De ESI sí se habla. Talleres de educación sexual en escuela especial
Durante décadas la institución escolar limitó su rol educador en relación con la sexualidad, al silencio total y el prohibicionismo. Temor y desconocimiento fueron los pilares de una educación que se vio transformada radicalmente a partir de la sanción de la Ley Nacional 26.150 (Ley ESI) en octubre de 2006. Daiana Azambuya, Denis D´angelo, Jeremías Giani, Suiem Irrazabal y Jimena Frezze son alumnos de 5° año de la carrera de Psicología que, coordinados por la profesora Nelly Junco, llevaron adelante diferentes talleres de educación sexual para docentes, padres, estudiantes y personal de una escuela primaria para alumnos con discapacidad, en el marco de su Práctica Profesional Supervisada (PPS).
En una misiva dirigida a las autoridades académicas de la carrera de Psicología de la Sede Rosario, la Lic. Verónica Sotomayor (representante legal de la Escuela Especial N° 1382 Trascender) expresó: “Realmente fue una experiencia muy enriquecedora, donde se pudo articular práctica y teoría, procurando el espiralado bucle recursivo que tales articulaciones producen en el avance del conocimiento”, agregando que esta oportunidad representa “un verdadero disfrute para los que ocupamos el lugar de maestros”.
El acceso a la ESI (Educación Sexual Integral) en el nivel medio, o en los ámbitos de educación no formal, implica que se trata de un derecho de carácter inalienable, por lo que ni la escuela ni los educadores pueden eludir sus roles de formación en este campo. El trabajo realizado por los futuros psicólogos permitió el abordaje de esta temática tan sensible con todos los miembros de la comunidad educativa de Trascender, pudiendo reflexionar conjuntamente sobre la valoración de la afectividad, el cuidado del cuerpo y la salud, el respeto por la diversidad y las disidencias, y explicando la perspectiva de género.
La PPS de Daiana, Denis, Jeremías, Suiem y Jimena conlleva un nuevo encuadre en la tarea educativa, una experiencia que significa la ruptura de abordajes sexistas, con roles estereotipados que niegan pluralidades y estandarizan subjetividades.