Emanuel Hamui: Talento joven de la UAI que emerge en el ecosistema de la robótica argentina

Con tan solo 18 años y cursando el segundo año de la Licenciatura en Gestión de Tecnología Informática en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), Emanuel Hamui se convirtió en protagonista de un destacado logro para la robótica argentina. Junto a Martina Talamona, estudiante del Colegio Galileo Galilei, y un equipo de jóvenes talentos coordinado por el licenciado Gonzalo Zabala (director del Laboratorio de Robótica del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática - CAETI), Hamui integró el representativo nacional que se consagró campeón en la categoría “Rescate Simulado” de la primera edición de la RoboCup América, celebrada en la ciudad de Pensilvania, Estados Unidos.

La competencia reunió a los mejores equipos juveniles del continente, desafiando a los participantes a diseñar un robot capaz de actuar en entornos de desastre, navegando de forma autónoma, mapeando el terreno y detectando víctimas mediante procesamiento de imágenes. Los representantes argentinos, que contaron con el apoyo remoto de los estudiantes Jesús Aguirre, Joaquín Bares y Tania Arenas, se destacaron por su innovación técnica y trabajo colaborativo, superando a representantes de Brasil, Canadá y Estados Unidos.

Para Emanuel esta experiencia no solo significó un reconocimiento a su esfuerzo y pasión por la tecnología, sino también un impulso hacia su sueño de dedicarse profesionalmente a la robótica, con la mirada puesta ahora en el Mundial de RoboCup que se celebrará en Salvador de Bahía en julio próximo.

 

- ¿Qué significó para vos participar en la RoboCup América 2025 y ganar la categoría de “rescate simulado”?

- Fue una experiencia increíble. Pudimos aplicar todo lo aprendido y trabajar en equipo, incluso con quienes nos apoyaban desde Argentina. Haber conseguido el primer puesto refleja el esfuerzo y dedicación que puso todo el grupo día tras día. Además, representar a mi país y a mi universidad en una competencia internacional fue un orgullo enorme.

 

- ¿Qué actividades debieron realizar los participantes en esta categoría?

- En esta categoría hubo que adaptar a un robot a entornos de desastres y poder ser de ayuda a la hora de salvar una vida. Para eso, el robot debe cumplir tres funciones principales: navegación, moverse por el mapa de forma autónoma, utilizando algoritmos de navegación; procesamiento de imágenes, detectar paredes, obstáculos y posibles víctimas a través de las imágenes que capta el robot; y mapeo, guardar un registro de todo lo que vio durante la simulación, para generar un mapa del entorno.

 

- ¿Cómo fue el proceso de preparación para la competencia?

- El proceso fue intenso, pero muy disfrutable. Nos reuníamos con el equipo varias veces por semana para resolver problemas, compartir ideas y seguir mejorando el rendimiento del robot. También tuvimos mucho apoyo remoto del equipo backend desde Buenos Aires, lo que nos permitió avanzar más rápido y con distintas perspectivas.

 

- ¿Qué desafíos técnicos enfrentaron durante el desarrollo del robot de rescate simulado?

- Uno de los principales desafíos fue lograr que el robot pudiera navegar de forma autónoma en un entorno desconocido, con obstáculos y caminos bloqueados. También trabajamos mucho en el procesamiento de imágenes, ya que no siempre era fácil para el robot identificar correctamente paredes o víctimas. Otro reto importante fue el mapeo, ya que necesitábamos que el robot recordara lo que había visto para tomar mejores decisiones a medida que avanzaba.

- ¿Cómo fue la dinámica de trabajo con tu compañera de equipo y con el profesor Zabala?

- La dinámica fue muy buena. En el equipo no éramos solo nosotros tres, también estaban Ricardo Morán como mentor y tres compañeros más: Jesús Aguirre, Joaquín Bares y Tania Arenas. Cada uno tenía un rol definido, pero siempre nos ayudábamos entre todos. Gonzalo Zabala y Ricardo fueron una gran guía durante todo el proceso, siempre disponibles para orientarnos, hacernos pensar y motivarnos a dar lo mejor.

 

- ¿Qué habilidades personales sentís que aportaste al equipo?

- Creo que lo que mejor aporté fue mi capacidad para trabajar en conjunto y mantener una buena comunicación con todos. Siempre me aseguré de escuchar las ideas de los demás y colaborar para encontrar las mejores soluciones. También traté de mantener una actitud positiva y enfocada, incluso en los momentos más desafiantes.

 

- ¿Qué tecnologías o lenguajes de programación utilizaron para el robot?

- Usamos Webots (software de código abierto para simular robots móviles) como simulador, Python (lenguaje de alto nivel) para la programación del robot y Visual Studio como entorno de desarrollo integrado. Estas herramientas nos permitieron simular escenarios complejos y ajustar el comportamiento del robot con precisión.

 

- ¿Qué aprendizajes te dejó esta experiencia?

- Me dejó aprendizajes tanto técnicos como personales. Aprendí mucho sobre programación y robótica, pero también mejoré mis habilidades de trabajo en equipo, organización y gestión del tiempo. Además, me di cuenta de lo importante que es la comunicación y la colaboración en proyectos tecnológicos.

 

- ¿Qué te motivó a estudiar Gestión de Tecnología Informática en la UAI?

- Elegí estudiar Gestión de Tecnología Informática en la UAI porque siempre me gustó la programación y encontrar soluciones a problemas usando la tecnología. No soy muy fanático de la física ni de las matemáticas avanzadas, así que buscaba una carrera que me permitiera aprender a programar y meterme en el mundo de la informática sin tener que pasar por tantas materias de matemáticas y física como en Ingeniería. Esta carrera me pareció una buena opción para eso. Además, la UAI tiene un enfoque muy práctico y vinculado a proyectos reales, lo cual me motivó aún más.

 

- ¿Cómo fue tu primer acercamiento al mundo de la robótica?

- Mi primer acercamiento fue viendo videos de robots. Siempre me llamó la atención la idea de poder darles instrucciones y que actúen de forma autónoma. Me parecía increíble. Un día, Gonzalo Zabala se contactó conmigo para contarme sobre la oportunidad de entrar al equipo, y no lo dudé. Pasé por algunas pruebas y, por suerte, pude ingresar. Desde chico me interesó todo lo relacionado con computadoras y programación, así que esto fue una evolución natural.

 

- ¿Te gustaría dedicarte profesionalmente a la robótica o tenés otros intereses dentro del campo tecnológico?

- Sí, me gustaría dedicarme profesionalmente a la robótica porque es un campo con mucho potencial para mejorar la vida de las personas. Me interesa especialmente el desarrollo de tecnologías que puedan asistir a personas mayores o con discapacidad, y también en contextos de emergencia o rescate.

 

- ¿Qué proyectos personales o académicos tenés en mente a corto y mediano plazo?

- A corto plazo, nuestro proyecto es mejorar el rendimiento del robot y participar en el Mundial de RoboCup 2025. Queremos llegar preparados y dar lo mejor de nosotros. A mediano plazo, me gustaría seguir desarrollando proyectos de robótica que tengan impacto social, como robots que ayuden a personas con discapacidad o en situaciones de emergencia.

 

- ¿Cómo se están preparando para el Mundial de RoboCup?

- Nos estamos enfocando en mejorar la navegación, el mapeo y el procesamiento de imágenes. Queremos que el robot pueda moverse de manera más eficiente en entornos complejos, mejorar la precisión del mapeo y perfeccionar la detección de obstáculos y víctimas. También estamos analizando los puntos débiles que tuvimos en la Copa América para corregirlos a tiempo.