La música como terapia
La Federación Mundial de Musicoterapia, define a esta disciplina como el uso de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) realizado por un profesional calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, y otros objetivos terapéuticos, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
María Rita Cisneros es egresada en Musicoterapia en la Sede Rosario de la Universidad Abierta Interamericana, Sede Rosario. Reside en la ciudad cordobesa de Marcos Juárez y trabaja en el Centro Educativo de Capacitación Laboral municipal (CE.CA.L), además de otras instituciones. En diálogo con el medio Cadena Sudeste, Cisneros explicó que la musicoterapia es una disciplina de carácter científico que vincula el arte con la salud y extiende su campo de saber en el territorio de la expresión, con el cuerpo, el sonido, el movimiento y la música.
“Se trabaja en salud mental, educación para niños, jóvenes, adultos y mayores, en adicciones, trastornos de la alimentación, discapacidades neurológicas, cognitivas, neuromotrices y de la senso-percepción, entre otras áreas”, afirmó.
El fin de la intervención del musicoterapeuta es el de desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que este pueda lograr una mejor integración intra e interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, la rehabilitación y el tratamiento.
Entrevistada por Cadena Sudeste, Cisneros habló sobre los beneficios que posee esta terapia, que al igual que los resultados dependen del área y de las personas con las que se trabaje: “Yo estoy trabajando en la tercera edad. Allí se mejora muchísimo la calidad de vida del anciano, trabajando con la música que puede ser de la etapa de ellos, haciéndolo con el cuerpo y con la expresión”.
La labor del musicoterapeuta está íntimamente ligada a otras áreas con las que se trabaja interdisciplinariamente, como la psicología o la fonoaudiología. “Se trabaja con la expresividad. Alguien produce algo y los musicoterapeutas lo analizamos para poder establecer lazos y encontrar algún tipo de relación para recuperar alguna habilidad. A esa manifestación el paciente la realiza con elementos sonoros como puede ser el cuerpo, la música, o los instrumentos musicales”, concluyó