“La ingeniería tiene un enorme impacto social”

En el marco del 1° Panel “Ingeniería en equilibrio: retos, voces y perspectivas”, Luján Netri, estudiante de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Abierta Interamericana, compartió su experiencia, su visión sobre la igualdad de oportunidades en el ámbito tecnológico y los desafíos de construir una ingeniería más diversa e inclusiva.

Desde chica, Luján sintió curiosidad por comprender cómo funciona la tecnología y cómo puede utilizarse para resolver problemas reales. “Elegí Ingeniería en Sistemas porque siento que es una carrera que combina la creatividad con el pensamiento lógico. Mi llegada a la UAI fue un paso muy importante, porque encontré un espacio donde puedo seguir formándome y a la vez involucrarme en proyectos que promueven la participación de más mujeres en tecnología”, contó.

Para la estudiante, participar de este panel es una oportunidad única para amplificar voces que muchas veces no tienen suficiente visibilidad. “Estos espacios son valiosos para construir una ingeniería más humana, donde se hable no solo de lo técnico, sino también de lo social y lo ético”, sostuvo. Su mirada sobre la profesión fue evolucionando a lo largo de la carrera: “Al principio veía la ingeniería más desde el lado técnico, pero con el tiempo entendí que también tiene un enorme impacto social. Hoy la pienso como una herramienta para transformar realidades, y eso me motiva a seguir aprendiendo y buscando generar cambios positivos”.

El camino no estuvo exento de desafíos. Uno de los más grandes, asegura, fue aprender a confiar en sí misma en entornos donde todavía predominan los varones. “Lo superé gracias al apoyo de otras mujeres en tecnología y a las experiencias de liderazgo que tuve en organizaciones como Technovation Girls y los talleres de Chicas Digit@lers de Telecom, donde aprendí el valor de la colaboración y la solidaridad”, expresó.

Sobre la experiencia de compartir su visión con otros estudiantes y profesionales del área, Luján se muestra entusiasmada: “Creo que será enriquecedora. Cada experiencia aporta una mirada distinta sobre cómo transitamos la carrera y los retos de la industria. Me entusiasma poder inspirar a más jóvenes a involucrarse, especialmente a las chicas que recién empiezan y tal vez aún dudan si este camino es para ellas”.

Su participación en el panel también tiene un fuerte propósito inspirador. “Quiero transmitir que la tecnología es un espacio para todas las personas y sin duda para las mujeres. No hay un perfil único para ser ingeniera o ingeniero. Cada uno puede aportar algo distinto desde su historia y su mirada, y eso es lo que enriquece el futuro del sector”, subrayó.

La noción de “equilibrio”, eje del encuentro, también se refleja en su forma de entender la profesión. “Para mí, equilibrio significa poder desarrollarte profesionalmente sin perder de vista tus valores, tu bienestar y tu entorno. Es aprender a combinar la exigencia técnica con la empatía y el trabajo en equipo”, reflexionó.

Luján cree firmemente que las voces jóvenes —y especialmente las de las mujeres— deben ocupar un lugar central en la construcción del futuro tecnológico. “Las voces jóvenes traen innovación, y las de las mujeres suman diversidad de perspectivas que históricamente estuvieron ausentes. Cuantas más miradas distintas haya en la mesa, mejores soluciones podremos crear”, afirmó.

Mirando hacia adelante, considera que la ingeniería tendrá un rol clave frente a los desafíos sociales, ambientales y digitales que se avecinan. “Necesitamos hacerlo con una mirada ética y sostenible, que ponga a las personas y al planeta en el centro de las decisiones tecnológicas”, señaló.

Para que la ingeniería sea una profesión más inclusiva y equitativa, Luján sueña con más programas que incentiven a las chicas desde edades tempranas a interesarse por la ciencia y la tecnología. También considera fundamental que “las empresas y universidades promuevan espacios donde las mujeres puedan crecer profesionalmente y ocupar roles de liderazgo”.

De cara al futuro, su objetivo es claro: “Quiero combinar mis conocimientos técnicos con mi compromiso social. Me gustaría trabajar en proyectos que generen impacto positivo y seguir impulsando la participación de más mujeres en tecnología”.

Finalmente, deja un mensaje para quienes recién comienzan este camino: “Que se animen a confiar en su potencial. No hace falta saberlo todo desde el principio: lo importante es tener curiosidad, aprender de los errores y rodearse de personas que inspiren. Y, sobre todo, disfrutar el proceso”.