado: el tercer lunes de enero.
Para realizar la ecuación se tomó en cuenta el clima, la cantidad de deuda que tiene una persona, la capacidad de pago y el tiempo transcurrido desde Navidad, entre otros supuestos indicadores. Lo cierto es que aún no hay ningún dato que avale empírica y científicamente lo planteado por Arnall. La ecuación y la teoría del Blue Monday sigue siendo famosa y circula en los medios. De hecho, distintas empresas buscan vincular este día con sus productos como estrategia comercial, pero lo cierto es las investigaciones no han hallado una relación entre el mencionado lunes y el comportamiento emocional de las personas.
Es más, una investigación publicada en el Journal of Positive Psychology también sugiere que no hay nada especialmente malo en los lunes. 340.000 personas participaron en una encuesta telefónica y, aunque en general la gente dijo sentirse mejor los viernes, no hubo diferencias entre los demás días de la semana. Entonces, no solo el Blue Monday parece ser un mito, sino también la idea de que no nos gustan los lunes en general.
Respecto a las estaciones del año, actualmente las investigaciones muestran que el riesgo de suicidio es mayor en primavera, no en invierno como intuitivamente apostaríamos. Las variaciones estacionales en el estado de ánimo y los síntomas depresivos parecen alcanzar su punto máximo en el invierno y el trastorno afectivo estacional es relativamente común. Entonces, de lo que podemos hablar es de efectos estacionales sobre las emociones.
Desde el punto de vista de la salud mental, lo que podemos hacer para aumentar nuestro bienestar psicológico es llevar a cabo hábitos saludables como incrementar la actividad física, y planificar objetivos realistas para el nuevo año. Muchas personas sienten haber perdido sus objetivos a las pocas semanas de comenzar el año. Lo importante en ese caso es analizar por qué nos salimos del carril, aprender del error y volver a comenzar.